"Desapareció una noche"
En el corazón de las tinieblas
Fuera de serie. Sorprendente debut del actor Ben Affleck como director. En la foto, Casey Affleck (su hermano) con Amy Ryan, quien interpreta a la madre de la nena desaparecida, en este sólido policial que guarda similitudes con el caso Madelaine. Foto: Agencia Télam

El realizador Ben Affleck debuta con una propuesta poco convencional en relación a la media del cine hecho en Hollywood, sorprendiendo con una trama nada sencilla, que exige estar atentos a sus giros. Muy dura en algunos momentos, pero sin llegar a ser pretenciosa, evitando el regodeo escabroso y donde la violencia está al servicio de su principal intención: la paradoja de los dilemas morales.

"Gone baby gone" (tal el título original), está basada en la novela homónima del escritor Dennis Lehane, el autor de "Río Místico", cuyas historias -más allá de su crudeza y sordidez- son siempre afiladas críticas que desnudan profundos conflictos en una sociedad con sus lagunas éticas, muchas veces irresolubles.

El disparador de la acción es el rapto de una niña de cuatro años en un barrio popular de Boston. Pero esto es solamente la punta de un tenebroso iceberg, el comienzo de un laberíntico recorrido por el submundo de las drogas, el drama de familias deshechas, las sórdidas redes de pederastas y el doble discurso de quienes deberían proteger a los inocentes.

La película está narrada desde el punto de vista de un detective que reside en el mismo barrio donde ocurrió la desaparición (Casey Affleck, hermano del director). Un joven investigador privado que además se mueve en pareja (Michelle Monaghan, casi su alter ego femenino). Los familiares de la niña secuestrada lo contratan, porque desconfían de la efectividad de la policía oficial abocada a resolver el caso.

Con su inexperiencia, pero también con sus buenas intenciones, este detective librará una permanente lucha entre su idealismo y la cruda realidad, siendo especialmente revelador el contrapunto con la visión de los investigadores más veteranos, especializados en casos infantiles (Morgan Freeman y Ed Harris, con actitudes contrapuestas por causas diferentes).

Más que un simple policial

El respeto a la fuente novelística, que privilegia partes habladas antes que la sugerencia creativa de las imágenes, acarrea algunas limitaciones narrativas desde el punto de vista cinematográfico, que sólo apela al uso clásico de algún flashback o a la esporádica utilización de la cámara en mano, pero que finalmente logra superar los moldes de telefilme de su metraje inicial.

"Gone baby gone" va acrecentando el interés del espectador con un suspenso atrapante aunque no continuo, hasta que sobrevienen los ases inesperados (algunos al borde de lo verosímil), que permiten una lectura diferente del conflicto.

A medida que la película avanza, surgen algunas secuencias bien logradas, que tienen la meritoria claridad de no detenerse gratuitamente en detalles morbosos.

Enhebrado como un rompecabezas, con momentos casi documentales, el filme trasciende el género policial para definirse como un drama de suspenso sobre dilemas morales. Una inquietante exploración de las miserias y tinieblas del corazón humano.

FICHA TÉCNICA -

DESAPARECIO UNA NOCHE

Calificación BUENA (***)

TITULO ORIGINAL: Gone baby gone. PROCEDENCIA: Estados Unidos (2007)

DIRECCIÓN: Ben Affleck. GUIÓN: Ben Affleck y Aaron Stockard sobre la novela de Dennis Lehane. INTÉRPRETES: Casey Affleck, Michelle Monaghan, Morgan Freeman, Ed Harris, Amy Ryan, John Ashton y otros. FOTOGRAFÍA: John Toll. MONTAJE: William Goldenberg. MéSICA: Harry Gregson Williams. DURACIÓN: 113 minutos.

Rosa Gronda