Buscarán reducir el sufrimiento de los animales
Canadá modificará caza de focas para reducir actos de crueldad
En lugar de golpes se deberán cortar las arterias para que el animal no sufra. Foto: Archivo El Litoral

El gobierno canadiense anunció hoy que establecerá nuevas medidas para que la caza de focas sea menos cruel y evitar que los países europeos impongan el embargo a la importación de pieles de esos animales.

EFE

Las autoridades canadienses también anunciaron que este año permitirán la caza de 275.000 focas arpa, de las cuales 4.950 estarán destinadas a los cazadores indígenas. El año pasado el país autorizó la caza de 270.000 focas.

Según el Ministerio de Pesca canadiense, "el gobierno ha tomado medidas para asegurar que la caza sigue realizándose de una forma humana, adoptando recomendaciones del Grupo Independiente de Trabajo de Veterinarios".

Las autoridades canadienses no especificaron los detalles de las medidas pero el periódico "The Globe and Mail" informó hoy que las nuevas normas obligarán a los cazadores a cortar las arterias de los animales para asegurarse que mueren de forma rápida y reducir así su sufrimiento.

En diciembre del año pasado, el Panel de Salud y Bienestar Animal de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (Efsa) divulgó los resultados de un estudio que tenía como objetivo evaluar si se podía matar a las focas de manera rápida y efectiva sin causarles dolor, miedo y otros tipos de sufrimiento evitables.

Los científicos europeos concluyeron que hay formas de evitar el sufrimiento, pero en la práctica no siempre se aplican y esos animales mueren de forma lenta y agónica.

Organizaciones de defensa de los derechos animales aprovechan cada año la apertura de la temporada de caza de focas en las costas atlánticas canadienses para protestar contra la práctica, que consideran inhumana e injustificada.

El estudio de Efsa será una de la piezas básicas que los países de la Unión Europea (UE) utilizarán para decidir a finales de este mes si dictaminan la prohibición de la importación de pieles de focas, lo que podría devastar la caza comercial canadiense.

Las nuevas medidas que adoptará Canadá para cazar focas se aproximan a lo recomendado por los científicos europeos.

En los últimos años Canadá ha lanzado intensas campañas de relaciones públicas en Europa para contrarrestar lo que califica como "industria de protestas" y el insaciable apetito de las organizaciones ecologistas para recaudar dinero.

Números contradictorios

Hasta ahora, los cazadores canadienses estaban obligados a comprobar que las focas estaban muertas antes de despellejarlas tocando los ojos del animal para observar algún tipo de reacción. Pero este método en muchas ocasiones no puede realizarse por las condiciones en que se realiza la caza.

A pesar de ello, el gobierno canadiense afirma que el 98 de las focas son muertas sin crueldad.

Sin embargo, estudios de la organización Ifaw, que protesta contra la caza de focas desde mediados de los años 60, señalan que hasta un 42 por ciento de las focas muertas "probablemente estaban conscientes cuando fueron despellejadas".

El ministro de Pesca canadiense, Loyola Hearn, también señaló en un comunicado que Canadá ha empezado a evaluar el tamaño de la población de focas arpa, adelantando el conteo un año.

Las organizaciones ecologistas han advertido en el pasado que el nivel de caza permitido por Canadá (alrededor de 1.270.000 ejemplares en los pasados cuatro años) puede tener consecuencias catastróficas para la especie ante los efectos del calentamiento global.

Las focas arpa utilizan los hielos flotantes del Atlántico para dar a luz sus crías, pero en los últimos años las malas condiciones del hielo en la costa atlántica canadiense se han traducido en una elevada mortalidad de las mismas, que constituyen el grueso de la caza canadiense de focas.