Recomendaciones para padres y quienes tienen a cargo chicos
Niños y electricidad: una combinación fatal
Los accidentes no son casuales y, la mayoría de las veces, pueden ser evitados. Son el resultado de la negligencia o el desconocimiento de quienes los provocan o de quienes los sufren. Consejos para evitar accidentes con la electricidad en los menores.

Mariana Rivera

Una nena de 4 años falleció la semana pasada en una casa de Santo Tomé cuando estaba jugando y tocó un secarropas en funcionamiento. Fue un hecho trágico, un lamentable accidente por una descarga eléctrica que le quitó la vida. Pero se podría haber evitado.

La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) asegura que los accidentes constituyen la primera causa de muerte en los niños de 1 a 5 años y que los que ocurren como consecuencia de una electrocución suelen suceder porque los niños desconocen el riesgo que significa tocar enchufes o llevar cables eléctricos a la boca.

"No hay mejor medida de prevención que la presencia de algún adulto junto a los niños, ya que no deben quedar solos", aseguró la Dra. Ana María Redondo, jefa de la guardia del hospital de Niños Dr. Orlando Alassia de nuestra ciudad.

Si bien aseguró que no es mucha la cantidad de casos de electrocución que reciben en ese servicio al año, aclaró que es una patología de cuidados intermedios frecuente que se da, en especial, durante la época estival, "cuando los mayores nos relajamos en el cuidado de los niños y hay más probabilidades de que los niños estén al aire libre y en contacto con el agua", opinó.

Sin embargo, aconsejó que "todas las familias tendríamos que intentar tener un disyuntor en nuestras casas, que sería la máxima medida de prevención de los accidentes con electricidad. Hace años era un elemento caro pero ahora hay variedades y diferentes precios, más accesibles".

Un disyuntor diferencial es un dispositivo automático diseñado para cortar la corriente eléctrica cuando se presenta una sobrecarga o un cortocircuito, con el fin de evitar daños a los equipos conectados y la electrocución de quien sufre una descarga eléctrica. En una consulta telefónica realizada por El Litoral pudimos saber que estos productos tienen diferentes características, potencias y precios, pero que se pueden conseguir aparatos desde alrededor de 60 pesos.

Disyuntor y tapones

Rubén Huter está a cargo del Centro de Capacitación Santa Fe de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) y ofreció algunas recomendaciones a la comunidad para prevenir accidentes en el ámbito familiar.

Aseguró que "en las casas aumenta el riesgo de que ocurran accidentes con la corriente eléctrica como consecuencia de la gran cantidad de equipos que se manipula, ya que las instalaciones pueden no estar en condiciones. Éstas siempre deben ser diseñadas, ejecutadas y reparadas por personal con conocimiento, ya sea un electricista matriculado o una persona idónea".

Consultado con relación a la instalación de disyuntores diferenciales, Huter advirtió que "hoy la empresa exige su colocación en las casas ubicadas en el radio de los bulevares, mientras que en los barrios carecientes se pide la instalación de un pilar para el medidor y una protección termomagnética mínima, para evitar que, si ocurre un cortocircuito o una sobrecarga eléctrica dentro de la vivienda, la descarga no llegue hasta la red".

Al respecto, planteó que "no se deben dejar instalaciones precarias o reparaciones inconclusas, ya que muchos de los accidentes eléctricos ocurren en ellas. Además, las conexiones antirreglamentarias -al ser instalaciones eléctricas no habilitadas- permiten exponer a las personas a accidentes con importantes consecuencias e incluso con riesgo de vida, sobre todo para los niños".

En otro orden, Huter sugirió que "es preferible invertir 60 pesos (que es el costo aproximado de un disyuntor) en seguridad y no estar hablando después de un accidente y de las consecuencias que trae la descarga eléctrica en el cuerpo. También es aconsejable bloquear las entradas de los tomacorrientes ubicados en la parte baja de las paredes, para evitar que los niños (sobre todo los que gatean) introduzcan elementos conductores de la electricidad y evitar accidentes. Allí, se deben colocar tapones protectores".

Por último, el técnico de la EPE explicó que "según las normas Iram, todo artefacto de estructura metálica debe tener enchufe de 3 patas, es decir, que incluya una descarga a tierra. Por eso, en las casas se deben colocar tomacorrientes de 3 patas y garantizar que la pata más larga esté vinculada a tierra. De esta manera, ante una falla eléctrica en la instalación se produce la descarga a tierra".

Y agregó: "Si a pesar de todas las precauciones se produce el accidente primero se debe auxiliar a la persona que está sufriendo la descarga (no tocarla, desenchufar el artefacto que produce la descarga y cortar la llave general de la electricidad) y luego pedir ayuda. No se debe actuar instintivamente, sin medir las consecuencias".

Más información Centro de Capacitación Santa Fe, Empresa Provincial de la Energía: teléfono 450-5410 y 450-5411.

Cómo protegerlos

En el documento "Para la Vida", realizado en forma conjunta entre la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y Unicef, se plantean algunas claves para evitar los accidentes en general y los producidos con electricidad, en particular.

Opina que los accidentes son una verdadera epidemia; por su causa, se producen más muertes y discapacidades que por muchas de las enfermedades que padecen los niños. En gran número de países, incluida la Argentina, las estadísticas demuestran que la causa de mortalidad más frecuente entre 1 y 34 años son los accidentes.

La prevención debe comenzar en el hogar así como en la escuela, los lugares públicos, el ámbito del trabajo y durante las vacaciones, tratando de crear hábitos y actitudes para que los niños se sientan más seguros y ayudarlos a detectar los factores de riesgo.

Tras advertir que cualquier niño puede sufrir un accidente en el hogar, sobre todo los menores de 5, menciona que -dado que el niño se encuentra en pleno desarrollo biopsicosocial- es necesaria la presencia y el cuidado permanente de un adulto responsable. Si un niño sufre pequeños accidentes en forma repetida, aunque éstos no tengan consecuencias, es importante detectar la causa y ponerse alerta, pues alguna razón psicológica o física puede estar jugando un papel en dicha repetición.

El control periódico de los aparatos eléctricos y de gas, la revisión de todas las instalaciones como conexiones a tierra, tomacorrientes y fichas, además de asegurarse de que no hay pérdidas de gas ni cables sueltos, son tareas que no deben ser olvidadas.

Además, sugiere que algunas situaciones de riesgo deben ser conocidas y detectadas por los padres para ayudar a prevenir los accidentes. También indica que cuando aumentan las exigencias que sufre el niño o las instalaciones de la casa no son las adecuadas, los padres deben extremar los cuidados, ya que los accidentes no son accidentales, y hay manera de prevenir la mayor parte de ellos.

Por último, menciona que, desde pequeños, las enseñanzas que reciban los niños resultarán de gran utilidad. Pautas y normas de conducta frente a factores de riesgo (enchufes en la casa, ubicación de las manijas de los recipientes en la cocina, etc.) pueden servirles para toda la vida. Y concluye diciendo que los niños deben ser protegidos y educados para prevenir los accidentes. Las medidas precautorias deben, si es posible, llegar hasta el detalle. Es mejor pecar por exceso que por defecto.

Jugar sin peligro

La Sociedad Argentina de Pediatría brindó los siguientes consejos para que los niños jueguen sin peligro:

-Los enchufes y tomas de juguete no deben ser compatibles con los reales de electricidad.

-Los juguetes eléctricos no son convenientes para los niños menores de 8 años.

-La batería o transformador de los juguetes que utilizan energía no debe ser mayor de 24 voltios.

-Los juguetes no deben estar fabricados con material fácilmente inflamable.

-Los veladores y lámparas con motivos infantiles no son juguetes y deben extremarse las medidas de prevención como con cualquier otro artefacto eléctrico.

-Algunos equipos de química pueden causar fuego o explosiones por lo que debemos ser en extremo cautelosos y vigilarlos cuando los usen. No son apropiados para niños menores de 12 años.

-Los fuegos de artificio y la pirotecnia no son "para jugar". Nunca debemos dárselos a un niño.

-Revise periódicamente la instalación eléctrica y el funcionamiento de los aparatos eléctricos.

-Instale disyuntor y tape los tomacorrientes.

-Evite tener alargues y enchufes en el piso y no deje los cables de los aparatos eléctricos colgando al alcance de los niños.

-Desenchufe los aparatos eléctricos cuando no los usa.

-Cumpla con las normas de seguridad en las instalaciones de gas y luz.