Los cuestionados beneficios para reclusos
Polemizan, pero respaldan las salidas transitorias de presos
La discusión se actualizó a partir de hechos delictivos que cometieron reclusos aprovechando el permiso para salir del penal. Opinaron el presidente de la Corte Suprema y el titular del Colegio de Magistrados.

De la redacción de El Litoral

La muerte de una adolescente de 16 años asesinada por su novio, un preso de la cárcel de Las Flores con salida transitoria, desató la polémica sobre la pertinencia o no de este tipo de regímenes. Mirna Hus falleció el pasado lunes, después de que su pareja, Julio Orellana, terminara una discusión con un disparo. El joven había sido condenado en 2004 a casi once años de prisión por homicidio calificado, pero gozaba de un permiso de salida transitoria, que le permitió visitar a su novia.

El desenlace fatal se suma a otros hechos que generan dudas sobre el sistema, porque los internos delinquen durante la salida transitoria, o porque directamente no retornan a los penales. La muerte de Mirna actualizó la polémica, pero, más allá del caso particular, las voces consultadas coincidieron en defender el sistema.

El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Roberto Falistocco, reconoció que debería analizarse individualmente si el permiso para Orellana estaba "encuadrado" en los términos de la ley. "Pero esto no significa -aclaró- que el instituto en sí mismo no tenga respaldo legal".

Por su parte, el presidente del Colegio de Magistrados, Daniel Rucci, dijo que las salidas transitorias tienen su fundamento. "Se hacen diferentes estudios psicológicos para otorgarlas. Cuando se dispone la salida -precisó-, es porque está acreditado fehacientemente que eso es posible".

Afuera

Ahora bien, así como Rucci defendió el sistema, admitió las complicaciones de monitorear el comportamiento del interno fuera del penal.

"Es muy difícil controlar la conducta posterior del recluso una vez que salió de su celda. Yo puedo ser una persona que acepte las reglas dentro del penal, pero, fuera de él, a veces esa conducta no se puede controlar", reconoció.

En el caso específico de Orellana y consultado sobre si no debería haber estado este recluso con custodia, Rucci aclaró que ello no es competencia del Poder Judicial. "Eso habría que preguntárselo al Estado provincial, porque no depende de la Justicia", dijo.

Insistió en defender los mecanismos de evaluación para otorgar el beneficio de la salida transitoria, y en aclarar que no son arbitrarios.

"Son análisis exhaustivos; hay un equipo interdisciplinario que va controlando periódicamente la actividad, dentro del penal, de cada interno. No es arbitrario; no lo decide ni el alcaide ni ningún funcionario de la cárcel, sino que la salida es previa a un estudio. Y recién cuando se terminan ese estudio y evaluación, entonces el preso puede salir", aseguró.

Consultado por El Litoral, el magistrado se negó a considerar que si el interno reincidió fue porque fracasó el sistema penitenciario.

"No diría así, tan categóricamente, que fracasó. El sistema carcelario está preparado para el otorgamiento de ese tipo de salidas. Lo que sí puede haber fracasado es la conducta de esa persona, que creíamos que podía estar reinsertada socialmente, y no fue así. Lamentablemente, en esto siempre hay una víctima. Si nos ponemos de su lado -explicó-, esto resulta incomprensible; si nos ponemos del lado del preso que cumplió los requisitos, también está en condiciones de exigir las salidas que le permite la ley".

Prisión domiciliaria

Días pasados, el futuro ministro de la provincia Daniel Cuenca esbozó una nueva idea que se sumó al debate. En su caso, propuso que, para descomprimir la situación de comisarías y cárceles desbordadas de internos, debía pensarse en un sistema de detención domiciliaria para casos especiales y para quienes estén terminando de cumplir la condena.

Consultado sobre la propuesta, Falistocco recordó que ya rige en la actualidad un sistema similar, aunque para las personas mayores. Pero, si la idea es extender el beneficio a otros casos, advirtió que igual, que con las salidas transitorias, deben eficientizarse los controles.

"Todo depende de un sistema de control adecuado. Desgraciadamente la reincidencia existe con salida transitoria, con condenas cumplidas, sin salidas transitorias; y también existe la violación a la detención domiciliaria, pero hay casos en los que esto ha funcionando", rescató.

En términos generales, comentó que la corriente de pensamiento que se está extendiendo apunta a tratar de que "la medida cautelar de detención sea lo menos prolongada posible y que, en todo caso, el dictado de la sentencia sea el que ordene la detención o no de una persona". La idea, resumió, es que la prisión sea efectiva "cuando realmente haya sentencia. Y que las detenciones, como medida cautelar, sean lo más breves posibles".

Revisable

El titular del Colegio de Magistrados, Daniel Rucci, admitió que el régimen de libertades transitorias "es revisable", como cualquier sistema.

"Cuanto más se pueda aportar para el mejoramiento de los sistemas, bienvenido sea. No creo que ningún régimen sea de por vida y que no se pueda cambiar. Todos los sistemas son perfectibles; en la medida en que se puedan ir incorporando normas que los hagan más eficientes, mejor así", opinó.