El presidente italiano comenzó la ronda de consultas para hallar una salida a la crisis
Incertidumbre institucional en Italia tras la renuncia de Romano Prodi
Sin confianza. Romano Prodi no obtuvo los votos necesarios de apoyo a su gobierno en el Senado por lo que presentó su renuncia. Foto: AGENCIA EFE

El presidente Giorgio Napolitano, un veterano del antifascismo, ex miembro del otrora Partido Comunista Italiano y artífice del giro hacia la socialdemocracia de esa organización, es en este momento el árbitro de la crisis política que atraviesa Italia.

El jefe del Estado italiano, Giorgio Napolitano, celebrará desde hoy y hasta el próximo martes las consultas con los representantes políticos del país para decidir si se convocan elecciones o se forma un gobierno provisional, tras la dimisión ayer del primer ministro, Romano Prodi.

Prodi presentó su dimisión a Napolitano después de que el Senado le negara la confianza por 161 votos frente a 156, con una abstención y cuatro legisladores ausentes.

El primer ministro pidió una moción de confianza al Parlamento -que superó en la Cámara de los Diputados- después de que el partido aliado democristiano Unión Demócratas para Europa (Udeur) anunciase su retirada de la coalición.

El abandono del Udeur, que contaba con 14 diputados y tres senadores, dejaba en minoría al gobierno en la Cámara Alta, donde desde el principio de la Legislatura contaba sólo con dos escaños de ventaja.

Udeur es la formación del ex ministro de Justicia Clemente Mastella, quien renunció tras revelarse que era objeto de una investigación judicial por abuso de poder.

Mastella votó contra Prodi, al igual que otro senador de su formación y de dos senadores liderados por el moderado ex primer ministro Lamberto Dini, fundador del Partido Libertal Democrático.

En total cuatro senadores de la mayoría, elegidos en abril de 2006 con la coalición de centroizquierda, le dieron el golpe de gracia al gobierno de Prodi, quien contó siempre con una mayoría muy limitada.

Batalló hasta el final

El jefe de gobierno, que se retiró de la sesión plenaria antes de la conclusión de la votación, dio batalla hasta el final, y explicó que en lugar de renunciar directamente prefería someterse a la confianza del Senado por "respeto a las normas". "Estoy aquí porque no se puede huir del juicio de quien representa al pueblo", advirtió Prodi antes de la votación.

Tras el anuncio de la derrota, la oposición de derecha estalló en un largo aplauso acompañado del grito "elecciones, elecciones".

"Vamos derecho a las urnas, qué satisfacción", declaró el líder de la derechista Alianza Nacional, Gianfranco Fini.

"Ahora sólo quedar ir a votar. El gobierno cayó por su propia cuenta, ha sido una implosión", comentó el líder de la oposición de derecha y ex jefe de gobierno Silvio Berlusconi, rival histórico de Prodi.

En tanto, por el momento, Napolitano no se ha pronunciado sobre la dimisión de Prodi.

Según el calendario publicado por la jefatura de Estado, hoy acudirán al Quirinal los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, Franco Marini y Fausto Bertinotti, respectivamente, y los representantes del Grupo Mixto en el Parlamento.

Napolitano se entrevistará mañana con los pequeños partidos tanto de la coalición de centroderecha como de centroizquierda, y el domingo se interrumpirán las consultas.

Más consultas

A partir del lunes, le tocará el turno a las grandes formaciones políticas y concluirá, como es tradicional, consultando a los ex presidentes de la República Francesco Cossiga, Oscar Luigi Scalfaro y Carlo Azeglio Ciampi.

Los caminos que puede indicar Napolitano son varios pero los que tienen más posibilidades son la celebración de elecciones anticipadas o la formación de un gobierno "técnico" de transición, es decir presidido por un independiente, para llevar a cabo algunas reformas urgentes como la aprobación de una ley electoral.

Napolitano siempre ha indicado la necesidad de aprobar una nueva ley electoral para evitar que se produzcan los problemas que se han visto en esta Legislatura y, según los medios locales, preferiría la formación de un gobierno técnico.

Los medios de comunicación comienzan a barajar los nombres de los primeros candidatos a dirigir un gobierno de transición, entre los que se encuentran el actual presidente del Senado, Franco Marini, y Gianni Letta, brazo derecho del líder de la oposición Silvio Berlusconi, pero muy apreciado también en las filas del centroizquierda.

Opiniones divididas

Las fuerzas políticas han empezado hoy a revelar la opinión que expresarán al presidente de la República y los principales partidos de la oposición de centroderecha como Forza Italia de Berlusconi o Alianza Nacional exigen la celebración de elecciones en primavera.

Berlusconi dijo recientemente que los sondeos les dan 15 puntos por encima de La Unión y hoy agregó que sacarían, de celebrarse esta primavera los comicios, más de 30 senadores de diferencia al centroizquierda.

Los partidos de La Unión están divididos, los pequeños no descartan ir a las urnas, mientras que el Partido Demócrata pide que antes se reforme la ley electoral, la ley ideada por Berlusconi, que la impuso la pasada legislatura convencido de que le garantizaría el triunfo.

Calificada por sus redactores como "una cerdada", le salió rana y dio la mayoría a Prodi. Ahora, Berlusconi está seguro de que ganarán, de ahí que no tenga interés en cambiarla... de momento.

No alcanzó los dos años

Derribado por sus propios aliados, el segundo gobierno de Prodi no logró alcanzar ni los dos años, en la misma línea que los 63 Ejecutivos que ha habido en Italia desde la segunda gran guerra y que traen a la memoria a aquellos gabinetes breves y débiles con escasa capacidad de decisión.

Durante 20 meses Prodi ha tenido que lidiar con unos aliados enfrentados entre sí, a los que sólo unía el deseo de echar a Silvio Berlusconi del poder, pero que una vez logrado (ganaron las elecciones de 2006) fueron incapaces de ponerse de acuerdo en los grandes puntos, llevando al Ejecutivo prácticamente a la parálisis.

Prodi, de 68 años, es el líder de La Unión, la variopinta coalición compuesta por 14 partidos, que van -o iban- desde el democristiano Udeur a Refundación Comunista, los Radicales o Los Verdes, pasando por el Partido Demócrata, el más importante formado de la disolución del ex comunista Democráticos de Izquierda y el centrista La Margherita.

En este tiempo, el gobierno aprobó dos presupuestos generales del Estado, algunos decretos y poco más, debido no sólo al estrecho margen de votos que contaba en el Senado (158 La Unión frente a 156 la oposición conservadora de Silvio Berlusconi), sino también al enfrentamiento entre los aliados.

Entre las iniciativas que aún esperan está el proyecto de ley sobre parejas de hecho, al que se opuso rotundamente el ya ex ministro de Justicia, Clemente Mastella, el hombre que tras sacar a su partido de la coalición ha llevado a la caída de Prodi.

La crisis causada por la salida del Udeur de Mastella de La Unión la quiso resolver en el Parlamento y aunque se le sugirió que dimitiera antes de ser humillado en el Senado por sus propios aliados prefirió morir políticamente con las botas puestas.

EFE-AFP-Télam