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Los dos extremos de la historia
El logo por los 90 años de El Litoral. Dos rollos de papel, que sintetizan el soporte material y el texto escrito. Esa fue la idea original que derivó en el logo que acompaña cada portada desde noviembre y preanuncia las nueve décadas del diario de Santa Fe. textos de Revista Nosotros.

La consigna era diseñar el logo por el aniversario número 90 del diario El Litoral, el mismo que desde el 22 de noviembre aparece en la portada anticipando la importancia de la fecha que se cumplirá el 7 de agosto de 2008.

"En una sola imagen teníamos que sintetizar toda la historia y el soporte material del diario que es el papel", resumió Ricardo Rojas Molina, quien, desde su estudio de diseño y comunicación, tuvo a su cargo la tarea.

"El diario es un símbolo histórico de la ciudad y por eso la propuesta fue diferente y la responsabilidad que implicaba la tarea no era la habitual. Incluso para nosotros, que estamos acostumbrados a hacer marcas y logos que se reproducen por miles en los envases, ésto tenía otro grado de compromiso", admite, en diálogo con Nosotros.

La idea surgió en forma casi inmediata. "Lo primero que observé fue que la morfología del número 90 era fácilmente representada con dos tubos de papel enrollado". La idea fue disparadora, "apareció desde el comienzo y me pareció la adecuada". Cada número representa los extremos de la historia: el comienzo, hace casi nueve décadas, y el momento actual, con nueva tipografía y páginas a color.

Trayectoria y actualidad

En los primeros bocetos, el número 9 aparecía representado por la primera portada del diario, "pero me pareció que no es la que está incorporada en la memoria de las generaciones que hemos vivido con El Litoral". Entonces, se optó por la clásica portada con la tipografía que el diario tuvo hasta hace 15 años: "es la imagen que recorrió la mayor parte del siglo XX, y representa el pasado, la historia, la trayectoria.

El cero -en cambio- es la imagen del diario actual, con color y grandes fotografías, "la nueva identidad del diario".

Así fue como, entre bocetos y retoques, se fue llegando a la imagen definitiva: una ilustrativa, orientada a la comunicación publicitaria que muestra los dos periódicos, y otra que es la síntesis de la misma y que es el logotipo propiamente dicho, el cual aparece en la tapa del diario y fue desarrollado en distintas proporciones de acuerdo con diferentes elementos en los que podrían ser utilizados. También se evaluó cómo iba a aparecer en la portada, sin alterar la identidad del encabezamiento del periódico, pero asegurando a la vez una presencia importante.

"En todo momento -destacó el diseñador- la libertad de trabajo fue total".

De la cabeza al papel

"La bajada inicial de una idea sigue siendo el lápiz y papel. Más allá de toda la tecnología que tenemos, el proceso de diseño inicial es "de la idea a la mano, no hay otra", define Rojas Molina, y añade: "el papel es más expresivo, es donde la idea se plasma con mayor plasticidad. Por supuesto, a partir de ahí contamos con la tecnología para hacer evolucionar esa idea y potenciarla. Tenemos una herramienta riquísima en la computadora, pero que está al servicio de la idea, porque sola no piensa ni crea".

Claro que las herramientas tecnológicas facilitan el trabajo: la inmediatez de la presentación, la comunicación a distancia y la velocidad de resolución, enumera el diseñador. "Pero el papel y el lápiz son fundamentales. Por algo tengo el tablero, las fibras y siempre trabajo a mano en las primeras instancias de un proyecto".

En ese trazo primario está plasmada la idea en forma espontánea y "esa fuerza inicial a veces se pierde en la computadora. Por eso es que a veces escaneo los dibujos iniciales y trato de capturar la fuerza de la intención espontánea. En el caso del logo de los 90 años de El Litoral, fue la perspectiva de los rollos de papel".

Un camino marcado

Rojas Molinas egresó de la Escuela Industrial Superior como técnico constructor nacional, pero el diseño formó parte de su vida desde la infancia. "En casa, en vez de jugar a la pelota, nos daban un lápiz cuando éramos chicos", bromea. Es que sus padres fueron pioneros en diseño, ambos fueron profesores de la Escuela de Diseño y Artes Visuales Juan Mantovani; su mamá era además pintora y ambos compartían el estudio para trabajar lo que "hoy, conceptualmente se llama packaging y en aquella época consistía en dibujar las etiquetas para envases".

Una vez egresado de la EIS, se orientó hacia la Arquitectura: "pensé que era lo mío y de pronto me vi trabajando en ésto, que siempre supe hacer pero nunca pensé que se convertiría en mi profesión".

Desde el año 1986 trabaja en forma particular en su estudio, junto a un equipo de profesionales y colaboradores.

Una marca en la infancia

"El diario El Litoral es un símbolo de mi infancia. Tengo la imagen de esos inviernos cuando caía la noche, y se escuchaba el grito del diariero y mi abuela salía a recibirlo. Era un hito porque no existía otro medio de comunicación tan completo, no existían los noticieros con el concepto que tienen hoy y menos la noticia internacional al instante como la tenemos ahora".

Entonces, el diario era "por donde pasaba la vida y el instrumento que permitía saber lo que acontecía en la ciudad y en la región".

La imagen le llega junto con la costumbre -ya en temporadas más cálidas- de los vecinos sentados en la vereda y leyendo el diario, como aún sigue ocurriendo en muchos barrios.

Para los cien falta algo más de una década. ¿Cómo se representará entonces el acontecimiento? "Hay diez años para pensarlo".