éltimo líder histórico del comunismo
Fidel Castro deja la presidencia tras cincuenta años en el poder
Esta mañana realizó el anuncio a través de un mensaje publicado en la prensa gubernamental. Adelantó que no aceptará continuar con el cargo. Hace 19 meses que se encuentra convaleciente.

EFE/AFP

El líder cubano Fidel Castro renunció a la presidencia tras 49 años en el poder, según anunció en un mensaje publicado este martes en la prensa oficial, a cinco días de que el Parlamento defina la nueva cúpula del gobierno.

"No aspiraré ni aceptaré -repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de presidente del Consejo de Estado y comandante en jefe", afirmó el líder cubano en su carta firmada de puño y letra, con fecha del 18 de febrero a las 17.30 locales (22.30 GMT).

Sin embargo, nada mencionó de su cargo de primer secretario del gobernante Partido Comunista (PCC, único), que ocupa desde 1965, el cual significa una amplia cuota de poder en la isla.

éltimo líder histórico del comunismo, Castro, de 81 años, anunció su paso al costado tras casi 19 meses de convalecer de una enfermedad -de origen intestinal- que lo llevó a ceder el mando del país con carácter provisional a su hermano Raúl, ministro de Defensa de 76 años.

Castro comunicó su decisión cuando faltaban cinco días para la histórica sesión del Parlamento, en la que debía ser postulado para la reelección como presidente del Consejo de Estado -Ejecutivo- por cinco años más, y por tanto del Consejo de Ministros.

Con este anuncio deja el camino despejado a Raúl para ser electo presidente, sin que se descarte una eventual sorpresa -según analistas- en el caso de que el vicepresidente Carlos Lage, de 56 años, asuma como cabeza del Estado instalando una nueva generación en el poder.

"Vieja guardia"

"Afortunadamente nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución", subrayó Castro.

"Cuentan con la autoridad y la experiencia para garantizar el reemplazo. Dispone igualmente nuestro proceso de la generación intermedia que aprendió junto a nosotros los elementos del complejo y casi inaccesible arte de organizar y dirigir una revolución", agregó.

En diciembre, Castro había expresado en un mensaje escrito que no estaba aferrado al poder, ni obstruía el paso de las nuevas generaciones, pero en enero fue electo diputado y quedó técnicamente habilitado para una reelección presidencial el domingo.

"Traicionaría (...) mi conciencia ocupar una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total que no estoy en condiciones físicas de ofrecer. Lo explico sin dramatismo", afirmó en su misiva.

Desde marzo pasado, fuera de la escena pública, sólo visto en videos y fotos, Castro se dedicaba a escribir artículos de prensa bajo el título de "Reflexiones del comandante en jefe".

"No me despido de ustedes. Deseo sólo combatir como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título `Reflexiones del compañero Fidel'. Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche. Seré cuidadoso", manifestó.

Castro advirtió a los cubanos que "el camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos. Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis", añadió.

"Prepararse siempre para la peor de las variantes. Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse. El adversario a derrotar es sumamente fuerte, pero lo hemos mantenido a raya durante medio siglo", aseveró.

En su mensaje, Fidel señaló que nunca dejó de advertir que seguía una recuperación "no exenta de riesgos. Mi deseo fue siempre cumplir el deber hasta el último aliento. Es lo que puedo ofrecer", resaltó.

Desde su primera operación el 27 de julio de 2006, el dirigente comunista libró una batalla contra la muerte, golpeado por la edad y una salud que, según dijo, arrastra el abuso de "tiempos azarosos".

La noche del 31 de julio de 2006 Fidel Castro sorprendió a Cuba y al mundo con una histórica proclama en la que anunció que cedía el poder a su hermano Raúl, con carácter provisional, tras sufrir sangrados "sostenidos".

Sin revelar hasta ahora qué enfermedad le aqueja, Fidel admitió que estuvo al borde de la muerte. Tuvo varias cirugías y dependió por meses de "venas tomadas y catéteres", según confesó.

Récord mundial como gobernante, Castro es el único líder al que conocen siete de cada diez cubanos, por lo que su enfermedad abrió enormes interrogantes sobre el futuro de la isla.

La enfermedad que lo doblegó

La convalecencia de la enfermedad que llevó a Fidel Castro a dejar el poder, tras casi medio siglo desde el triunfo de la revolución en 1959, ha estado acompañada durante 19 meses de especulaciones, no pocos rumores y la constante incógnita sobre su estado de salud.

El 26 de julio de 2006, Castro apareció en público por última vez en una tribuna, en Bayamo y Holguín, en el oriente de Cuba, donde realizó una maratoniana jornada de discursos con motivo del día de la rebeldía nacional, la fecha más importante del calendario de la revolución cubana.

No volvió a aparecer más en el púlpito, ni lo hará ya como Comandante en Jefe de la Revolución, título que en Cuba está indisolublemente ligado al de jefe de Estado.

La incertidumbre sobre la naturaleza de su enfermedad y de su verdadero estado de salud hizo que fotografías, videos y mensajes se convirtieran rápidamente en noticia en aquellos meses, que, en el caso de los primeros, iban siempre con una coletilla en la que se diagnosticaba, por su aspecto, si el enfermo mejoraba o no.

La falta de información oficial sobre su enfermedad desató rumores, especulaciones y no pocas versiones de muerte.

Su último video se difundió tras una visita a Cuba del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el mes pasado.

El material fue breve y apenas tenía una frase suya: "Me he sentido muy bien", pero el contenido de la reunión con Lula fue pormenorizado por Castro en cuatro de sus "reflexiones".