La hora de la verdad
El "supermartes" se acerca y todos buscan atraer el voto de los latinos
Este martes, las primarias se desarrollarán en 24 Estados, entre los que figuran California, Nuevo México, Nueva York, Nueva Jersey y Arizona, donde existe una fuerte presencia de hispanos.

El suroeste de EE.UU., un gran imán de la inmigración ilegal en este país, será el epicentro de las reñidas elecciones del próximo "supermartes", en la que los candidatos cortejan intensamente el voto latino, afirmaron hoy expertos.

Un total de 24 Estados, entre ellos California, Nuevo México, Nueva York, Nueva Jersey y Arizona, participa en las primarias del próximo 5 de febrero, en las que los aspirantes demócratas y republicanos intentarán cosechar el mayor número de delegados para lograr la candidatura presidencial.

Los hispanos conforman la minoría de mayor crecimiento en EE.UU. (son el 14 por ciento de la población) y muchos analistas coinciden en que este año desempeñarán un papel decisivo en los comicios generales del 4 de noviembre.

Cecilia Muñoz, una analista del Consejo Nacional de La Raza, consideró que este año los latinos están bajo la lupa debido a que "han incrementado su participación en las urnas" en la última década.

Se calcula que más de nueve millones de latinos votarán en los comicios de noviembre, un incremento de más del 20 por ciento sobre 2004, aunque la cifra podría aumentar debido a las campañas de inscripción de votantes de diversos grupos pro-inmigrantes, según el Instituto de Política Tomás Rivera en California.

Harry Pachón, presidente del Instituto, señaló que la senadora Hillary Clinton goza de un amplio apoyo entre los latinos por el legado del presidente Bill Clinton entre este grupo y porque ha logrado afianzar el apoyo de líderes latinos con renombre nacional.

Tanto Clinton como el senador demócrata Barack Obama han invertido cuantiosas sumas de dinero en campañas publicitarias para conquistar el voto de los hispanos en los Estados del "supermartes".

Durante una conferencia telefónica, varios líderes latinos enfatizaron que Obama merece el apoyo latino por su compromiso con los asuntos más acuciantes de esta comunidad: la salud, la educación, la reforma migratoria, y el fin de la guerra en Irak.

Los legisladores demócratas Xavier Becerra y Raúl Grijalva insistieron en que Obama, como hijo de inmigrante, ha defendido los derechos de los latinos y han indicado que, "cuanto más gente lo conozca y vea su trayectoria, más votarán por él".

Al igual que el presidente John F. Kennedy, el primer presidente católico del país hace 48 años, Obama "logrará romper las barreras raciales", vaticinó Becerra.

Mientras, el ex secretario de Transporte Federico Peña minimizó las fricciones entre las minorías negra e hispana en EE.UU., al asegurar que el mensaje de Obama es uno de "inclusión y unidad".

Y es el mensaje que lleva a los latinos en anuncios en español, en un esfuerzo en el que también colabora el senador Edward Kennedy.

Según Temo Figueroa, uno de los directivos de la campaña de Obama, el candidato afroamericano tiene 90 oficinas en los 24 Estados del "supermartes", sus voluntarios distribuyen folletos bilingües y operan un "banco de teléfonos virtual" para responder al público.

Feroz campaña

Los candidatos mantienen una feroz campaña publicitaria entre los latinos, conscientes de que su voto será un factor decisivo en varios de los 24 Estados, especialmente en el suroeste del país, según el fondo educacional de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos (Naleo).

En Arizona, por ejemplo, el 29 por ciento de la población es de origen hispano, y la mayoría de estos votantes, cada vez con un mayor poder político a nivel estatal, se identifica con el Partido Demócrata.

En las últimas dos campañas presidenciales, Nuevo México ha sido también, según Naleo, uno de los campos de batalla de los candidatos, y podría serlo de nuevo este año. El 32 por ciento de los votantes allí es de origen latino.

En California, donde los latinos constituyen el 28 por ciento del electorado, la mayoría de los hispanos respalda a la senadora Clinton sobre Obama.

En estos Estados, precisamente, el problema de la inmigración ilegal y cómo resolverlo cobra especial fuerza en este ciclo electoral, algo que los candidatos no pasan por alto.

Tanto Clinton como Obama han visitado los barrios latinos -ambos aparecieron, incluso, en el popular programa de "El Piolín" en Los Ángeles, California- con su mensaje de apoyo a una reforma migratoria integral.

El senador John McCain, uno de los arquitectos de la fallida reforma migratoria en el Senado, ha tenido, por su parte, que modificar su mensaje y ahora asegura que se deben "resguardar" las fronteras.

Giuliani, víctima de su estrategia

La caída espectacular de Rudolph Giuliani marcó el fracaso del "héroe" del 11 de setiembre de 2001 y su estrategia de ignorar las primarias iniciales ni siquiera le permitió competir en su propio bastión: la batalla de Nueva York se disputa el martes en su ausencia.

Uno de los peores errores de cálculo en la historia electoral de Estados Unidos convirtió a Giuliani, favorito en las encuestas el mes pasado entre los republicanos, en el gran perdedor que arrojó la toalla el miércoles pasado.

La estrategia del ex alcalde de Nueva York de apostar a una victoria en Florida para luego ser catapultado como candidato nacional a los 63 años en las primarias del "supermartes" en más de 20 Estados, falló estrepitosamente.

Pero ése no fue el único factor y según los analistas Giuliani también fue víctima de un imponderable: el pésimo desempeño de la economía y el espectro de una recesión, que desplazó por completo en enero a las cuestiones de seguridad y la "guerra contra el terrorismo", su principal caballo de batalla.

"Eligió el tema equivocado", dijo a la AFP Steven Brams, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Nueva York. "La principal preocupación ahora es la economía y no el terrorismo, dado que no hubo ataques a gran escala contra Estados Unidos desde el 11 de setiembre" de 2001.

Desde su memorable arenga sobre los escombros de "ground zero", Giuliani contaba con ese rédito de popularidad, al punto de ser apodado "presidente 9/11", pero las preocupaciones de los norteamericanos evolucionaron.

EFE