Alfredo Di Stéfano, el argentino que es ídolo en Real Madrid y al que el mundo tributó un merecido homenaje...
"Yo jugué al fútbol de casualidad"
El domingo, recibió el premio Uefa y fue descubierta una estatua en el Centro de Entrenamiento del Real Madrid. Dirigentes, ex jugadores y jugadores, políticos y famosos del espectáculo no faltaron a la cita.

Diego Torres - (Diario El País de España)

Alfredo Di Stéfano está harto de hablar de las cinco Copas de Europa. Se reclina en su asiento. Aprieta los dientes. Saca algo del bolsillo de su chaqueta. Y ordena: "Mira". En la palma de su mano descansa una medalla de plata con una inscripción gastada: River Plate-San Lorenzo de Almagro, 1947. "Fue el partido de mi debut", dice, "un amistoso en la cancha de Chacarita".

-¿Qué recuerda?-Había 16 jugadores. Los del primer equipo, en un banco, y nosotros, en el suelo. Me mira Moreno y me dice: "Y vos, ¿qué?, ¿no te ponés la venda?". "¿Yo, vendar? íSi ni sé lo que es una venda!". "Ten cuidado porque el campo está muy mal y, si te doblas un tobillo, tienes para dos meses". Me dijo cuatro cosas y llamó al utilero: "íOye, una venda para el pibe este!". íLos grandes me daban consejos! íPor eso salen jugadores de fútbol en la Argentina! Por eso la futura residencia de los chicos del Madrid tiene que estar donde se entrena el primer equipo. Se tienen que familiarizar con los grandes. Todo es cuestión de compañerismo. -¿Por qué le gusta leer el Martín Fierro?-Porque siempre aprendo algo. Y como hubo un tiempo en el que me gustó el campo... Mis padres se dedicaban a las cuestiones del campo, a cultivar patatas. Yo empecé a jugar al fútbol organizado a los 14 años en Los Cardales, un pueblito a 60 kilómetros de Buenos Aires. En el río Luján había hasta jabalíes. Y perdices. No gastábamos ni pólvora. Mi padre no quería saber nada de cazar. Había una escopeta en casa por si alguno se quería llevar los caballos o las vacas. Había gente que afanaba, que te llevaban las ovejas si te descuidabas. Había que estar atentos. íComo siempre! -¿Tenían coches los jugadores de River?-¿Coches? En mi barrio pasaba un coche cada media hora. Negri era el único que tenía coche. Era de una familia bastante buena. Antiguamente, la ilusión de jugar era por figurar más que por ganar dinero. ¿Qué iba a pensar la gente que iba a ser una profesión todo esto? íCuántos tipos conocí que eran futbolistas de potrero! íJugadores extraordinarios, que no hicieron carrera porque tenían que trabajar y llevar dinero a la familia! Yo jugaba en el barrio y decía: "¿Para qué voy a ir?". Estaba estudiando y mi padre tenía el campo. Yo leía las citaciones y decía: "íYo no voy!". -Pero se hizo profesional...-Vino un electricista, que era jugador de River y conocía a mi padre. Preguntó por la familia y mi mamá le contó que uno de los chicos jugaba muy bien al fútbol. Cuando me llegó la citación de River para una prueba, pregunté: "¿Quién me recomendó?". Mi mamá. -Una mala noticia...-Fui porque no tuve más remedio. Subí al tranvía 88 todo cabreado, hasta Chacarita, detrás del cementerio. Subo y veo a uno que entra con un periódico y dos botas de fútbol. Y me digo: "íÉste, seguro que va a probarse a la cancha de River!" Me miró y se sentó al lado mío. "Hola, ¿qué tal? ¿Vas a River?". "Sí, ¿y tú?". "Yo también". "¿De qué juegas?". "De ocho. ¿Y tú?". "Yo, también". "¿Y cuántos años tienes?". "Diecisiete". "Yo también". "¿Qué haces?". "Yo trabajo con mi viejo en el cementerio. Soy el que riega las flores". Se llamaba Salucci. -¿Pasó la prueba?-Los dos. Nos miraron 30 minutos. Al final, nos esperaba el entrenador a la salida. Era Peucelle. "¿Tenés el DNI vos?", me preguntó; "Dámelo". Y así quedabas para toda la vida enganchado. Con la firma no te quedaban más recursos. El club mandaba. -¿Cuánto le pagaron?-En Tercera te daban 20 pesos por partido ganado. Con el primer premio me compré un traje talla 49 en una tienda que se llamaba Auténtico y, después, fui a comprarme dos pantalones en la sastrería Casa Braulio. -¿Volvió a jugar al barrio?-Tenía que ir porque, si no, me trataban de engrupido. "Y el engrupido este... ¿Qué se cree que es? ¿Que porque juega en River puede hacerse el boludo? íNoooo!". Y entonces, claro, cuando empecé a crecer, me preguntaron: "¿Cómo se hizo profesional?" íYo jugué al fútbol de casualidad! Porque mi vieja habló con un electricista.

"Moreno fue un artista"

-Pero Moreno fue su mayor referencia...

-Moreno fue... ¿Qué sé yo? Artista en todo. Artista en el fútbol, artista en su vida privada, artista de cine, artista de teatro, artista para el baile. Era diez años mayor que yo. Su padre era agente de policía. El otro día estaba viendo un partido de Tigre en su cancha en la tele. Y le digo a mi hija: "íMadre mía, ahí estuve yo hace 60 años!". Nos jugábamos el campeonato y nos tiraban de todo. Entramos al campo y a Moreno le tiraron un candado de vagón de tren que le raspó la cabeza. "Fanfa, mire, está sangrando", le dije. Yo era el único que le decía "Fanfa" (por fanfarrón). "Fanfa, tienes sangre por todos lados!". Y me responde sin inmutarse: "íCállate la boca, que un jugador de fútbol no se entrega jamás!".

-Dicen que en Madrid su fútbol se completó. Pero en River debió reemplazar a un mito: Adolfo Pedernera. ¿Cómo fue su transformación?-Tácticamente, alcancé mi madurez en Bogotá. En el barrio jugaba de interior, por la derecha o por la izquierda. Me gustaba. Cuando fui a River, me pusieron de wing derecho y me venía atrás, y me mandaban para adelante. Pero se lastimó el delantero central y dijeron: "A éste, como es muy rápido, vamos a ponerlo ahí a ver qué pasa". Y yo me iba para arriba. Pero Peucelle me dijo: "No, usted tiene que tirarse atrás. ¿No vio jugar a Pedernera? Bueno, ahí". Fuimos a la cancha de Atlanta y ganamos 7-0. íPartidazo! Y yo jugando de centro-forward a lo Pedernera. íNi un gol hice! Estaba amargado y me fui al vestuario. Vino Peucelle y me dijo: "íBien, Alfredo, así se juega!". Y yo: "¿Así se juega? íSi no hice ni un gol!". -¿Por qué ese River fue tan innovador?-Moreno bajaba, Pedernera bajaba, Loustau bajaba... Bajaban todos menos Labruna, que se quedaba un poco más arriba. Cruyff hacía lo mismo. Se tiraba atrás y no sabías si era un once, un siete o un diez. Antes no era así. Cuando llegué al Madrid, había que jugar con el ariete en punta. A mí no me gustaba porque a veces no hay jugadores para eso. Porque aquí, cuando los defensas marcaban al delantero centro, lo marcaban a muerte. Uno, encima, y el otro, a la espera. -¿Qué es lo primero que supo del fútbol europeo?-No supe nada hasta que Zubieta y Lángara fueron a Buenos Aires. Yo vi el 4-1 de San Lorenzo a River, con cuatro goles de Lángara. Estaba con mi viejo detrás del arco. Lo vi hacer un gol con el hombro, el primero. Uno con la derecha, otro con la izquierda y otro de penal.

"Messi es más fuerte que Maradona"

-¿Qué le parecen los sueldos que se pagan ahora?

-Hay que ver la cantidad de intrusos que viven del fútbol. Es una cadena. Cuando me dicen que los jugadores ganan demasiado, yo digo: "íY deberían ganar más!". Porque hay 400 millones de personas pegadas a ellos, quedándose con una parte. Dicen que ahora hay una organización terrible. En la época nuestra, nos comíamos dos platos de espaguetis y nos íbamos a jugar con la panza llena. Ahora resulta que los tipos de antes eran unos sabios porque ahora lo único que comen para jugar son fideos. ¿Qué pasa?

-¿Evolucionó la táctica?-íQué va a evolucionar! Alrededor del fútbol se exagera todo. En mi época, el técnico era un tipo con un buzo azul que tenía cuatro tiras de esparadrapo negro para hacer una E. Ahora se habla mucho. Hay mucha poesía, mucha novela. Cuando un jugador está en la cancha, nunca se vuelve al banquillo y le pregunta a su entrenador: "¿Qué hago? ¿Le pego así o así?". Para la táctica lo único que necesitas es tener a tres o cuatro tíos dentro del campo que sepan lo que es un equipo. "íCuidado con éste!". "íDéjamelo, que yo lo mato!". "íYo te la mando ahí...!". Es cuestión de oficio, de picardía, de saber estar. Por eso, no es lo mismo tener 18 que 28. Por más que a los 18 juegues de maravilla, por más que seas Messi... Mucho empalaga. Y gambetear en el medio del campo está bien. Sí. A dos, a tres rivales, pero, ¿y si te afanan la pelota? íAdiós, muy buenas! Ahora, lo del loco éste de Messi... Es un espectáculo. Yo lo estoy estudiando ¿Qué cree? Lleva el balón así, cortito, tic, tic. El secreto es el toque cortito y la fuerza. Es potente. Es como Gento de fuerte. Es más fuerte que Maradona. -¿Qué jugadores le gustan?-El mejor de todos, con Messi, es Cristiano Ronaldo. Tiene una velocidad del carajo. ¿Qué manda en el fútbol? La técnica y la velocidad. ¿Por qué el Madrid ha tenido problemas? íPorque no ha tenido velocidad! -¿Qué pensaba del fútbol europeo cuando se vino?-En el 50, después de volver de la gira por Europa con Millonarios, estaba comprando mortadela con mi hermano en una rotisería y le dije: "Mira, yo me voy a España. A éstos les pego un amague así y los dejo atrás a todos". Después, ya en España, cuando les pegaba un amague, los tenía otra vez ahí. Recuerdo que le escribí una carta a mi hermano: "Mira, aquí, les pegas 40 amagues, pero siempre los tienes encima". Era diferente. Y la preparación atlética, también. En la Argentina, era todo creatividad. Aquí, era todo físico. Todos saltaban de cabeza, todos jugaban con ariete. En la Argentina, si llovía, se suspendía la jornada. En España, se jugaba con lluvia y con balas. -¿Pegaban más que ahora?-Los marcajes eran más sanos. Ahora agarran. Hacen muchas faltitas. En vez de hacer un esfuerzo superior para derribar al rival o para anticiparse y despejar, lo agarran. Total, una amonestación. Total, después, con cinco amonestaciones, estás suspendido. Total, el club paga. Siempre, total.Di Stéfano es un hombre introvertido. Dice que el homenaje de la Uefa le da vergüenza. También habla con incredulidad de otras conmemoraciones: "Me han hecho una estatua. El otro día fui a verla. Están los escultores, los arquitectos... íEs como el obelisco! Fui con mi hija. Se quedó mirándola. "Papá, ítiene la boca abierta!', me dijo. "¿Y qué querés? íSi estoy gritando un gol!', le contesté".

Aquellas noches de cabarets

-¿Cuántas veces le pidieron que mencionase a los mejores jugadores de la historia?

-Siempre contesto lo mismo: Labruna, Pedernera, Moreno y Loustau.

-Hábleme de la delantera de La Máquina. Moreno decía que bailar el tango complementaba sus entrenamientos. ¿Eran muy noctámbulos?-Salían el día que tocaba salir. No es que jugaban bien porque iban al cabaret. Tampoco se tomaban una botella de whisky cada uno, como se dijo, porque la carrera del que se toma una botella de whisky no dura mucho y todos ellos jugaron hasta los cuarenta. A los cabarets se iba a bailar. No eran como los cabarets franceses. En Buenos Aires, la gente iba a ver las orquestas. El argentino es un bohemio diferente. No es el clásico que va al cabaret a buscar minas. El argentino va a lucirse, por la pinta. La anécdota más bonita de aquella época es la del Mono De Ambrosio. Un día fue la banda de Moreno al cabaret Marabú y le dieron diez pesos a una mina para que sacara a bailar al Mono, que no bailaba nada. Todos bailaban menos él. Entonces, se fueron todos a bailar y el Mono se quedó sentado. Y fue la chica y lo invitó: "¿Vamos a bailar?". Y él le dice: "No sabo". Le quedó Nosabo para toda la vida. "¿Qué tal, Nosabo?", le decíamos. Hasta que se casó. -¿Cómo jugaba De Ambrosio?-Un crack. Partido en cancha de River, contra Huracán. Yo estaba enfrente, en la tribuna. El Mono corría por la banda y estornudó. Vio que andaba el línea por ahí con la bandera levantada. Se la agarró y se sonó la nariz. El línea empezó a llamar al árbitro. Se armó un lío de aquéllos.

Si él lo dice...

Pavada de estímulo y de elogio para el pibe Messi. Di Stéfano dice que junto con Cristiano Ronaldo son los dos mejores jugadores de la actualidad. Que es más fuerte que Maradona, que lo está siguiendo de cerca, que lleva la pelota pegadita al pie, con toquecitos cortitos, tic, tic...

Di Stéfano no fue un hombre de andar por la vida desparramando elogios. Pero se ve que cuando menciona a Messi, se le llena la boca.

Es ídolo eterno del Real Madrid, pero no tiene empachos ni se cuida de nada cuando se refiere a un jugador del Barsa como el santafesino.

Lo dice Di Stéfano... Y si lo dice él, habrá que tenerlo en cuenta, ¿no?

Sus frases

* "íQué va a evolucionar la táctica! Lo único que necesitas son tres tíos en el campo que sepan lo que es un equipo".

* "River me citó por recomendación de mi mamá. Fui a probarme cabreado".

* "Atletismo, hockey, básquetbol... Lo único que no hice fue rugby. Era muy flaco".

* "A Moreno (el "Charro') le tiraron un candado de tren. "Sangras por todos lados', le dije. Él me miró: "íUn jugador no se entrega jamás!'".