Panorama agropecuario
Peregrinación a Luján
No conforme con el aumento de las retenciones, la embestida oficial siguió por los lácteos y vuelve la amenaza sobre la cadena cárnica. Mientras el Gobierno sacaventaja de la demora del gremialismo rural en establecer una estrategia de acción conjunta, CRA alimenta la idea de convocar al resto de las entidades.

Daniel Alonso

Mientras los ecos por el reciente aumento de las retenciones siguen llegando como réplicas de un terremoto, la suba de los precios internacionales de la soja no deja de desparramar su efecto sedante sobre un sector desnudo de estrategias para abrir una grieta en el paredón fiscal que el matrimonio K refuerza con argumentos para las tribunas urbanas.

Los precios futuros del poroto llegaron al valor más alto de los últimos 30 años en Chicago y el viento del norte llegó -con menos envión- hasta esta parte del mundo para permitir que la soja vuelva a estar por encima de 800 pesos por tonelada. ¿Alcanza eso para apaciguar una discusión que no es sólo de forma, sino de fondo?

Seguramente no, pero ocurre que todo esto pasa en plena transición presidencial y mientras los productores están con la cabeza puesta en la siembra de granos gruesos y en la futura cosecha de trigo. Estas son algunas de las excusas que exponen las entidades para declinar la posibilidad de convocar a un lock out.

Carbap, que organizó una protesta de baja intensidad en la localidad bonaerense de 9 de Julio, piensa en un paro entre enero y marzo. La idea, que no termina de cuajar con las posturas conservadoras de Coninagro y Sociedad Rural Argentina, sintoniza en cambio con parte de la cúpula de CRA y también con una intención aún precaria de la Federación Agraria Argentina.

"Dependerá de la actitud del nuevo gobierno sobre el lugar institucional para discutir un plan de política agropecuaria", explicó el presidente de esa entidad, Eduardo Buzzi, mientras regresaba de la localidad entrerriana de Gualeguaychú. De todos modos, la posición final de FAA se conocerá la semana próxima, tras la sesión del consejo directivo en Rosario.

Por lo pronto, se avanza en el estudio que intentará demostrar que las retenciones golpean con más fuerza a los pequeños productores. Y llevar esas conclusiones al terreno judicial. Aunque el propio Buzzi se encargó de limitar las expectativas. "Apostamos a que haya una instancia previa de diálogo. No se puede tratar igual a los que son estructuralmente distintos", dijo.

En el mejor de los casos, su postura es pragmática. Cree que hay una decisión tomada (las retenciones) y que lo mejor es intentar corregirla para reducir el impacto sobre las pequeñas explotaciones.

También CRA quiere visitar las fiscalías. El análisis jurídico lo está haciendo la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe) y el plan original es que se presenten varias denuncias simultáneas en diferentes sedes judiciales del país.

A la vez, parte de la dirigencia de CRA especula con la posibilidad de convocar a una gran asamblea, pero no de productores, sino de dirigentes rurales de todas las entidades para debatir y entregar una propuesta conjunta a la futura presidenta. En realidad, cuando eso ocurra, Cristina K ya habrá asumido en lugar de su marido.

Se menciona a Luján como la ciudad elegida para el cónclave, que podría realizarse días antes de la Navidad. Hay, por ciento, un fuerte peso simbólico, ya que algunos consideran que en Luján se amalgaman valores supuestamente relacionados con el pensamiento del sector. "A este país lo hizo la Iglesia, el campo y el Ejército", proclamó a media voz un dirigente rural. Y agregó: "Qué casualidad que este Gobierno esté en contra de estas tres instituciones".