Tras la firma del contrato para la relocalización del volcadero de líquidos cloacales llevado a cabo días atrás, entre la Municipalidad y Aguas Santafesinas, el presidente del Concejo Municipal, Jorge Henn, envió un escrito a esta redacción.
En el mismo, titulado "El precio de la improvisación no lo puede pagar el vecino", Jorge Henn manifiesta que "parece auspicioso que la actual gestión haya tomado como prioridad el avance del traslado del volcadero de líquidos cloacales". Asimismo, sostiene que "el tema no admite más dilaciones, porque el precio lo paga el vecino que soporta los malos olores, vecino al que no le interesa si la obra la hace Assa o la Municipalidad, o si el Concejo debe autorizar alguna gestión".
Para el presidente del Concejo, "lo deseable hubiese sido que las gestiones anteriores ejercieran su poder de policía, controlando por ejemplo que las empresas no descarguen en ese lugar desechos contaminantes, o planificado el traslado solicitando al Concejo la autorización para disponer de las tierras donde está asentada la nueva construcción, o enviando un proyecto para modificar la zonificación si correspondiera".
"Lo cierto es que el nuevo vaciadero construido sobre la ruta 168 cuenta con los avances tecnológicos para neutralizar los efectos que pudieren generar los desechos y que la nueva gestión ha tomado el problema con la diligencia que se merece", sostiene Henn. Y agrega: "Pero no hay más margen para que los problemas de burocracia e incapacidad los pague el ciudadano".
Por último, hace hincapié en que el traslado del volcadero fue un compromiso asumido por el municipio en 2006 y que "hoy debe saldarlo agilizando cualquier traba burocrática, autorizando lo que haya que autorizar, aprobando lo que haya que aprobar. No es la forma con la que los Municipios Saludables se manejan. Pero la ciudad debe contar imperiosamente con una vergüenza menos".