Tras la rueda de reconocimientos
Cuatro policías quedaron detenidos por la extorsión a los turistas
Los efectivos de la Patrulla de Caminos fueron identificados en una rueda de reconocimiento por Mercatante y Balmont López. Otros tres agentes quedaron imputados por encubrimiento. Un perito que investiga las amenazas al canciller del consulado español recibió dos intimidaciones.

Corresponsalía Rosario.- La extensa rueda de reconocimiento que protagonizaron ayer los dos turistas que denunciaron haber sido extorsionados por un grupo de policías de la Patrulla de Caminos dio un resultado contundente: cuatro agentes que cumplían funciones en el peaje de General Lagos quedaron detenidos e imputados de extorsión, privación de la libertad y robo.

Otros tres efectivos quedaron involucrados por encubrimiento en la causa que investiga la jueza de Instrucción Nº 6 Raquel Cosgaya, en la que ayer también se abrió un nuevo capítulo con las amenazas que sufrió un perito informático que investiga las llamadas intimidantes que recibió el viernes pasado el canciller del Consulado de España en Rosario, Gerardo Hernández.

Reconocidos

Durante la extensa rueda de reconocimiento, que se llevó adelante en el subsuelo de los tribunales rosarinos, bajo un importante despliegue de seguridad de la Tropa de Operaciones Especiales, Santiago Mercatante y su primo español Jorge Balmont López identificaron entre unos 50 individuos vestidos con uniformes policiales a los cuatro efectivos que -según la denuncia- los extorsionaron el viernes 11 de enero en el peaje de General Lagos.

Siete involucrados

Por eso, cuatro efectivos de la Patrulla de Caminos quedaron detenidos, acusados de extorsión, privación de la libertad y robo, mientras que otros tres uniformados fueron imputados por encubrimiento.

La jueza Cosgaya tenía previsto que hoy los dos turistas observaran una serie de fotografías para ver si pueden identificar a un agente que aparentemente no estaba entre los que ayer pasaron por la rueda de reconocimiento.

Los cuatro policías que fueron reconocidos por Mercatante y su primo español Balmont López fueron trasladados al penal de la Alcaidía Mayor de Jefatura. Los abogados defensores de los efectivos adelantaron que pedirán en las próximas horas la liberación de los policías.

Graves cargos

Los uniformados están imputados de extorsionar y robar a los dos turistas que el viernes 11 de enero pasado fueron detenidos por un grupo de agentes de la Patrulla de Caminos en el peaje de General Lagos, donde primero los acusaron de no llevar los remitos de los artículos de peluquería que transportaban en el baúl del vehículo.

Después, les dijeron que, si no les daban cinco mil pesos, los acusarían de llevar pastillas de psicotrópicos.

Según denunciaron los turistas, los policías les quitaron unos mil pesos y después le ordenaron a Balmont López que pidiera a sus familiares en España el envío de una suma importante de euros.

El joven español llamó por teléfono a sus parientes y luego se dirigió con su primo y cuatro policías hasta una agencia de Western Union, donde retiraron un giro de 800 euros que fueron a parar a los bolsillos de los uniformados.

Mercatante y Balmont López se dirigieron al Consulado español en Rosario, donde, tras recibir el asesoramiento del canciller del Consulado de España, Gerardo Hernández, fueron a realizar la denuncia ante el Juzgado Nº 6, a cargo de Raquel Cosgaya.

Daños colaterales

A la par que la investigación avanzó, el caso tuvo otras ramificaciones. Hernández denunció el viernes pasado que recibió una llamada a su teléfono celular en la que una voz anónima lo calificaba de "buchón" y que iba "a terminar en una zanja".

Ahora trascendió que el perito informático que investigó las llamadas que recibió el diplomático español también fue intimidado.

El técnico de la Sección Informática de la URII había identificado que la amenaza que había recibido el funcionario ibérico provenía de un teléfono público que se halla en las inmediaciones de la Terminal de Ómnibus de Rosario.

"Dejate de joder o tus hijos van a terminar en una zanja con el cónsul", decía el papel que le dejaron en su auto. El policía denunció el fin de semana en el juzgado de Cosgaya las amenazas sufridas. Al día siguiente, el perito volvió a recibir otra intimidación.

Le tiraron por debajo de la puerta de la casa de un familiar una nota que decía "Hay una para cada uno" y en el reverso del papel estaba pegada una bolsita con la punta de una bala 9 mm, el calibre que utiliza la policía.