San Lorenzo entrena en "La Feliz"

El plantel de San Lorenzo realizó esta mañana su primera práctica en Mar del Plata, ciudad a la que arribó ayer por la noche y donde realizará los trabajos de pretemporada, hasta el próximo 30 de enero.

Sin esforzar demasiado la máquina, teniendo en cuenta que mañana enfrenta a Boca, por el torneo pentagonal de verano, los dirigidos por Ramón Díaz se entrenaron en el club San Lorenzo de Mar del Plata. Los trabajos fueron físicos, tácticos y recreativos, finalizando con un partido en espacio reducido, del cual no participó Diego Rivero, en principio por una sobrecarga muscular.

Por otra parte, los dirigentes de la entidad de Boedo siguen negociando por el delantero Gonzalo Bergesio, y fuentes azulgranas aseguraron que en las próximas horas el ex Platense, Instituto y Racing, actualmente en el Benfica de Portugal, se podría sumar a la delegación que se encuentra en Mar del Plata.

En cuanto al "bombazo" que prometió Ramón Díaz no hay novedades, pero todas las miradas apuntan a un intento de contratación de Marcelo Gallardo, pero todo dependerá de lo que decida el ex jugador de River.

En El Globo

Los integrantes del plantel de Huracán, cuerpo técnico y jugadores, celebraron por el gran 2007 y auguraron un buen 2008 ayer por la noche en el Parador B-12, de Punta Mogotes, en una fiesta donde hubo baile, canto y un show humorístico.

Desde las 9.30 de la noche, hasta entrada la madrugada, con asado de por medio, los jugadores celebraron la obtención del ascenso del año pasado y la gran campaña que consiguieron en el torneo Apertura.

La diversión en la noche de Punta Mogotes, frente a un inclemente mar que está dejando a la zona sin playa, no sólo pasó por la actuación del trío cómico los "Americones", sino por la actitud de querer pasarla bien de parte de todos los jugadores.

En el curso de la velada, los jugadores, con varios tipos de cánticos, sin eufemismos le pidieron al cuerpo técnico la noche libre o "por lo menos un rato". Pero cuando los discursos finalizaron, el profesor Javier Valdecantos los encaró con una sonrisa poco habitual en él, dando la sensación de que les daría el gusto. Pero no: los mandó a todos al micro, para retornar al hotel donde están concentrados en la ciudad de Mar del Plata.