José Sand y Ramón Cabrero, dos de los líderes del Lanús campeón
El artillero y el conductor
El goleador fue comprado en una cifra récord para la entidad y pagó cada peso con goles y un título. El técnico hace cincuenta años que está vinculado al club "granate", donde fue jugador en uno de los mejores equipos de su historia. Ambos son la cara más visible de una ciudad que sigue festejando.

Agencia Télam / De la redacción de El Litoral

El entrenador de Lanús, Ramón Cabrero, es hoy quien quizás mejor expresa la felicidad que vive una ciudad entera por el campeonato ganado después de 92 años de historia.

Pero, detrás de esa sencillez que lo caracteriza, a veces rayana en una excesiva modestia, hay un verdadero maestro del fútbol y de la vida, un conductor de grupo y virtual ascendente de jóvenes jugadores que pronto serán seguramente estrellas.

Las verdades de Cabrero se fueron consolidando desde noviembre de 2005, cuando la dirigencia de Lanús le pidió que se hiciera cargo de la primera ante la renuncia de Néstor Gorosito, tras una campaña muy irregular.

Lanús había perdido con River en el Monumental y "Pipo" Gorosito sabía que no tenía "resto" para continuar al frente del equipo "granate". Cabrero asumió interinamente y, dos años más tarde -con excepción de Alfio Basile, que pasó de Boca a la selección nacional-, es el único técnico sobreviviente de esa época.

Cabrero, en una síntesis apretada, ha dejado unas cuantas enseñanzas. "Al jugador no hay que mentirle. Siempre, aunque se enoje, es preferible irle con la verdad", sostuvo Ramón en diálogo con Télam.

"Los chicos son buenos jugadores y en su mayoría reciben un legado del club: en Lanús hay que respetar el buen juego, porque este club tiene mucha historia", agregó. "Fui un volante derecho habilidoso que no le pegaba demasiado bien a la pelota. Pero jugué en el equipo de los "albañiles', donde (Ángel) Silva y (Bernardo) Acosta eran figuras y, tras un paso por Newell's, donde estuve menos de un año, llegué al Atlético de Madrid", recordó.

"Como jugador, además de Diego Maradona, admiré a dos: en la Argentina, a Miguel Brindisi, y en España, a Luis Aragonés. Y también sostengo que nuestros entrenadores están en la vanguardia. Pero yo estuve cinco años sin laburar en el fútbol", ironizó.

Sobre la forma de jugar, dice que "hacerlo bien no significa regalarse o no saber leer el partido, en qué momento atacar y sorprender. Y Lanús, a veces, no supo cerrar algunos partidos", se autocriticó. "Durante mucho tiempo la consigna en este club era no bajar del quinto o sexto puesto. Pero hace un año que nos dimos cuenta de que podíamos ir por más. En 2006, Lanús le ganó 4 a 1 a River como local y a Boca, en el recordado partido de La Bombonera, 2 a 1", se enorgulleció.

Después, con no menos orgullo, habló de las enseñanzas que le dejaron sus padres: "Ellos eran españoles, de Santander, y cuando llegamos a la Argentina, tenía 4 años, porque yo nací allá. Ellos me inculcaron dos cosas: trabajo y honestidad. Todo eso lo trasladé a este club y encontré a gente que tenía los mismos códigos de vida. Por eso, hoy, Lanús es un club modelo. Aquí, en la ciudad, nos conocemos todos, y por eso, el que camina mal se quema", aseguró.

El goleador Sand

José Sand vive hoy un momento de éxtasis deportivo, después de consagrarse campeón con Lanús, pero considera que este momento de bonanza se debe a que su hija lo ilumina "desde el cielo".

"Es inmensa la felicidad que tengo por haber conseguido este campeonato, máxime en un año que no había comenzado bien para mí por el fallecimiento de mi hija recién nacida, cuando todavía estaba en Colón", le recordó Sand a Télam a modo de confesión. "Por eso, fue en ella en quien pensé cuando convertí el gol contra Boca. Es que me dio la sensación de que desde el cielo me estuvo ayudando en todo este tiempo", apuntó.

El correntino, de haber pasado por River Plate, Defensores de Belgrano, Independiente Rivadavia de Mendoza, Banfield y Colón, terminó el Torneo Apertura con 15 tantos, en la que fue la mejor producción goleadora de su carrera. "Pero por supuesto que es más importante que haya salido campeón Lanús a que yo haya sido el goleador, aunque reconozco que era lo que me estaba faltando", admitió.

"En este club encontré el apoyo de todos mis compañeros para llegar al gol. Por eso no me arrepiento de haber optado por Lanús cuando me vinieron a hablar sus dirigentes, porque me querían comprar el pase", reconoció el jugador.

Sand quiere seguir pensando en el futuro y ahora sueña en grande, viendo que ya tuvo su oportunidad el único delantero que lo antecedió en la tabla de goleadores: Germán Denis. "Espero seguir en este nivel, para que a mitad del próximo año pueda tener una oportunidad en la selección argentina, que es mi otro sueño", confió.

Después de esta revelación personal, Sand se refirió a su actual equipo: "Este Lanús logró una maduración muy rápida, con unos pibes que son unos fenómenos como jugadores y como personas. Por eso, todo se hizo más sencillo. Y a esto hay que sumarle la experiencia y el mensaje que baja el técnico, Ramón Cabrero, junto al aporte de todo su cuerpo técnico", elogió.

Es por ese motivo que "siempre digo que no es casualidad que un equipo salga campeón. Se tiene que dar lo que ocurrió ahora en Lanús: una estrecha unión de objetivos y convivencia entre jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas", destacó.

Valeri, el otro destacado

Diego Valeri, la revelación de Lanús, campeón del torneo Apertura, dijo que el plantel sabía que tenía que "jugarse la vida" en La Bombonera para ganar el primer título en la historia del club.

"Sabíamos que jugar en la cancha de Boca iba a ser complicado, más allá de que ese equipo no había jugado mucho juntos, pero teníamos que jugarnos la vida y terminamos hasta con posibilidades de haber ganado", contó sobre la previa al empate 1-1.

En los pronósticos, refirió Valeri, el plantel confiaba en la dificultad para Tigre de tener que enfrentar a Argentinos, en La Paternal. "A Tigre no le iba a ser fácil porque en su cancha Argentinos juega ordenado y es difícil", dijo por Radio La Red. Lamentó no haber podido dar toda la vuelta olímpica en La Bombonera. Se pudo dar media vuelta porque no nos dejaron. Se complicó donde estaba la 12 por las cosas que nos tiraban", sostuvo Valeri, quien recibió un proyectil, al igual que el médico Donato Villani, que terminó cortado por un botellazo.

Sobre las versiones sobre una posible transferencia debido a su gran torneo, Valeri aseguró no haberse puesto a pensar dónde seguirá jugando. "Alguna oferta tal vez va a haber pero el club verá si le conviene o no".