Opinión: OPIN-04
Al margen de la crónica
De feriados y protestas

Años atrás, el kirchnerismo logró en una operación relámpago que el Congreso dicte una ley para que el 24 de marzo de cada año sea instituido como feriado por el Día de la Memoria y por la Justicia. El furor de esos años pareció desvanecerse en el 2008 en que la fecha empalmó con la Semana Santa y provocó -para algunos- cinco días de feriado.

El matrimonio Kirchner permaneció recluido en El Calafate y ahora se sabe que el ministro de Economía, Martín Lousteau, se tomó unas merecidas vacaciones en Buzios. Cada uno siguió en su lugar sin importarle que productores rurales de todo el país estaban al borde de las rutas expresando su protesta por las retenciones móviles.

Un importante sector de la población argentina aprovechó al igual que Lousteau el fin de semana en lugares turísticos. Además, la mayoría ignoró las razones del feriado del 24 más allá de las marchas y actos realizados en muchas ciudades. Las encuestas realizadas en medios electrónicos mostraban esta foto especialmente en sectores jóvenes.

Al contrario de esa imagen, el paro del campo fue ganando adeptos en áreas urbanas y se hizo fuerte en el corazón agrícola del país donde nadie ignora los beneficios del derrame de la actividad.

El reverdecer de muchos de los pueblos y ciudades santafesinas tiene como origen el buen momento de la agricultura que ha permitido modernizar equipos de trabajo, automóviles y que generó mucha mano de obra ya sea en industrias ligadas al campo o en servicios.

Ignorar la importancia del campo en gran parte del país es ignorar parte de la historia del país. Así como la expresión "Nunca Más" expresa el rechazo de la sociedad a los golpes de Estado que durante más de 50 años signaron la vida argentina, es de esperar que desde el gobierno central se entienda que los productores a la vera de la ruta expresan la necesidad de ser tenidos en cuenta por los gobiernos a la hora de tomar medidas y no solamente como meros contribuyentes al Tesoro Nacional.