Internacionales: INTE-01
Estados Unidos participó de la ofensiva con aviones que bombardearon la zona de Basora y Ciudad Sadr en Bagdad
Se extienden los combates en Irak, que dejan al menos 230 muertos
Soldados iraquíes enmascarados sentados en la oficina del clérigo radical chiíta Moqtada al Sadr en el barrio Ciudad Sadr, en Bagdad. Varios grupos de las fuerzas de seguridad iraquíes rehusaron luchar contra el Ejército del Mahdi y entregaron sus armas en la oficina del Movimiento en Ciudad Sadr. Foto: AGENCIA EFE. 

Esta mañana, seguían los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad iraquíes, apoyadas por las fuerzas de la coalición multinacional, y los milicianos chiítas del Ejército del Mahdi.

AFP

Los combates entre los milicianos chiítas y las tropas iraquíes y estadounidenses se extendieron hoy por Irak, mientras el número de muertos subía a por lo menos 230, según un balance provisional, en el quinto día de violencia.

La policía anunció el lanzamiento hoy de una operación contra los milicianos en la ciudad santa chiíta de Kerbala, a unos 110 km al sur de Bagdad, donde hasta ahora no se habían producido enfrentamientos.

El jefe de la policía de Kerbala, el general Raeed Jawdad Chaker, aseguró que 12 milicianos chiítas murieron y que 25 fueron detenidos.

Los nuevos combates ilustran la propagación de los enfrentamientos que comenzaron el martes 25 en Basora (sur), cuando el ejército iraquí lanzó una amplia operación para meter en cintura al Ejército de Mahdi, la poderosa milicia chiíta del clérigo radical Moqtada Sadr.

Sólo en el barrio de Ciudad Sadr, bastión del Ejército de Mahdi en Bagdad, al menos 75 personas perecieron y 498 fueron heridas desde el inicio de los combates, informó el portavoz de los servicios de sanidad de Bagdad, Kasem Mohammed.

Este responsable acusó a las fuerzas norteamericanas de "crear obstáculos" para sacar a las víctimas de Ciudad Sadr, un populoso barrio de dos millones de habitantes que se encuentra aislado, y donde el ejército estadounidense ayudó a las tropas iraquíes.

El balance provisional y parcial de los combates producidos desde el 25 de marzo se establece en al menos 230 muertos y varios centenares de heridos, según un cómputo de la AFP a partir de informaciones de responsables identificados.

Apoyo popular

Los milicianos de Moqtada Sadr, que gozan de un amplio apoyo popular, acusan al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, de trabajar para Estados Unidos y piden una mayor cuota de poder, pero el gobierno se opone a una organización paramilitar que escapa a su control.

Maliki ha evitado señalar explícitamente a la milicia como el objetivo de la operación que está supervisando personalmente desde Basora, y asegura que lo que quiere es eliminar a los "elementos criminales" que aterrorizan a la población civil.

El cara a cara entre Moqtada Sadr y Nuri al Maliki se produce meses antes de las elecciones locales de octubre, de las que saldrán los responsables de las provincias, quienes tendrán un amplio margen de poder e importantes medios financieros.

La vasta operación iniciada el martes contó ayer en Basora, por primera vez, con el apoyo de la coalición internacional bajo mando estadounidense, que efectuó dos bombardeos aéreos contra los milicianos, según un oficial británico.

Este sábado, un nuevo ataque atribuido a esas fuerzas vino en apoyo de las tropas de a pie iraquíes.

Según testigos y corresponsales de prensa, el bombardeo mató a ocho personas e hirió a varias en el barrio de al Baath, en el noroeste de Basora.

Toque de queda

En Bagdad, el toque de queda se mantiene por segundo día consecutivo, y las principales arterias de la ciudad están vacías. Fue anunciado el jueves por la noche por el mando militar de la ciudad y permanecerá en vigor hasta mañana a la mañana.

La Zona Verde de la capital iraquí, donde se encuentra la sede del gobierno iraquí y la embajada de Estados Unidos, se ha visto sacudida por una serie de explosiones esta mañana.

Los corresponsales de la AFP escucharon al menos seis fuertes deflagraciones en la Zona Verde, que ha sido blanco en los últimos días de cohetes y morteros.

Sexto ataque

La fortificada Zona Verde de Bagdad, donde se encuentran las sedes gubernamentales iraquíes y varias embajadas occidentales, sufrió hoy un nuevo ataque, el sexto en cinco días, aunque de momento se desconoce si ha causado víctimas.

Unos seis proyectiles de mortero impactaron al mediodía de hoy en distintos puntos de la Zona Verde, sobre la que se podían ver espesas nubes de humo.

Desde el pasado martes, se han registrado seis ataques con proyectiles de mortero sobre este área fuertemente protegida, donde ayer murieron dos guardaespaldas del vicepresidente iraquí, Tarek al Hachemi, a causa de uno de estos ataques y otro del presidente del parlamento Mahmud al Mashadani.

Negativa sadrista

Los partidarios del jefe chiíta Motaqda Sadr se niegan a entregar las armas, tal como exige el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, anunció hoy un responsable del movimiento sadrista en Nayaf, Haidar al Jabiri.

"Moqtada Sadr nos dijo que no entreguemos las armas salvo a un Estado que pueda desembarazarse del ocupante", aseguró Jabiri, miembro del comité político del movimiento sadrista.

El movimiento sadrista acusa a Maliki de estar a sueldo de los estadounidenses, y pide que renuncie.

Irán niega ayuda a rebeldes

Teherán rechazó hoy estar brindando ayuda y respaldo a las milicias en Irak, tal como acusó el presidente estadounidense, George W. Bush.

"Las últimas declaraciones del mandatario norteamericano son otro esfuerzo para escapar de la realidad en Irak, que el estadista estadounidense desafortunadamente no está dispuesto a aceptar", dijo el portavoz del Ministerio del Exterior iraní, Mohammad-Ali Hosseini.

Ayer, tras una reunión con el primer ministro australiano, Kevin Rudd, Bush acusó a Irán de respaldar a las milicias.

"Cada vez que enfrenta serios problemas de seguridad en Irak, Estados Unidos realiza acusaciones sin fundamento contra otros países, en vez de adoptar políticas para poner fin a la inestabilidad en Irak", agregó el portavoz, según informan las agencias de noticias Fars y DPA.

Hosseini reiteró, en tanto, que Irán considera importante la situación en Irak para el establecimiento de la paz y seguridad en toda la región del Golfo Pérsico.

"Momento decisivo", según Bush

El presidente estadounidense, George W. Bush, afirmó que los combates que se libran actualmente con las milicias chiítas en Basora, sur de Irak, son un "momento decisivo" en la historia del país asiático y "una prueba" para el gobierno de Nuri al Maliki.

"Diría que éste es un momento determinante en la historia de un Irak libre", dijo Bush en rueda de prensa en la Casa Blanca, informó la agencia italiana Ansa.

El mandatario remarcó que los combates en Basora se convirtieron en "una prueba importante" para el gobierno del primer ministro al Maliki contra los chiítas, a los que calificó de "elementos criminales".

"La razón por la cual es importante tener éxito en Irak es uno: que queremos ayudar a establecer una democracia en el corazón de Medio Oriente, la región más inestable del mundo", dijo.

Y añadió que "queremos enviar un claro mensaje a Irán de que no va a poder imponer su criterio a los países de Medio Oriente".

Las declaraciones de Bush se produjeron en momentos en que los aviones estadounidense bombardeaban posiciones chiítas en Basora y había nuevos choques en Sadr City y Kadhmiya, bastiones de la milicia del clérigo radical Moqtada al Sadr en Bagdad.