Saber qué es un ataque cerebral para actuar en consecuencia
El tiempo perdido es cerebro perdido
Dificultades en la motricidad, los sentidos y el habla son las consecuencias más comunes de esta patología. Foto: Archivo El Litoral

La Sociedad Neurológica Argentina inició una campaña nacional para que la comunidad conozca los factores de riesgo, síntomas y otras características de esta patología, que causa muerte y discapacidad.

"Aprendí de la manera más dura qué es un ataque cerebral, a raíz de lo que le pasó a Malena", testimonia en un spot televisivo la actriz María del Carmen Valenzuela, al recordar lo que vivió con su hija. Y recomienda: "Acordate: mientras más sepamos sobre el ataque cerebral, más podemos hacer contra él".

"Toda la información que necesitamos tener en la cabeza" es el lema de la campaña que inició -el pasado 30 de noviembre- la Sociedad Neurológica Argentina, institución científica que propuso la fecha para conmemorar el Día Nacional del Ataque Cerebral y estimular la toma de conciencia.

Esta enfermedad es la primera causa de discapacidad y la tercera causa de muerte en el mundo. En nuestro país sucede un ataque cerebral cada 4 minutos. Pero ocurre que la comunidad sabe muy poco de sus características y es por eso que no tiene información para advertir sus síntomas más comunes y poder actuar en consecuencia, evitando muchas muertes y disminuir la cantidad de personas con incapacidad.

Para la fecha se organizaron en más de 200 hospitales del país charlas informativas para mejorar la prevención a través del conocimiento de los factores de riesgo y su tratamiento, por medio de un rápido reconocimiento de los síntomas.

El Litoral seleccionó la información básica sobre esta enfermedad de la página web que la Sociedad Neurológica Argentina produjo y puede ser consultada en www.ataquecerebral.com. En ella también se pueden ver diferentes spots televisivos sobre el tema.

Lo que hay que saber

¿Qué es el ataque cerebral?: es una afección causada por la súbita pérdida de flujo sanguíneo cerebral (isquémico) o por sangrado (hemorrágico) dentro de la cabeza. Cualquiera de las dos situaciones puede provocar que las neuronas se debiliten o mueran, ya que -sin oxígeno- las células nerviosas no pueden funcionar. Las partes del cuerpo controladas por las regiones del cerebro afectadas, consecuentemente, también dejan de funcionar.

¿Cuáles son los síntomas?: los nuevos tratamientos sólo funcionan si son aplicados dentro de las tres primeras horas de presentados los síntomas iniciales, entre los que se cuentan: falta de sensación, debilidad o parálisis repentinas en la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo; confusión súbita, problemas repentinos para hablar o entender; problemas repentinos para ver con uno o los dos ojos; dificultades para caminar, mareo, vértigo, pérdida del equilibrio o falta de coordinación; dolor de cabeza súbito y de máxima intensidad. ¿Cómo son sus consecuencias?: los efectos de un ataque cerebral son a menudo permanentes, ya que las células cerebrales muertas no se pueden reemplazar. Afortunadamente, por medio del reconocimiento temprano de los signos de un ataque cerebral y la búsqueda inmediata de atención médica se pueden reducir considerablemente las posibilidades de muerte y discapacidad.

Factores de riesgo

¿Qué factores de riesgo existen?: existen dos tipos de factores de riesgo para el ataque cerebral: controlables y no controlables. Los primeros son bastante conocidos por la población, debido a que son los mismos que para la enfermedad coronaria y el infarto cardíaco: hipertensión arterial (el factor de riesgo más frecuente); diabetes (en el país, el 22% de los pacientes que sufren un ataque cerebral es diabético); alcoholismo (el consumo excesivo de alcohol tiene una estrecha relación con el riesgo de sufrir hemorragias cerebrales); cigarrillo (el riesgo de sufrir un ataque cerebral aumenta entre un 50% y un 70% en fumadores y el impacto es mayor en mujeres); colesterol elevado (aumenta el riesgo de que se tapen las arterias, incluidas las que van al cerebro).

¿Hay otros factores de riesgo que pueden ser controlados?: sí, hay otros, como sedentarismo (la falta de actividad física puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares), drogas ilícitas (la cocaína y otras drogas se asocian a una mayor frecuencia de ataques cerebrales), obesidad (es un importante factor de riesgo y su presencia potencia a otros factores). ¿Cuáles son los factores de riesgo no controlables?: es importante reconocer los factores de riesgo no controlables para poder identificar individuos con un mayor riesgo de sufrir un ataque cerebral: edad (el riesgo de sufrir un ataque cerebral se duplica a partir de los 55 años); género (los hombres tienen mayor riesgo con respecto a las mujeres); herencia (las personas con antecedentes familiares de enfermedad coronaria o cerebrovascular constituyen un grupo de mayor riesgo); antecedentes personales (quienes ya sufrieron un ataque cerebral tienen mayor riesgo de tener otro). ¿Cómo puede prevenirse?: si bien el riesgo de sufrir un ataque cerebral no puede eliminarse por completo puede trabajarse para disminuir la probabilidad de sufrir un evento mediante: controles médicos regulares; estricto control de la presión arterial; abandono total del cigarrillo; optimización y seguimiento médico de la dieta; ejercicio físico bajo supervisión médica; control estricto de la diabetes; control y tratamiento de las enfermedades del corazón.

Consecuencias y tratamiento

¿Cuáles son las consecuencias?: nuestro cerebro lo controla todo: cómo nos movemos, cómo nos sentimos, cómo pensamos y cómo nos comportamos. Las lesiones al cerebro debidas a un ataque cerebral pueden afectar cualquiera de esas habilidades. Estas son algunas consecuencias posibles: hemiparesia o hemiplejia (debilidad o parálisis de un lado del cuerpo, respectivamente); afasia (dificultades con el habla y el lenguaje) o disfagia (dificultad al tragar); disminución del campo visual y problemas de percepción visual; pérdida de control de las emociones y cambios de humor; negación de los cambios causados por la lesión al cerebro.

¿Hay otros efectos?: el ataque cerebral produce también efectos emocionales: depresión; apatía y falta de motivación; cansancio; frustración, enojo y tristeza; llanto involuntario; trastornos cognitivos (problemas de memoria, juicio, solución de problemas); cambios en la conducta. ¿Es posible mejorar de las consecuencias de un ataque cerebral?: en la mayoría de los casos, los pacientes efectivamente mejoran. Es importante recordar que los efectos de un ataque cerebral son peores inmediatamente después de ocurrido el evento. A partir de entonces, la velocidad y calidad de las mejoras dependen de la extensión de la lesión cerebral y del éxito del tratamiento y la rehabilitación. Por eso, es importante tener en cuenta que la recuperación comienza una vez finalizado el ataque y cuando el paciente está médicamente estable; algunas mejoras son espontáneas y dependen de cómo funciona el cerebro después de la lesión; los programas de rehabilitación para personas con ataques cerebrales ayudan a mejorar las capacidades y aprender nuevas destrezas y técnicas para adaptarse; la depresión que sigue a un ataque cerebral puede interferir con la rehabilitación y por eso es importante tratarla; las mejoras suelen ocurrir más rápido durante los primeros meses después del ataque, y luego siguen con el esfuerzo y dedicación continuos a través de los años.

Un diagnóstico útil

Según la Sociedad Neurológica Argentina, la alteración de al menos uno de los 3 puntos siguientes debe hacer sospechar un ataque cerebral y generar una consulta inmediata.

1. Parálisis facial: para evaluar este síntoma se debe hacer una sonrisa. Es normal que ambas lados de la cara se muevan igualmente, pero anormal si un lado de la cara no se mueve.

2. Movimiento de los brazos: se deben levantar ambos brazos para el frente. Es normal si ambos brazos se mueven al unísono, pero anormal si un brazo se muestra caído respecto del otro.

3. Habla: se debe pronunciar la siguiente frase: "El flan tiene frutillas y frambuesas". Es normal si se pronuncian las palabras correctas sin dificultad, pero anormal si se habla con dificultad, se arrastran las palabras o se enmudece.

Dónde consultar

Los hospitales de nuestra ciudad cuentan con especialistas que pueden diagnosticar el ataque cerebral. Generalmente, se debe consultar ante los síntomas mencionados con un neurólogo, neurocirujano o médicos clínicos, de manera que indiquen los correspondientes estudios.

Cabe recordar que el viernes pasado -en ocasión del Día Nacional del Ataque Cerebral- diferentes establecimientos de salud y otros lugares de nuestra ciudad brindaron charlas informativas a la comunidad sobre esta enfermedad. Entre ellos, se contaron los hospitales Cullen, Iturraspe, Protomédico Manuel Rodríguez de Recreo, el Samco de Santo Tomé y el Mira y López, además de la vecinal del barrio Chalet.

Más información En Internet: www.ataquecerebral.com (página oficial de esta enfermedad) y www.sna.org.ar (Sociedad Neurológica Argentina).

Mariana Rivera