82 POLICÍAS HERIDOS ///
Otra jornada de violencia en Francia
Al menos 82 policías fueron heridos -cuatro están graves- en las últimas horas, en la segunda noche de disturbios juveniles en suburbios de París, y varios fueron alcanzados por disparos de armas de fuego. La violencia ha sido más intensa que durante las tres semanas de disturbios de 2005 y la policía enfrenta ahora guerrillas urbanas armadas. Unos 63 vehículos fueron incendiados anoche. Varios edificios, incluyendo una escuela y una biblioteca, resultaron dañados. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, quien se encontraba en China, convocó a una reunión urgente con parte de su gabinete, prevista para mañana a las 9.45 en el Palacio del Eliseo.

Al menos 82 policías fueron heridos anoche, cinco de ellos gravemente, durante nuevos enfrentamientos entre jóvenes y fuerzas del orden en tres barrios de los suburbios de París (Villiers-le-Bel, Sarcelles y Garges lŽs Gonesse).

Ante la gravedad de la situación, las principales autoridades del Estado se movilizaron hoy. El Elíseo anunció que el presidente se reunirá mañana con el jefe del gobierno, Franois Fillon, y con los ministros de Interior, MichŽlle Alliot-Marie, y de Justicia, Rachida Dati.

Sarkozy había hablado con Alliot-Marie desde China, donde realiza una visita oficial, dándole "una serie de recomendaciones".

La ministra de Interior viajó a Villiers-le-Bel, donde se entrevistó con Franois Fillon, antes de dirigirse al hospital de Gonesse, donde se encontraban los policías heridos. El primer ministro calificó de "criminales" a quienes disparan contra policías, destacando que "nada justifica la violencia".

Algunos oficiales de policía fueron alcanzados por perdigonadas, dijo la ministra Alliot-Marie. La funcionaria agregó que hubo seis heridos graves, "personas que fueron golpeadas en la cara y cerca de los ojos".

Estos disturbios tuvieron lugar después de la muerte de dos adolescentes que circulaban en moto en una colisión con un automóvil de policía que desencadenó la violencia en los suburbios del nordeste de París durante las noches del domingo y del lunes.

Residentes de la zona dijeron que los policías dejaron el lugar del accidente sin ayudar a los jóvenes heridos, que tenían 15 y 16 años. La policía expresó sus dudas sobre estas afirmaciones, pero ordenó la apertura de una investigación formal.

La secretaria de Estado para la Ciudad, Fadela Amara, quien también se había desplazado a Villiers, anunció que el jefe del Estado recibiría mañana a las 9, en el Elíseo, a los padres de los dos adolescentes muertos.

Más disturbios

Anoche se registraron nuevos enfrentamientos en Villiers-le-Bel, que se extendieron a otras localidades del departamento de Val d'Oise, al nordeste de París: Sarcelles y Garges-les-Gonesses, Cergy, Ermont y Goussainville.

En total, fueron incendiados 63 vehículos y cinco edificios (una biblioteca, dos escuelas, la tesorería y un supermercado en Villiers-le-Bel), según la prefectura.

De acuerdo con la policía, seis personas fueron arrestadas.

Los enfrentamientos estallaron ayer entre unos 100 jóvenes y los policías en Villiers-le-Bel, a unos 200 metros del lugar de la colisión entre el vehículo policial y la minimoto de los adolescentes, para extenderse luego a otras cinco ciudades del departamento.

Los jóvenes, encapuchados, jugaban al gato y al ratón con las fuerzas del orden, bombardeándolas con proyectiles y recibiendo a su vez disparos de flashball y gases lacrimógenos. Algunos de ellos manipulaban cócteles Molotov.

Los choques fueron muy violentos, al punto de que el sindicato policial Synergie habló de escenas de "guerrilla urbana". El balance fue muy importante, con 82 heridos, cuatro de los cuales graves, entre los policías. La prefectura de Val D'Oise se negó a comunicar un balance preciso alegando la necesidad de "calmar los ánimos".

Contratos récord en China

Pese a los problemas en París, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, regresa de su primera visita de Estado a China con contratos récord en el sector nuclear y aeronáutico, tras haberse cuidado de no enojar a los chinos con temas sensibles como la independencia de Taiwán o el Tíbet.

"El viaje fue bueno desde un punto de vista político", se congratuló Sarkozy, que insistió en la firma de una declaración sobre el medio ambiente, "una primicia" en un país considerado uno de los principales contaminantes del planeta.

Antes de partir hacia Shanghai, última etapa de su viaje de tres días, llamó hoy a China a asumir sus "responsabilidades" para combatir el calentamiento climático.

Francia logró en China contratos por 20.000 millones de euros, el mayor paquete comercial jamás firmado entre ambos países, según Sarkozy.

El fabricante de aviones europeo Airbus fue el mayor beneficiado con la venta de 160 aviones -110 A320 y 50 A330- por un monto de unos 12.000 millones de euros.

Según el Palacio del Elíseo, la partida no estaba ganada de antemano y las largas negociaciones para obtener este resultado culminaron poco rato antes de la ceremonia de firma de los contratos, ayer, en presencia de Sarkozy y de su homólogo Hu Jintao.

Otro gran beneficiado fue el grupo nuclear Areva, que vendió a China dos reactores EPR de tercera generación y se aseguró el suministro del combustible necesario para su funcionamiento hasta 2026, por unos 8.000 millones de euros.

Acuerdos menos importantes fueron concluidos también ayer por el grupo de electricidad EDF, el gigante francés de transporte de contenedores CMA-CCM, el fabricante de equipamientos en telecomunicaciones Alcatel-Lucent y el laboratorio Sanofi-Aventis.

¿El secreto del éxito? "Todo funciona mejor con un poco de encanto presidencial", afirmó un allegado a Sarkozy, aunque los contratos se planeaban desde hace tiempo, varios años incluso en el caso de Areva, y que cada viaje presidencial a China se salda en general con una importante venta de aviones.

Preocupación por el uso de armas

El uso de armas de fuego por jóvenes contra la policía en los disturbios a las afueras de París ha sembrado la alarma al suponer una escalada en la guerrilla urbana con respecto a la ola de violencia que asoló cientos de barrios conflictivos de Francia durante tres semanas hace dos años.

82 policías resultaron heridos anoche, varios de ellos gravemente, alcanzados por plomos disparados por jóvenes armados con fusiles de caza o escopetas de granalla, en los enfrentamientos en Villiers-le-Bel.

Mientras, alcaldes, sociólogos y políticos advierten que desde 2005 prácticamente nada ha cambiado en esos barrios, focos de desempleo, exclusión y con muchos habitantes procedentes de la inmigración, donde la tensión sigue igual de fuerte y que son un "polvorín" que puede saltar por la más mínima chispa.

El detonante que ha desatado dos noches sucesivas de violencia fue la muerte, el domingo en Villiers-le-Bel, al norte de París, de dos muchachos de 15 y 16 años, que circulaban sin casco en una moto no homologada y que colisionaron con un coche de la policía.

Hace dos años, la muerte por electrocución de dos adolescentes en Clichy-sous-Bois (afueras de París), que se habían refugiado en un transformador eléctrico al creerse perseguidos por la policía, causó tres semanas de violencia en cientos de barrios en todo el país que llevaron a las autoridades a decretar el estado de emergencia.

Obviamente preocupada por esta escalada de la violencia, la titular de Interior, Michelle Alliot-Marie recalcó hoy la necesidad de tomar medidas.

"Es un fenómeno inquietante (...) muestra que algunos explotan los acontecimientos con metas muy diferentes", dijo Alliot-Marie, y pidió ayuda a la población para "aislar a los delincuentes".

Son "unos gamberros que aprovechan cualquier pretexto para saquear y quieren desatar disturbios", dijo el dirigente de un sindicato de policías, alarmado por la "extrema agresividad" constatada.

Hay "dos motivos de inquietud: el comienzo del contagio a otros departamentos de la región de París y el uso casi sistemático de armas de fuego contra los policías", dijo un colega.

Mientras, en una constatación compartida por alcaldes, autoridades locales y policías, el sociólogo Laurent Mucchielli afirmó en Le Parisien que "globalmente" la situación en los barrios conflictivos no ha cambiado desde 2005 "ni objetivamente ni en la percepción de los habitantes".

AFP-EFE-Télam