Asamblea Provincial Anual del PSA
Los campesinos quieren seguir viviendo en el campo
Pequeños productores beneficiarios del Programa Social Agropecuario designaron sus representantes y plantearon las necesidades del sector a las nuevas autoridades electas. Vivienda, tenencia de la tierra y normativas acordes para poder comercializar la producción figuran entre las prioridades.

Juan Manuel Fernández - [email protected]

Los elevados precios de los commodities agrícolas en el mercado mundial han servido, en los últimos tiempos, para reforzar un "pensamiento único" sobre la realidad del campo, que consiste en considerar a todos los productores como empresarios capaces de lograr una altísima renta con un mínimo esfuerzo. Solapado por esta idea, otro concepto parece haber quedado excluido de la consideración general: ya no se oye hablar del campesino, aquel que con su familia, en un puñado de tierra propia o prestada (y hasta sin ella), produce primero para subsistir y luego -si hay excedente- para hacerse de una entrada de dinero.

En la provincia de Santa Fe existe un gran número de pequeños productores con estas características, sobre todo en el norte provincial, que se vuelven visibles gracias al trabajo del Programa Social Agropecuario (PSA).

Todos los años, cada distrito designa democráticamente a sus delegados -35 en total- ante la Asamblea Provincial Anual, una reunión en la que se plasman las necesidades del sector y se formulan propuestas de solución. Además se eligen los 4 representantes (2 titulares y 2 suplentes) ante la Unidad Provincial, instancia en la que se analizan y aprueban las solicitudes de financiación para proyectos, en la que también participan ONG's, el Ministerio de la Producción y el INTA.

En la Casa de Itatí

Durante los días 27 y 28 de noviembre la Asamblea del corriente año tuvo lugar en "La Casa de Itatí" de Avellaneda, departamento General Obligado. Las dos jornadas sirvieron para que los delegados aborden en grupo las distintas inquietudes del sector: tierra, vivienda, agua, problemas de producción y comercialización, educación, salud, medioambiente, caminos, seguridad, energía eléctrica, problemas de organización y fuentes de trabajo.

Para la redacción del documento final se utilizó como base el de 2003, que oportunamente se presentará a los entonces candidatos a la gobernación y cargos legislativos. Al término de las deliberaciones, comprobaron con desazón que en varios ítems las cosas seguían igual que cuatro años atrás.

Del acto de cierre, que estuvo encabezado por el coordinador provincial del PSA, Federico Pognante, participaron además los diputados electos Alicia Perna (FPCS) y Enrique Marín (PJ), el intendente electo de Reconquista, Jacinto Speranza, y representantes de INTA, INTI, Fundapaz, INCUPO y AsoPePro (Asociación de Pequeños Productores de San Javier), quienes hicieron su aporte a la hora del debate.

En tanto, los elegidos para representar a los pequeños productores ante la Unidad Provincial fueron Federico Carlos Carrel (La Gallareta) y Mario Hardy (El Sombrerito), como titulares, y Gustavo Quiroz (Arroyo Ceibal) y Antonia Mancilla (Gato Colorado) como suplentes.

Vivienda y medioambiente

El primero de los puntos en ponerse sobre la mesa fue la vivienda. Blanca Sonsogni manifestó que las principales dificultades para acceder son la falta de título de la tierra y la inexistencia de programas adecuados a las características del medio rural. "No se avanzó desde el gobierno, pero si desde el PSA", dijo la representante de Helvecia, que en sus pagos encaró la gestión de 3 viviendas rurales. El trámite duró dos años, hasta que finalmente -el mismo día que se cerraba la Asamblea- el director de vivienda Carlos Feruglio puso la firma para que se inicien las obras. Se trata de un plan habitacional similar al FONAVI, pero que se construirá en el campo, con lo cual serán las primeras viviendas rurales de su tipo en territorio santafesino.

El siguiente en tomar la palabra fue Cristian Davies, de Pájaro Blanco, que expuso la preocupación ambiental y propuso a las nuevas autoridades hacer cumplir las leyes sobre aplicación de agroquímicos, controlar a los frigoríficos de pescado y realizar análisis periódicos de calidad de agua.

Sobre este punto Speranza recogió el guante y anunció: "convocamos a comunidades rurales a integrar el gobierno", al tiempo que se comprometió a delimitar los límites urbanos para aplicar la ley de fitosanitarios.

Agua y migración

A su turno, la representación de Gato Colorado centró sus reclamos en el manejo del agua. Comparando los documentos, refirieron que mientras en 2003 el problema era el anegamiento por falta de desagües, hoy se encuentran "en el otro extremo", con serios problemas de sequía, que atribuyen a la baja en las vertientes que provocaron las grandes canalizaciones. Para revertirlo, la propuesta fue "hacer pequeños diques para regular el agua y hacer reservorios para la producción agropecuaria", además de confeccionar pasturas y capacitarse "para no pasar tan mal el invierno".

Otros temas de preocupación que volvieron a plasmarse en el documento final, y que los pequeños productores esperan que esta vez encuentren eco en las nuevas autoridades provinciales, son "la inmediata implementación del monotributo social en la provincia" para poder comercializar la producción, además de adecuar otros requisitos, como los previsionales ("para vender un ternero tenemos que aportar $60 mensuales de por vida", protestaron). También se reclamó por personal para los centros de atención de la salud y mayores fuentes de trabajo, a fin de evitar la migración a las ciudades. En este sentido, la conclusión fue contundente al asegurar que "el Estado gasta mucho más en asistencialismo en villas miserias de lo que significaría mantener a la gente en el campo".

Otros temas que preocupan

Durante la Asamblea Provincial se escucharon de boca de varios pequeños productores algunas alertas que dan por tierra con el estereotipo que pinta al campo como un lugar alejado de todos los males urbanos.

Antonia, de Gato Colorado, pidió más controles en la zona para reforzar la seguridad ante los crecientes hechos delictivos, sobre todo de hurto de ganado.

En tanto, otra voz se alzó para advertir sobre la aparición de problemas de adicción a las drogas entre los jóvenes, que "no encuentran estímulo para permanecer en el campo". Incluso se oyó un intento de explicación que también sonó a autocrítica de los mayores: "les estamos transmitiendo toda nuestra agresividad".

Asimismo, en materia educativa, manifestaron la preocupación que genera la caída en los días de clase en las escuelas rurales por la ausencia de los maestros cada vez que llueve o hay medidas de fuerza, "porque ya no se quedan a vivir en la escuela".

El manejo de los fondos

El Programa Social Agropecuario depende de la Secretaría de Agricultura de la Nación y está orientado a promover el desarrollo de las poblaciones rurales a través de asistencia técnica y financiamiento a los pequeños productores.

Para la provincia de Santa Fe, el programa destinó en 2007 alrededor de $500.000. Los fondos provienen del presupuesto nacional y Proinder (BID) y su principal objetivo es otorgar préstamos que oscilan entre $500 y $3.500, además de atender los honorarios de los profesionales contratados para capacitar a los campesinos y correr con los gastos estructurales y administrativos correspondientes. El sentido solidario del sistema (la plata que devuelve un productor sirve para financiar a otro) hace posible una alta tasa de recupero que durante el corriente año ascendió al 81.17% del capital prestado.