Fue secuestrada en Somalía donde se encontraba trabajando para Médicos sin Fronteras
Negocian liberación de enfermera argentina
Las negociaciones se desarrollan en un lugar montañoso en las afueras de la localidad de Bosasso, Somalía, donde seis milicianos raptaron a dos cooperantes de Médicos sin Fronteras -una argentina y la otra española- cuando se dirigían a un centro de refugiados.

EFE

Autoridades y representantes del Consejo local de Ancianos negocian hoy por segundo día consecutivo el final del secuestro de una médica española y de una enfermera argentina en la región somalí de Puntlandia, confirmaron fuentes oficiales.

Las negociaciones se llevan a cabo en un lugar montañoso, en las afueras de la ciudad de Bosasso, una de las más importantes de la región somalí de Puntlandia, en el extremo nordeste del país.

La Policía y las autoridades locales confirmaron que, mientras siguen las negociaciones, a las que se han sumado en las últimas horas representantes del Consejo de Ancianos, se mantiene el cerco policial en torno del lugar donde están los rehenes y los cuatro secuestradores.

Las capturadas son la española Mercedes García y la argentina Pilar Bauzá, que trabajan en Bosasso para la sección española de la organización Médicos sin Fronteras (MSF) y que fueron capturadas ayer a la mañana.

Fuentes oficiales de Bosasso dijeron que están preocupadas por el estado de salud de las rehenes, porque desde ayer no han comido ni bebido nada y, al parecer, una de ellas resultó herida levemente en el traslado.

Las fuentes no pudieron concretar cuál de las mujeres es la herida, pero insistieron en que las lesiones no revisten gravedad.

Las autoridades también están preocupadas por las bajas temperaturas que se registran en la zona.

Organizaciones humanitarias de Bosasso están intentando convencer a la policía para que les permitan acercarse al lugar donde se encuentran, en la jurisdicción de Giriso, una zona montañosa de las afueras de Bosasso, con el fin de prestar asistencia.

De momento, según las fuentes, la situación se mantiene en vilo, sin que la policía haya cumplido la amenaza lanzada en la víspera de utilizar la fuerza en caso de que los secuestradores no se entreguen hoy mismo.

Las dos profesionales fueron secuestradas por seis sujetos, tres de ellos enmascarados, cerca de un campo de desplazados internos de Bosasso. Dos de los secuestradores se entregaron cuando el grupo fue rodeado por la policía, pero aún quedan cuatro más con las rehenes.

El gobierno regional de Puntlandia, en un comunicado difundido hoy desde su sede, en la ciudad de Garowe, reafirmó que su objetivo es buscar un final feliz del secuestro sin que las rehenes sufran daños.

"Nuestro mayor objetivo continúa siendo el rescate a salvo de estas dos asistentes humanitarias y llevar ante la justicia a los responsables de este acto", afirmó en el comunicado el ministro de Información, Abdirahman Mohamed Salad.

"Muy contenta"

La enfermera argentina secuestrada en Somalía, Pilar Bauzá, "estaba muy contenta" trabajando con niños somalíes junto a la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), dijo su hermano hoy a medios de prensa en Buenos Aires, donde vive su familia.

"Pilar estaba muy contenta con el trabajo que hacía en Somalía con chicos desnutridos", aseguró Hernán Bauzá Moreno, hermano de la joven de 25 años. La familia apoyó su decisión de viajar en misión a Somalía en agosto pasado, añadió. "Siempre tuvo una gran vocación por el trabajo con chiquitos. Todos la apoyamos cuando quiso ir a Somalía, a pesar de nuestro lógico miedo", agregó Hernán, uno de sus cinco hermanos.

Pilar Bauzá estudió enfermería en la privada Universidad Austral, realizó luego estudios de posgrado para especializarse en neonatología, y trabajó en centros médicos de Capital Federal y su periferia norte.

En agosto pasado, partió para su primera misión junto a Médicos sin Fronteras, que debía durar en principio seis meses, aunque podía quedarse más tiempo, según sus familiares.