Análisis
Domado
Por Enrique Cruz (h)

El ideal de cualquier entrenador es encontrar el esquema justo y los jugadores adecuados para llevarlo a la práctica. Por algo, los equipos que tuvieron éxito lo consiguieron a través de la continuidad en planteos y titularidades.

A eso lo saben todos; hasta Trullet, al que se lo criticó porque hacía cambios. Pero no hay que olvidarse que cuando encontró rendimientos aceptables supo mantenerlos y potenciarlos, como cuando armó aquella defensa sólida con Desvaux-Mosset-Vera, o yendo hacia atrás en el tiempo, cuando en la segunda parte del campeonato del "96 dio con el equipo y consiguió el ascenso con una formación que terminó arrasando rivales.

Claudio Gugnali le dio su propia forma a Unión. Lo hizo rápidamente y encontró eco en el plantel. Puso línea de tres en su primer partido, pero a partir del segundo o tercero, apostó a un 4-4-2 que transformó en propio e innegociable.

Sacando algunos puestos y rendimientos en los que necesita superaciones individuales, el equipo también está. Y los que esperan oportunidades, andan "afinados". Ejemplos: Pereyra entra y complica, Marcos Torres jugó bien el sábado, Sartor igual, Tarrito Pérez le metió un centro-gol a Zárate, etcétera.

Buenos síntomas, aunque falta mucho y se vienen partidos exigentes. Lo bueno es que Gugnali parece haber domado al plantel. No en lo disciplinario, sino en lo futbolístico. Se nota que lo conoce y trata de tener a todos los integrantes contentos. Y si no lo están, porque no juegan, incentivados a dejar todo en la cancha cuando les toque.