Economía: ECON-01
Esquema de aranceles móviles
Lousteau aumenta las retenciones para ponerle un límite a la soja
También pagarán más las exportaciones de girasol y, en cambio, bajarán las de trigo y maíz. Economía quiere "desacoplar los precios internacionales de los internos" y evitar un proceso que desplaza otras producciones y expulsa mano de obra.

De la redacción de El Litoral/DyN

El Gobierno anunció un esquema de retenciones móviles a los principales cereales exportables del país, con el fin de impedir que el aumento de estos productos en los mercados internacionales se traslade a los precios internos.

El ministro de Economía, Martín Lousteau, precisó que, de acuerdo con este nuevo esquema, a partir de la entrada en vigor de esta norma subirán los derechos de exportación para la soja y el girasol, al tiempo que bajarán para el trigo y el maíz.

Lousteau formuló este anuncio durante una conferencia de prensa que ofreció ayer por la tarde en la Casa de Gobierno, junto al secretario de Agricultura, Javier De Urquiza. La medida implica que las retenciones a la soja subirán 9 puntos porcentuales hasta ubicarse en 44,1 por ciento.

En el caso del girasol, aumentarán 7,1 puntos porcentuales a 39,1 por ciento. Para las exportaciones de trigo, las retenciones caerán 0,9 punto y quedarán en 27,1 por ciento, al tiempo que en el caso del maíz se reducen 0,8 punto porcentual a 24,2 por ciento.

Lousteau explicó que el porcentaje de las retenciones se modificará de acuerdo con los precios internacionales que se registren día a día. El ministro afirmó que la medida apunta a "desacoplar los precios internacionales de los internos y ponerle un freno al proceso de sojización.

"Este proceso -continuó- expulsa mano de obra y desplaza otras producciones, como la de carne". El funcionario precisó que con este nuevo esquema a los precios actuales el fisco lograría "un aumento de entre 0,3 y 0,4 por ciento del PBI".

El actual esquema de retenciones móviles tiene una vigencia de 4 años, con lo cual el Gobierno pretende darle un "marco de previsibilidad" al sector. Además, defendió las medidas, que retrotraen los precios que reciben los productores a diciembre de 2007, porque siguen "siendo los mayores de la historia".

Trigo a precio pleno

Lousteau también adelantó que "el Gobierno está trabajando para que en la próxima campaña de trigo el productor pueda obtener el precio pleno del producto".

El ministro prometió, además, medidas complementarias "focalizadas en superar los cuellos de botella en las distintas cadenas productivas y alentar inversiones y una mayor producción".

Según los precios actuales de la soja bajarían los valores actuales, en caso de que la tonelada se ubique por debajo de los 500 dólares la tonelada (FOB), y subirían por encima del 49 por ciento, en caso de que se disparase por encima de los 600 dólares.

En el caso del girasol, se reducirían si la tonelada cayera por debajo de los 500 dólares (FOB) y subirían al 45 por ciento, en caso de superar los 600 dólares.

En el maíz, las retenciones se reducirían a un 20 por ciento si la tonelada cayera por debajo de 180 dólares y superaría el 25 por ciento cuando el precio trepe por encima de 221 dólares.

Para el trigo, los derechos de exportación bajarían si la tonelada del producto valiera menos de 300 dólares y subirían si sobrepasa los 400 dólares.

Recaudar más

"Ante un nuevo esquema de suba de retenciones a las exportaciones de granos anunciado recientemente por el Ministerio de Economía, desde Confederaciones Rurales Argentinas denunciamos que las mismas tienen un carácter puro y exclusivamente recaudatorio y no solucionan en absoluto la problemática que existe en las producciones de trigo, maíz, carne ni leche".

El comunicado de CRA en respuesta a las medidas oficiales añade: "Justificar que con esta medida se busca incentivar la producción de todo lo que no sea soja o girasol demuestra la pobreza de ideas imperante en el gobierno. El nuevo esquema de retenciones móviles a los actuales precios de los comodities implica una extracción de 2.400 millones de dólares más de lo que ya venían recaudando con las retenciones fijas".

"La comunidad agropecuaria tiene bronca, bronca -insiste-, porque el gobierno no se conforma con confiscar 2.400 millones de dólares más a los pueblos del interior del país, sino que intenta engañar a la opinión publica con declaraciones inverosímiles que nada tienen que ver con la realidad".

Malestar en Santa Fe

El titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), Rubén Ferrero, anticipó que esta tarde CRA evaluará "medidas efectivas" ante "esta nueva cachetada" del gobierno al sector agropecuario.

El directivo viajó esta mañana a Buenos Aires con una posición unánime de las entidades ruralistas santafesinas nucleadas en Carsfe. Esta mañana participaba en las reuniones de las comisiones (carnes, leche, granos, apicultura y otras) de Confederaciones Rurales Argentinas, que a las 14 tenía previsto concretar un plenario de las 13 confederaciones para analizar una medida de fuerza.

Respecto de la "bronca" expresada por CRA en su comunicado, Ferrero señaló que "es lo que sentimos todas las confederaciones pertenecientes a la entidad. Es el malestar de todos los productores, cualquiera sea la entidad a la que pertenezcan, y por eso vamos a estar analizando los pasos a seguir".

Ferrero habló de "posibles medidas de fuerza". Cuando se le consultó sobre la modalidad, expuso que "vamos a tratar de llevar adelante alguna medida lo más eficiente posible, pensando en hacerle entender al gobierno nacional que esta política, lamentablemente, va a terminar con gran parte de la actividad agropecuaria".

Añadió que "esto es consecuencia de lo que pasa con la carne y ese supuesto acuerdo, de esta nueva cachetada de las retenciones, de la falta de solución para el tema lácteo. Todo esto se viene pateando desde hace mucho tiempo".

Añadió el titular de Carsfe que "en la provincia de Santa Fe el malestar es muy grande en todas las Sociedades Rurales" y concluyó: "Esperamos contar con el sector unido para tratar de revertir esta situación".

"Una risa"

El vicepresidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Pablo Orsolini, consideró que la baja de las retenciones al trigo y al maíz "es una risa". "Si hubieran anunciado una reducción sustancial... pero bajar el uno por ciento no lo veo como un incentivo", señaló. El directivo calificó al modelo como "fiscalista", y dijo que el gobierno "sigue acumulando más fondos", mediante los ajustes a las retenciones a granos y carnes. También reprochó lo que consideró "una ausencia de medidas complementarias para la carne y la leche", reclamando en este último caso un precio de 1,20 peso por litro para los tamberos.