Escenarios & Sociedad: SOCI-04
NUEVA PUBLICACIÓN
Un viaje en el tiempo, rumbo a Santa Fe antiguo
El primer tomo del libro "Santa Fe antiguo: tiempo y memoria", de María Guadalupe Allassia y Raquel Diez Rodríguez de Albornoz, pone su mirada en 1573, para recrear los momentos fundacionales a partir de la cultura y la identidad histórica.

"La intención de este libro, una suerte de antología, fue reunir páginas literarias e históricas del pasado de Santa Fe, tratando de encontrar en ellas no sólo la belleza en sus expresiones, la emoción estética que proviene del arte de la palabra, sino también coloridos y testimoniales relatos que indican la pertenencia a una cultura, a una memoria, a una identidad histórica, para concretar, desde nuestro lugar como escritoras, la transmisión de ciertos valores sociales, de creencias y de ideas, que constituyen el sistema de significación de nuestra tierra".

El prólogo del texto de María Guadalupe Allassia y Raquel Diez Rodríguez de Albornoz da la pauta de lo que reúnen las 150 páginas del libro, realizado con el aporte de Bica Infancia. En la portada se puede apreciar la reproducción de una acuarela de Francisco Puccinelli (1904-1980), que retrata el Solar donde se fundó la Alfajorería Merengo, en 3 de Febrero y San Jerónimo, esquina suroeste.

Con una acertada selección de fotografías de Graciela Hornia, y con la reproducción de algunas obras de Juan Arancio que operan a modo de testimonio histórico, evocando "personas y lugares a través de la nostalgia", el trabajo reúne "textos literarios, históricos e imágenes, que pueblan nuestro querido suelo santafesino", según definen las propias autoras.

"Fue nuestro propósito seleccionar aquellas páginas que llevaran al lector a sentir amor por esta ciudad, histórica y humilde, vieja y moderna, noble y sencilla, fraterna y generosa", explican.

El objetivo es "que esta obra haga crecer en todos un sentimiento de arraigo a nuestra tierra, a su historia y a su cultura".

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ETERNIDAD DE LA MEMORIA

"El tiempo, luna de curvas y cintas, ha enlazado en estas páginas las palabras y las imágenes del Santa Fe de ayer", consignan las autoras en la Introducción del trabajo.

"Aromas antiguos se unen en una línea ininterrumpida de voces, pasos errantes, huellas que no naufragaron en la arena, historias no olvidadas, estrellas que brillaron en esta latitud azul de 31 grados. Hay un letargo de barcos perdidos y lunas de ensueño que obstinadamente vagan por el río", expresan.

"Están también las casas viejas, donde el viento sopla en el oído y en la boca, murmurando lo que es necesario recordar del ayer. Esas casas viejas que se erigieron en esta ciudad de arena y agua. Ciudad frágil en sostener su pasado, al que, pronto, en muchos casos, ha derrumbado como castillo en la playa. Pareciera una constante de fatalidad en este hombre de río, que ve irse lo construido en la arena dorada y lisa. Entonces cree que todo es arena y lo deja caer sin una sola palabra para detenerlo".

"Las casas viejas -muchas ya no están- son guardadoras de mensajes de tiempo y memoria, que cualquier hombre de cualquier tiempo puede leer y saborear a lo largo de los años".

"Hemos recogido palabras que tocan el aire y lo extienden en un mar tibio y profundo donde se respira la memoria de los árboles".

"En estas páginas hay testimonios de viajeros que pasaron, de hombres que vivieron y sufrieron bajo estas lunas amarillas que siempre se caen al río".

"Hay historias que ignoramos y otras que guardamos como polvo de oro. Hay aquí, otros años, capullos, crisálidas de otras épocas. Miles de pasados, sitios oscuros, lugares donde se apoyaron los ruidos y los resplandores".

"Hay voces, ojos, manos, risas, sueños, sonidos, rostros, lágrimas, imágenes que sostienen la eternidad de la memoria".

"Hay perfumes, vaivenes, suspiros que desentumecen los huesos y desprenden blandos movimientos de alegrías y ensueños. Todo, para continuar la historia del hombre que es uno solo".

"Con las palabras y fotografías quisimos conjugar un tejido armonioso que respira el tiempo: luces, entretonos, poesía, todos los sueños que hubo alguna vez, todos en el aire, a nuestro alrededor, rozándonos apenas las manos, volando, suspendidos, como vahos de sándalo y canela, entre nosotros", concluyen las escritoras.

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL