Sucesos: SUCE-04 Guglielminetti seguirá preso

DyN

El ex agente de inteligencia Raúl Guglielminetti, acusado de haber perpetrado delitos de lesa humanidad en los centros de detención El Olimpo y Automotores Orletti, deberá seguir tras las rejas por orden de la Cámara Federal, que rechazó su excarcelación a casi dos años de su arresto.

Según se informó este viernes en los tribunales, los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah, de la Sala I de la Cámara, rechazaron un nuevo pedido de excarcelación del ex agente que actuó en la dictadura con el alias de "Mayor Guastavino", según consta en la megacausa del Primer Cuerpo de Ejército.

Aunque Farah admitió que en general la prisión preventiva se aplica "excepcionalmente", aclaró que Guglielminetti estuvo prófugo y por eso no puede descartarse que "intentará eludir la acción de la Justicia y entorpecer el curso de la investigación en caso de recuperar la libertad".

Incluso, Farah dio por cierto que por las tareas que Guglielminetti cumplía durante la dictadura, se puede entender que ha de conocer "el destino real de las víctimas de los sucesos que se le imputan", o sea los desaparecidos.

El prófugo

A Guglielminetti le imputan los secuestros de 65 personas, entre las cuales hay 24 que permanecen desaparecidas.

Prófugo desde 2003, el ex agente de inteligencia y supuesto miembro de la Triple A fue detenido el 9 de agosto de 2006, en una casaquinta del oeste bonaerense por los crímenes perpetrados en el centro clandestino Automotores Orletti, que funcionó en el último régimen militar bajo la órbita del Primer Cuerpo de Ejército.

Cuando le tocó declarar ante el juez Daniel Rafecas, Guglielminetti admitió haber sido miembro de Inteligencia del Ejército entre 1971 y 1979, pero aseguró ser ajeno a los delitos del ex Batallón 601, negó los secuestros y las torturas que se le adjudican y enfatizó que estaba preso por "cuestiones políticas".

Es que su detención se concretó justo después de que el entonces presidente Néstor Kirchner se lamentara públicamente por la demora en la marcha de las causas reabiertas por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura.

En exteriores

No obstante, según denuncias recogidas por la Conadep, Guglielminetti fue uno de los torturadores de varios centros de detención, e incluso fue enviado por el Ejército para dirigir el grupo de tareas exteriores para el asentamiento de tropas argentinas en América Central.

También había sido beneficiado por la Ley de Obediencia Debida, en el marco de una causa por torturas en Bahía Blanca.

Su nombre quedó directamente vinculado con la llamada mano de "obra desocupada". En 1984, con la democracia se estableció en un grupo de inteligencia conocido como "Alem", en el que estaba Guglielminetti; pero al año siguiente el entonces presidente Raúl Alfonsín desmanteló la oficina ante las sospechas de que desde allí se traficaba información y se habría gestado el secuestro y asesinato del empresario Osvaldo Sivak.

El apodado "Mayor Guastavino" logró irse a España, fue arrestado y extraditado y, aunque por esa causa recibió la "falta de mérito", en 1987 terminó condenado a seis años de prisión por tenencia de armas de guerra y el asalto a una financiera.