Lo castigaron con la culata de una 45
Golpearon a un canillita y le robaron la recaudación
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El muchacho asaltado y lastimado estaba bien esta mañana, pero en Transporte quedó la sensación de que nadie está a salvo de la locura criminal, ni siquiera aquellos que están dispuestos a entregar lo suyo mansamente.

José Luis Pagés

Un vendedor de diarios fue asaltado, despojado de la recaudación y golpeado brutalmente en barrio Transporte, ayer a la tarde.

Rubén Néstor Tesari (37) hacía su recorrido habitual cuando en Azcuénaga y Pasaje Ingenieros detuvo la bicicleta para saludar a los clientes.

"Hablábamos de las fiestas, cuando unos pibes aparecieron de golpe y se le fueron encima", dijo uno de los vecinos.

"Un pibito le pegaba al diariero con la culata de una 45 mientras nosotros le gritábamos para que no lo matara", agregó.

"Recién cuando en el muchacho cayó le desabrocharon la riñonera y se fueron con la plata. Nosotros quedamos con él y le tiramos agua para reanimarlo", dijo también.

"Estaba todo ensangrentado y confundido -agregó el propio Tesari, ya repuesto de la golpiza- "me golpearon y me dejaron tirado en medio de la calle de tierra. La vecinos me sentaron en una silla y llamaron una ambulancia".

Tesari mostró los costurones que le quedaron de recuerdo en el cuero cabelludo mientras se preguntaba por qué lo atacaron de ese modo cuando sólo con mostrar el arma hubieran logrado su propósito.

"Si me hubieran dicho que querían la riñonera se las habría dado, ¿qué podía hacer?", se pregunta ahora el diariero que, para hacer su trabajo, debe luchar cada día con serios problemas físicos que lo acompañan desde la infancia.

"Los que asaltaron al diariero fueron tres pibes -aseguraron dos policías que viven en las inmediaciones- Tres varones y una piba, ninguno mayor de los 12 ó 13 años, criaturas", precisaron.

"Con esos golpes pudieron matarlo -aclaró uno de ellos- cuando lo llevaron a la Comisaría 26 para que el Dipaes le practicara los primeros auxilios iba chorreando sangre por el camino".

"Pero no sabemos qué hacer con esos chicos porque si los miramos fuerte nos denuncian y nosotros no queremos ir presos y que nuestras familias queden solas".

"éltimamente no podemos detener a los menores si no los sorprendemos cometiendo un delito o con armas en las manos. íEs orden judicial! Qué alguien nos diga qué hacemos con los pibes que a la madrugada andan por los barrios haciendo lo que quieren".

"Nosotros los detenemos y los ponemos a disposición del juez, pero porque son menores el juez los devuelve a la familia, cuando en muchos casos están dentro de la propia familia los que los mandan a robar", graficó otro uniformado.

Transporte es uno de los barrios santafesinos que sufren la creciente incomunicación que sigue a los asaltos contra los repartidores de comercio, a los remiseros, taxistas, colectiveros y también a los enfrentamientos entre grupos armados.

Donde hay muertos y heridos, donde las patrullas son rechazadas a tiros y cascotazos el transporte público desaparece y hasta las ambulancias y bomberos -en caso de emergencia-, demoran una eternidad.

Lo ocurrido a Rubén Néstor Tesari no es un hecho aislado, él mismo recuerda que fue asaltado más de una vez en ese y otros puntos de la ciudad, pero nunca como ahora lo habían golpeado primero para robarle después.

El alevoso robo de unos pocos pesos al canillita del barrio Transporte mediante el recurso brutal de romper su cabeza a culatazos parece indicar que son los violentos los que imponen su ley en ese vecindario.