River y un lindo desafío

Sebastián Abreu, uno de los referentes de River Plate, afirmó ayer que, pese a que guarda "un lindo recuerdo" de su paso por San Lorenzo, "las ganas de ganarle y convertirle" a su ex equipo "están", a seis días del choque entre dos grandes por la tercera fecha del Torneo Clausura.

"Lo que viví en San Lorenzo no se va a olvidar. Pase lo que pase, voy a seguir pensando de la misma manera. Va a ser un partido especial, pero las ganas de ganar y querer convertir van a estar, lógicamente", sostuvo Abreu en diálogo con Sportia de TyC Sports.

El delantero uruguayo aseguró que está "tranquilo", pese a no haber marcado en el triunfo de local sobre Gimnasia y Esgrima de Jujuy (2-0) ni en la derrota de visitante ante Universidad de San Martín de Perú (0-2), y destacó el crecimiento futbolístico del equipo en el empate 0-0 del domingo frente a Newell's, en Rosario.

"Ya va a llegar el gol. Lo importante es que el equipo crece y uno lo nota", puntualizó. "Estamos muy tranquilos, porque vamos mejorando. El equipo poco a poco va encontrando una base, una solidez", analizó.

Abreu, por último, se quejó de un supuesto penal que el árbitro Gabriel Favale no sancionó en Rosario. "(Rolando, defensor de Newell"s) Schiavi me cruzó el pie y me cortó la carrera. Ésa fue la sensación que me dio en la cancha y después lo pude advertir claramente por televisión. Perdí estabilidad y tropecé. Fue penal", sentenció.

Tema violencia

El presidente de River Plate, José María Aguilar, solicitó ayer, a través de los abogados del club, ampliar su declaración en el marco de la causa judicial llevada adelante por los incidentes ocurridos en la zona de quinchos del estadio Monumental, el 11 de febrero de 2007.

El magistrado que entiende en la causa, Luis Rodríguez, ya estableció oportunamente la falta de mérito de Aguilar, aunque el máximo dirigente riverplatense considera que podría aportar datos y detalles de interés para la investigación judicial.

En febrero de 2007, momentos antes del encuentro entre el local y Lanús por el Torneo Clausura, distintas facciones de la barra brava de River se enfrentaron en la zona de los quinchos del Monumental, lo que dejó como resultado varios heridos y la clausura del estadio por cinco fechas (luego se redujo la pena a sólo tres). Ese episodio de los quinchos marcó, además, el comienzo de la escalada de violencia que se desató en la interna de la barra.

El pedido de Aguilar para ampliar su declaración fue confirmado a DyN por el departamento de Prensa de la entidad de Núñez.