Barañao, a favor de una "lógica política de propiedad intelectual"

El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Lino Barañao, se manifestó a favor de una política "lógica de propiedad intelectual", durante un encuentro organizado por la Cámara de Comercio argentina-estadounidense (Amcham), en la que la consultora Ipsos presentó una encuesta sobre el nivel de aceptación de las copias pirata.

Según el trabajo, el 45 por ciento de las personas del grupo socioeconómico ABC1 -el de mayor poder adquisitivo- reconoció que compra artículos copiados si el precio es al menos un 50 por ciento inferior al del producto original.

En el encuentro organizado por la Amcham también estuvo presente el embajador de EE.UU. en el país, Earl Anthony Wayne.

"No es concebible el desarrollo productivo sin una política lógica de propiedad intelectual, que no exprese posiciones extremistas", dijo Barañao, quien se manifestó a favor de garantizar "las inversiones extranjeras y el desarrollo de la tecnología local".

El respeto a la propiedad intelectual se traduce en la vida cotidiana en la adquisición de productos y servicios originales y en el rechazo de la actividad pirata o ilegal de quienes copian, distribuyen y venden copias no autorizadas de esos productos.

Si bien la propiedad intelectual abarca desde el derecho de un escritor de novelas hasta el diseñador de un sobretodo, en la era del conocimiento con la facilidad para la copia y distribución de música, videos y software, se transforma en una herramienta sustancial para defender el trabajo de desarrolladores y creadores.

Resultados

El trabajo de Ipsos, presentado por el titular de la consultora, Manuel Mora y Araujo, arroja que sólo el 15 por ciento de los encuestados considera "ilegal" la compra de imitaciones o copias de productos.

En tanto el 55 por ciento del total relevado dice saber que están financiando con su compra una actividad ilegal y que esa situación "no les pesa", mientras que el 28 por ciento reconoce tener cierta "culpa" por la adquisición de copias truchas.

"Hay un tema macroeconómico, comercial, de derecho, pero esencialmente hay un problema cultural de la sociedad argentina que dice: hago lo que sé que no se debería hacer, es decir comprar productos que sé que son copias o truchos", dijo Mora y Araujo durante la presentación del trabajo.

Para demostrar que la compra de artículos copiados "no es sólo producto de la ligereza de los jóvenes o de consumidores de grupos socieconómicos bajos", Mora y Araujo remarcó que "el 45 por ciento de los encuestados de nivel ABC1", reconoció que compra un artículo trucho si el precio es al menos un 50 % menor que el original.

Ese porcentaje se extiende al 60 % en los grupos socioeconómico más bajos (identificados como el D1 y D2), y asciende al 72 % entre los encuestados que tienen menos de 29 años.

Del total de personas consultadas, el 58 % dijo que compraría el producto copiado si se lo ofrecen a mitad de precio, el 33 % negó esa posibilidad y un 9 % prefirió no contestar.

En este mismo grupo de estudio, cuatro de cada 10 afirmó que su poder adquisitivo se mantuvo estable durante el año 2007 y el 40 por ciento consideró que su situación económica "no va a empeorar" en los próximos doce meses.

En general, los artículos piratas que lideran el ranking de aceptación de los consumidores son los CDs (música o software), ropa, DVDs (películas) y zapatillas.