Celebración en Santa Fe
Janucá es la Fiesta de las Luminarias
El martes se encenderá la octava vela en un acto que se realizará en Peatonal San Martín y Cortada Falucho.

De la redacción de El Litoral

Instituciones judías de Santa Fe invitan a participar a la comunidad santafesina del encendido de la octava vela de Janucá que se realizará en la Peatonal San Martín y Cortada Falucho el martes 11, a las 20. En el evento participarán los alumnos de la escuela Bialik que interpretarán el Hatikva (himno nacional de Israel) en flauta dulce.

Se contará con la presencia del Jazan Federico G. Surijón, cantante litúrgico de la Comunidad Israelita de Santa Fe; el organista Gabriel Pivín; el saxofonista Pablo Aristein; el violinista Sergio San Agustín, y el percusionista Luis Lien, quienes interpretarán melodías del acervo popular judío, y canciones alusivas a la festividad.

QUÉ ES JANUCA

El vocablo hebreo "Janucá" significa "inauguración" o "dedicación" y tiene la misma raíz hebrea que "Jinuj" (educación). Esta festividad no se basa en la Torá (ley o Pentateuco), sino que forma parte de distintos hechos históricos que dieron a los sabios del Talmud -obra que recoge las discusiones rabínicas sobre leyes judías- las bases para ser instaurados como festividad.

Janucá, llamada "la Fiesta de las Luminarias", es una festividad judía que se celebra durante ocho días.

En la misma se recuerda la gesta de los Macabeos contra los edictos helénicos de Antíoco Epifanes, la recuperación de la independencia judía, la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los íconos paganos y el milagro de la Menorá (candelabro de siete brazos del Gran Templo de Jerusalén), que ardió por ocho días consecutivos con una mínima cantidad de aceite.

Un poco de Historia

En el año 332 a.e.c. Alejandro Magno conquista Israel y así comienza la hegemonía helénica sobre la región. Luego de la muerte de Alejandro Magno, el imperio fundado por él se divide entre sus oficiales. Pese a que se quiso conservar la unidad, las rivalidades no tardaron en surgir, por lo que el imperio se separó en 4 partes. Sus dos partes más relevantes son el sector Ptolomeo con base en Alejandría (Egipto) y el sector Seleúcidas con base en Antioquía (Siria).

Cuando se corona como rey de Siria a Antíoco IV Epífanes (175 y 164 d.e.c.), éste decide helenizar al pueblo de Israel, prohibiéndoles así a los judíos poder seguir sus tradiciones y costumbres, tales como el Brit Mila (la circuncisión religiosa), la observancia del Shabat (el día séptimo consagrado a Dios), la lectura de la Torá, etcétera. Un grupo de judíos conocido como Los Macabeos, comandados por Matitiau, provenientes de la zona de Modiín, comenzó a rebelarse contra los soldados griegos, ya que se negaban a hacer actos que iban en contra de su propia religión. Tuvieron una lucha difícil, y eran una minoría luchando contra el ejército griego; sin embargo sus estrategias, su decisión y fe los llevaron a lo que es el milagro de Janucá, ganar pocos contra muchos.

La celebración

Toda festividad debe contener una idea, y el heroísmo militar, por sí mismo, no es motivo suficiente para el pueblo judío que posee una experiencia histórica milenaria.

En realidad la tradición habla de un milagro. Cuando termina la guerra, los Macabeos regresan al templo de Jerusalén que había sido profanado y saqueado por los griegos. Encuentran la Menorá (un candelabro de siete brazos) apagado, y aceite para encenderlo un solo día. Tardaron ocho días en tener listo más aceite y sin embargo ese poquito aceite que tenían, milagrosamente mantuvo prendida la Menorá durante los ocho días.

Es por esto que durante esta festividad se prende una januquiá o candelabro de ocho brazos, más uno mayor (conocido como Shamash o Vela piloto) con la que se enciende el resto de las velas. En la primera noche únicamente se prende el brazo mayor y una vela, y cada noche se va aumentando una vela, hasta el último día en el que todo el candelabro se enciende completo, conmemorando el milagro del aceite.

Costumbres

En esta festividad se acostumbra a comer alimentos fritos en aceite en recuerdo del milagro, como los ladkes (croquetas saladas de papa y huevo) y sufganiot (donas dulces).

Es costumbre que los niños jueguen con un sevivon o perinola. Esta perinola de Janucá tiene cuatro caras, cada una de ellas con un letra en hebreo: las cuatro letras son las siglas de Nes gadol haia sham, lo que quiere decir, "un gran milagro ocurrió allá". En Israel: Nes gadol haia po, lo cual se traduce a "Un gran milagro ocurrió acá".

En algunas comunidades se mantiene la costumbre de hacerles regalos a los niños celebrando la alegría de la festividad.