Entre noviembre de 2006 y enero pasado salieron 5,5 millones de toneladas de trigo y de maíz por los puertos argentinos. Ese volumen es comparable con lo que podría cargarse este año en los 90 días de plazo autorizados para declarar ventas al exterior.
Flavia Rossi
A pesar del aumento de las retenciones a la exportación, el trigo recuperó valor volviendo a los 186 dólares por tonelada durante esta semana. Aunque puede decirse que la apertura del registro de exportaciones le hizo bien al mercado, en realidad evitó el desastre.
El lunes 13, un día antes de la habilitación, se acercaban barcos a los puertos argentinos para cargar más de 160 mil toneladas de trigo. Pocos días después, el volumen se había duplicado. Brasil corría el mayor riesgo por el alto volumen de cereal que necesita, aunque son varios los clientes de ultramar, como Madagascar, Congo y Argelia, a la espera de nuestro trigo.
De no haber negocios, en sólo una semana de apertura del registro se anotaron 5,3 millones de toneladas sobre la campaña 2007/2008. Con el actual plazo de 90 días para administrar las entregas, esas toneladas se deberán embarcar antes del 20 de febrero. La incógnita que se presenta es que cuánto más se podrá comprometer en los mercados externos sin incumplir las promesas de embarque con la Secretaría de Agricultura.
Referencias
Entre noviembre de 2006 y enero pasado salieron 5,5 millones de toneladas de trigo y de maíz por los puertos argentinos, lo que es comparable con lo que podría cargarse este año en los 90 días de plazo autorizados para declarar ventas.
Para aprovechar al máximo la capacidad de embarque de los próximos meses, los compradores están recibiendo no sólo los primeros lotes cosechados del trigo, sino que están anticipando la recepción de los compromisos planificados para diciembre y enero.
Gracias a estas medidas "preventivas", la logística todavía está ordenada. Esto es comprensible: recién se cosechó 10 por ciento del área nacional, es decir, menos de 700 mil toneladas. Cuando se abrió el registro, los productores le habían prometido a la exportación unos cinco millones de toneladas del trigo nuevo. Por la cobertura que tenían, los compradores volvieron de a poco al recinto. Su apuro no era originar, sino gestionar la concreción de los contratos.
Precios
Pero lo que sostuvo los precios de la semana fue el temor por las mermas productivas. En la primera quincena de noviembre cayeron ocho heladas, con temperaturas bajísimas en la zona núcleo triguera Buenos Aires. La calidad general de los cultivos se deterioró y ahora queda en 73 por ciento la parte buena y excelente. Aunque el estado global todavía es bueno, es muy probable que la producción que se estimaba entre 15 y 15,5 millones de toneladas sea recortada.
La zona de Tandil, Azul, Olavarría, Juárez y Adolfo González Chávez fue la más afectada y también se reportan daños importantes en Bolívar y Pehuajó, áreas que en conjunto aportaron 1,5 millón de toneladas en la campaña pasada.
Todavía es muy temprano para precisar las pérdidas, por lo que el mercado se mantuvo atento a los reportes. Buenos Aires produce el 60 por ciento de la producción nacional triguera y muchos productores temen incumplir los contratos ya asumidos. Todo esto moviliza a los operadores y los obliga a ajustar sus posiciones de acuerdo a la evolución de la campaña.
En breve
En pocos días se habrá terminado de colocar la totalidad del maíz vendido afuera, lo que explica por qué los exportadores han dejado de recibir este producto y priorizan la recepción del trigo.
