La Asociación de Familiares de Víctimas Inocentes de la Inseguridad marchó hoy por pedido de audiencia con el gobernador Hermes Binner y la pretensión de justicia ante la Corte Suprema. Caminaron desde la Plaza del Soldado hasta la Casa de Gobierno.
De la Redacción de El Litoral
"No es justo que te arrebaten la vida de un hijo sin ningún motivo". La súplica de Mirta, cuyas lágrimas recuerdan el asesinato de Yonatan de 16 años, en medio de decenas de mujeres que pasaron por la misma situación, es que haya justicia, que "paguen" quienes le "arrebataron" un pedazo de su propia vida, cambiándole el curso para siempre.
Como ella, los familiares y vecinos de Pablo Contreras, Gabriel Pintos, María Florencia Morello, Rodrigo Betinelli, José Yaber, Alvaro Costa, Pablo Quinteros, María Retondo de Prato, Gabriel Sebastián Rosales, María Inés Prieto, Claudio de Vargo, Erika López, Hernán Bovier, Rubén y Eduardo Matioli, Gustavo Disterizzi, Lisandro Zuliani, Claudio Fedulero y Mario Laracca, se reunieron esta mañana en la Plaza del Soldado para marchar hasta la Casa de Gobierno y los Tribunales Provinciales en reclamo de "la garantía de seguridad de los derechos que le asisten a la víctima".
Todos ellos murieron por casos de robo de "20 pesos" u otras causas "injustificables". Por eso, como explicó Norma Castaño de la Asociación de Familiares de Víctimas Inocentes de la Inseguridad, esperan "justicia, que un gobierno escuche, decisión política para que no haya más muertes" y "que escuchen a estas madres que hoy tienen sus chicos enterrados".
Con esta idea llegaron a las puertas del edificio donde se administra justicia en la ciudad y le dejaron una nota al presidente de la Corte Suprema, Roberto Falistocco, para que tome "intervención en la problemática social de la ciudad, azotada por la inseguridad reinante". En tanto, le piden al gobernador Hermes Binner que los reciba en una audiencia donde puedan exponer sus casos, y también informar sobre las "falencias del sistema que está continuamente fallando".
La presidenta de la institución, Catalina Narvaez, explicó que además apelan a "comprometer a todos los santafesinos por la ola de violencia que se está viviendo". Más allá de su pedido personal por el nieto asesinado hace un año y ocho meses, Catalina se ilusiona con que quienes pueden intervenir escuchen el mensaje de "justicia para todos, principalmente para los inocentes que cayeron".
Más lágrimas
Detrás de cada historia hay una lágrima que aparece cuando todos los que marchaban empiezan a contarla. Y siempre, la impotencia por los casos no resueltos y la incomprensión por pérdidas sin sentido.
Ana María lo cuenta con el dolor de una madre cuyo hijo fue muerto de "dos tiros" un domingo al medio día en la esquina de su casa, cuando estaba yendo a un encuentro familiar. A su lado, la hermana de Luis Gómez cuenta cómo lo mataron "de 4 tiros" cuando "había entrado a comprar a un negocio".
Más adelante, varias mujeres caminan tras una especie de bandera blanca que tiene en letras negras, bien remarcadas, el nombre de Yonatan Díaz. Mientras recuerda a su hijo de 16 años, Mirta llora y no se explica cómo puede ser que "el culpable esté prófugo" si saben quién es. ¿Qué quiere? Como todos los que caminaban, justicia: "A mi hijo no me lo va a devolver nadie, pero que pague por lo que hizo".
