Télam
La policía chilena arrestó ayer a más de 200 estudiantes que reclamaban reformas educativas y recordaban a dos estudiantes asesinados durante la dictadura pinochetista, en el centro de Santiago, un día antes de que en el país se conmemore el Día del Joven Militante.
La cifra de detenidos era de entre 210 y 240 estudiantes, según las distintas fuentes citadas por la prensa chilena.
Los informantes coincidieron en que la mayoría de los adolescentes que habían sido aprehendidos por Carabineros por intentar cortar el tránsito en una zona céntrica, cercana al Palacio La Moneda, era menor de edad.
Mientras la agencia de noticias italiana Ansa ubicó en 200 la cantidad de detenidos, la alemana DPA y la cubana Prensa Latina la elevaron a 240, el diario El Mercurio dijo que fueron 210 los demorados y La Tercera puso en su portal que fueron 170.
La marcha se realizó en reclamo de cambios en los planes educativos y para recordar a los hermanos Vergara Toledo, asesinados por Carabineros en 1985, durante la dictadura pinochetista, y por cuyas muertes se conmemora hoy el Día del Joven Militante, tradicionalmente recordado con protestas violentas.
Atenta a esa modalidad, la presidenta Michelle Bachelet afirmó hoy que no se requiere una "protesta violenta" para recordar a los hermanos, porque "la democracia en Chile es sólida y no hay ninguna justificación para que haya violencia".
"Orden público"
Sobre los incidentes de ayer, la policía aseguró que sólo cumplió con restablecer el "orden público", a los 10 minutos de haberse cortado el tránsito en la Alameda Bernardo O'Higgins, custodiada por un fuerte contingente de fuerzas especiales, policía de Caballería, carros hidrantes y de gases lacrimógenos.
El coronel Jorge Constanzo, jefe de la prefectura central de Santiago, explicó que las fuerzas intervinieron porque la manifestación no contaba con autorización.
Según los Carabineros, los manifestantes no aceptaron desplazarse por los paseos peatonales y desalojar la calzada.
La mayoría de los detenidos fueron menores de edad que acudieron desde sus colegios a la movilización, convocada según algunos medios por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, organización guerrillera hoy desmovilizada que actuó durante el régimen militar y según otros por la Unión Patriótica Estudiantil.
Según el jefe de la Prefectura Central de Santiago, Jorge Constanzo, la mayoría de los detenidos es de menor edad, y entre ellos había cinco encapuchados.
Las escaramuzas se iniciaron pasadas las 10 en la esquina de Alameda con Estado, cuando unos 300 estudiantes interrumpieron el tránsito de las dos vías durante siete minutos, y fueron dispersados por carros lanzagases y lanzaaguas.
En el operativo, participaron más de 50 efectivos de Fuerzas Especiales, apoyados por personal de la Primera Comisaría, que se quedó un buen rato después en el sector que comprende las calles Morandé y San Antonio.
El gobierno había advertido que no toleraría desmanes y prometido "responder con todo", ante la posibilidad que amplias zonas de la capital queden aisladas por las protestas.
En la inauguración de un Centro de Asistencia a Víctimas de Delitos Violentos, en la localidad de Conchalí, Bachelet afirmó que si se pretende homenajear a los hermanos Vergara Toledo, "lo que corresponde es justamente garantizar la democracia, que significa también la posibilidad de expresarse, pero sin violencia".
La mandataria recordó "la tremenda tragedia de los hermanos Vergara en condiciones no democráticas", con referencia a las muertes de Eduardo y Rafael, oriundos de la Villa Francia de Estación Central y, según los testigos, ultimados criminalmente por una patrulla de Carabineros.
Los padres de los hermanos Vergara Toledo, en tanto, difundieron una carta en la que llamaron a "seguir luchando por los ideales" de los jóvenes muertos en pos de "una sociedad fraterna, de iguales" y reclamaron que la Justicia agilice la causa contra los acusados.