Triple crimen

Paraná, (Télam).- El adolescente de 17 años que está acusado de haber matado a su padre, la esposa de éste y al bebé de ambos en la ciudad entrerriana de Concordia el 18 de noviembre último fue procesado por la Justicia y continuará alojado en un instituto de menores de la capital provincial.

La medida fue dispuesta por el juez de menores Rodolfo Jáuregui, quien consideró al chico autor del delito de "triple homicidio calificado" cometido contra el ex secretario judicial Miguel Bressán, María Celia Taleb y el bebé de ambos, Facundo, de un año y ocho meses, informaron a Télam fuentes de la investigación.

Por otra parte, la División de Toxicología de la Policía de Concordia secuestró anoche una pistola calibre 380 que será sometida a peritajes para determinar si fue usada en el crimen y que era transportada por un mensajero en una caja, junto con drogas y una carta.

Voceros de la Policía local señalaron que el mensajero, quien en principio fue demorado, dijo desconocer el contenido del paquete y que sólo sabía que iba dirigida al barrio 90 Viviendas.

Al parecer, la esquela señala que la pistola fue usada para matar a Bressán y su familia y que, tras los homicidios, fue encontrada por un ciruja en un tacho de basura frente a la casa de la madre del chico detenido.

Las fuentes explicaron que ahora se harán pericias sobre el arma y que además se investigará si fue usada en otro hecho por la persona que la enviaba en la caja y que se la habría comprado al ciruja.

De acuerdo con la autopsia, el secretario y su familia fueron asesinados con una pistola 380 y un revólver 22, el cual todavía no fue hallado.

Según los elementos reunidos en la causa, el adolescente de 17 años fue el 18 de noviembre a una quinta que su padre tenía en Colonia Yeruá, a las afueras de Concordia, con intenciones de matar a la esposa de éste, pero luego asesinó a toda la familia.

Los pesquisas creen que la discriminación y los padecimientos económicos que vivía el chico por parte de Bressán fueron los motivos que lo llevaron a cometer el triple crimen.

Aparentemente, Bressán le pasaba a la madre del joven -con quien continuaba una relación clandestina- sólo 700 pesos por mes, lo que les impedía vivir dignamente, ya que 500 debía destinarlos al alquiler de una humilde vivienda.

Si bien desde un principio hubo sospechas sobre el chico, éste concurrió al velatorio de su padre y después se presentó ante la Justicia, donde brindó una declaración espontánea y quedó detenido.

Poco después, fue trasladado y continúa alojado en el Centro del Diagnóstico, Tratamiento, Derivación y Atención en Crisis, dependiente del Consejo Provincial del Menor, donde se le realizan estudios psicofísicos.