Esta madrugada, en pleno centro
Un hombre murió después de ser golpeado en un asalto
 El jefe de la URI, Juan Ruiz, esta mañana recabó más información con la gente del lugar. Foto: Danilo Chiapello

Ocurrió en la ex estación de servicios de 1° de Mayo al 1900, hoy minimercado y lavadero. Durante el robo, el hombre fue agredido. Tras hacer la denuncia falleció en el interior de un automóvil.

El sereno de una ex estación de servicios, ubicada en el corazón de la zona céntrica, murió esta madrugada poco después de sufrir un asalto donde fue duramente golpeado.

Tan grave episodio ocurrió hoy, minutos antes de las 2, en el predio de 1° de Mayo al 1900, donde ahora funciona un lavadero de autos y un minimercado con cabinas telefónicas.

Dicho lugar estaba a cargo de Gregorio Daniel Rodas, de 53 años, un hombre que por su amistad con los propietarios del negocio, se ganaba algunos pesos extra trabajando como empleado.

Con un palo de escoba

El hombre se preparaba para afrontar otra larga jornada nocturna cuando de repente aparecieron en escena dos sujetos. Según se cree, un tercer hombre había quedado en las inmediaciones oficiando de "campana".

Como fieras hambrientas se lanzaron sobre el sereno sin ninguna contemplación. Así y todo -superado en número y en su fuerza por la edad- el hombre resistió el atraco y enfrentó a los delincuentes.

La pelea duró hasta que uno de los rufianes empuñó un palo de escoba, lo puso a la altura del cuello de la víctima y lo tomó desde atrás. De este modo logró controlar los movimientos del sereno.

En simultáneo, el otro ladrón ingresó al minimercado y se alzó con los pocos pesos que había en el interior de una cajita metálica.

Una vez logrado su objetivo sus autores se dieron a la fuga de a pie, no sin antes lanzar amenazas de muerte.

Antes del fin

Luego de ocurrido el atraco llegó al lugar un amigo de la víctima. Ni bien se enteró de lo sucedido ambos partieron en un automóvil particular en dirección a la seccional 1ra. para hacer la denuncia.

Fiel a sus costumbres Rodas realizó este trámite de modo verbal. Cuando vio al primer policía le dijo en la cara "mire señor... dos tipos me terminan de asaltar. Me golpearon y la caja registradora está tirada en el suelo".

Ante tamaña declaración el oficial contestó que "ya vamos para allá con el sumariante".

Rodas volvió a subir al auto de su amigo y ambos se dirigieron hacia el lugar de trabajo. Tenían detrás el patrullero de la seccional y varios móviles del Comando que comenzaban su tarea.

Pero a poco de arribar todos observaron aterrados que el sereno comenzó a convulsionar adentro del auto. Segundos después se produjo su deceso.

"Carita", Pablo y Ramón

Con los datos que se tenían de las características de los asaltantes los policías iniciaron la búsqueda. Toda la zona céntrica fue escenario de intensos operativos del tipo "rastrillo".

Los procedimientos dieron sus frutos al rato cuando se supo de la detención de algunos sujetos.

El primero es un tal "Carita", de 27 años. Este individuo cuenta con abultados antecedentes policiales y tiene domicilio a sólo dos cuadras del lugar del hecho.

Luego se detuvo a un tal Ramón, de 25 y un tal Pablo, de 31, ambos también con gruesos prontuarios, y apresado en cercanías de la ex estación de servicios en pleno centro.

Autopsia

Poco después se hizo presente el médico policial el que dictaminó que no podía determinar con precisión las causas del fallecimiento, pero que en virtud de presentar la víctima un golpe en su cabeza aconsejaba la realización de una autopsia.

Con estos datos el jefe de la URI, comisario Juan Ruiz, llegó hasta el domicilio del juez Ferrero -instrucción en turno- quien coincidió con el médico de la repartición.

Por último el magistrado ordenó que todas las actuaciones sean remitidas a la sección Homicidios.

Danilo Chiapello