Dura advertencia de CRA
"Nos estamos comiendo el futuro de la carne"
Para la entidad es clave que el Gobierno comprenda que debe estimular la producción de carne.

Dyn/Campolitoral

Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) volvió a denunciar que el sector ganadero avanza hacía un callejón sin salida. La entidad asegura que los argentinos "nos estamos comiendo el futuro de la carne". Estos dirigentes sostienen que el problema central es que la política ganadera de los dos últimos años no estimula la producción.

Según un estudio de CRA, en base a números publicados por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA), la sostenida decadencia de esta actividad se prueba por la transferencia en el engorde del novillo pesado hacia categorías más livianas, que aumentó en el porcentaje final de faena de machos. También es importante considerar el notable incremento de la faena de hembras con posibilidades de ser futuras madres. Esta cuestión pone en peligro el proceso de reposición.

Los directivos de la entidad coincidieron en señalar que "esta nueva modalidad de faena acarreará, sin dudas, dificultades para el abastecimiento en el futuro, debido a una agudización en la falta de carne, causada por la menor presencia en la faena del novillo pesado y la merma en la reposición de vientres y, en definitiva, de carnes".

Las cifras

Para el análisis, se tomó la faena de bovinos a partir de 2005, cuando empezó la intervención del Gobierno, donde se puede obtener la dirección que tomó cada categoría por efecto de las medidas políticas tomadas.

En el 2007 se faenaron 930.360 animales machos más que en 2006, y ese año, a su vez, se faenaron 958.725 más que el anterior. Sin embargo, el stock ganadero se mantuvo, y se obtuvo la misma cantidad de terneros.

En consecuencia, CRA concluyó que la causa del aumento de la faena de machos fue la reducción en el tiempo de engorde. A criterio de la entidad, esto fue por intervenciones en las exportaciones, subsidios por hacer el novillo liviano y expectativas negativas sobre el futuro del sector.

De esta manera, se agregaron en un año, animales que tendrían que salir al año siguiente. La reducción en el tiempo de engorde, quedó reflejada en el aumento de la faena de novillitos en 2006 de más de 1,2 millones de animales, comparada con la de 2005.

La transferencia del novillo pesado al liviano se manifestó en los años siguientes, cuando se produjo un faltante de 500 mil novillos pesados para exportación en 2007, con una proyección de otros 500 mil para este año.

Esto se traduce en una reducción de un millón de novillos pesados de exportación, en comparación con 2005.

Además, en los últimos tres años se observó un aumento de la carne disponible para el consumo interno a expensas de un mayor número de animales para la faena.

Menos carne

Así, se produjo un punto de inflexión. En 2007 y en 2008 se producirán 110 mil toneladas de carne menos, a pesar de una mayor cantidad de animales faenados.

Esta nueva modalidad de engorde, de muy corto plazo, al depender de la zafra del ternero, desde marzo a junio de cada año, provoca la disponibilidad del animal terminado para el consumo interno en el segundo semestre del año. Asimismo, la evolución en la faena de vaquillonas y terneras durante los dos últimos años no hace más que demostrar que la política del Gobierno provoca un incremento en la faena de las categorías de hembras que podrían ser futuras madres.

Esta liquidación no cubre la reposición de vientres, lo que implica la futura disminución de la oferta de carne, impidiendo mantener el actual nivel de consumo per cápita.