Titulares de Tapa: TAPA-04
Atlético-Unión
Un partido especial
Se juega mañana, a las 16, en el Monumental de la Perla del Oeste. En Unión, la única duda se plantea en el arco: Assef o Pocjrnic. El resto está definido.

Algunos quieren presentarlo como un clásico provincial. Quizás lo sea. Otros pretenden otorgarle, directamente, el rótulo de "clásico", así, a secas. Y no lo es. Para el hincha de Unión, el clásico es Colón. Y para el de Atlético, es el "9". Ni siquiera Ben Hur, aunque hoy estén compartiendo la misma categoría y, posiblemente, el choque entre ellos sea muy especial. Para los dos equipos y para la ciudad, claro está.

De todos modos, lo que no se puede evitar es que se hable de un partido especial. Y es una pena que esta decisión tomada por los organismos de seguridad -la de evitar la asistencia de la parcialidad visitante en las canchas del ascenso- prive a un partido de estas características, de contar con un marco espectacular de público.

Porque no importa, a la hora de hablar de un choque Atlético de Rafaela-Unión, la actualidad de los dos equipos. La cancha estará siempre llena, sea acá o en la Perla del Oeste. Mucho más allá, en Rafaela, por una cuestión simplemente numérica teniendo en cuenta el caudal de hinchas de uno y otro equipo.

En Buenos Aires, se pretende crear una abundancia de clásicos. No es sólo Boca-River o Racing-Independiente, sino que Boca-Racing o River-San Lorenzo también se lo presenta como un derbi. Y en realidad, se me ocurre que es machacar demasiado en el concepto y utilizar la palabra (clásico) casi indiscriminadamente.

El rival permanente de River será siempre Boca y el de Racing será Independiente y el de San Lorenzo es Huracán. No hay otros. Posiblemente, un Boca-San Lorenzo se lo pueda ubicar dentro del rótulo de partido "especial" o "atractivo". Pero no es un clásico, como tampoco lo es Rafaela-Unión, aunque nadie discute que el de mañana es un partido especial.

¿Ganar o ganar?

Nadie esperaba la derrota ante Godoy Cruz; ni los hinchas, ni tampoco el plantel. Porque en esa seguidilla de partidos complicados (el de mañana también lo es) a priori, quizás implicaba un riesgo mayor el viaje a Isidro Casanovas para jugar con Almirante o ni qué hablar del choque en la Docta con Belgrano, a cancha llena. Pero los partidos de local se debían ganar. O cuánto menos, empatar. Y con Godoy Cruz, se perdió.

En el afán de Unión por mantener la pelea por el segundo ascenso -daría la impresión de que San Martín es inalcanzable a esta altura de las circunstancias-, mañana se tiene que ganar en Rafaela. Y más todavía, ya es hora de que Unión pueda conseguir un par de victorias consecutivas, algo que lograron aquellos equipos que hoy disfrutan de posiciones de privilegio, como por ejemplo Godoy Cruz.

No es una presión ni una "obligación". Es una necesidad. Y esto se sabe dentro del plantel, porque si Unión le hubiese ganado a Godoy Cruz, estaría a tiro del segundo puesto y, allí sí, no se habría mirado con malos ojos un empate en Rafaela. Pero ahora, con el 0-1 consumado con los mendocinos, prevalece la idea de ganar en la Perla del Oeste para recuperar posiciones y no quedar tan lejos si el objetivo es el ascenso directo.

Inamovible

Para Gugnali, si algo no se toca es el esquema. Faltaron jugadores clave en el partido ante los mendocinos (como Yacob y Serrizuela), pero el esquema no se modificó. Y ahora, con la vuelta de Serrizuela y la salida de Fontana, tampoco hay motivos para que el equipo cambie en su disposición táctica. Será un 4-4-2, con Ferrer haciendo dupla con Zárate arriba y con Zapata tirado al costado y no como doble cinco, ante el retorno de Serrizuela.

¿Qué debe hacer Unión?, primero, jugar atento. La cancha es chica y cualquier rechazo puede terminar en una jugada de peligro en el otro arco. Segundo, aprovechar las jugadas de pelota quieta (¿podrá patear Serrizuela?, ¿se arriesgará a hacerlo después de haberse quedado afuera con los mendocinos por una molestia muscular?; al menos, durante la semana Gugnali le impidió que ejecutase los tiros libres). Y tercero, Unión dependerá mucho de la capacidad de los dos puntas para demostrar su poder de gol y de la movilidad y desborde que le puedan dar Zapata y el Coqui Torres por los costados, precisamente para aprovechar la presencia de dos jugadores como Zárate y Ferrer arriba.

No estará Flores, que al equipo le aporta fútbol. Pero vuelve Serrizuela, que si mantiene el nivel de Belgrano (fue gran figura del partido), no solamente aportará quite y presencia en el medio, sino también fútbol. Unión sabe que puede descansar en Serrizuela porque, de sus pies, la pelota saldrá bien jugada. Y Sartor, seguramente, será el encargado de meter y aportar sacrificio para la recuperación, con el respaldo de una defensa que se ha consolidado.

Resta saber -se decidía hoy- si atajará Assef o lo hará Pocjrnic. "Caso de escopeta" el del Turquito: para sacarlo del arco, habrá que hacerlo "a los tiros". Quiere estar a pesar del esguince de rodilla y hasta pidió que lo infiltrasen. Es muy tatengue y se nota hasta en estos aspectos. Él, ni siquiera duda. Pero lo ideal sería que ataje siempre y cuando esté en buenas condiciones físicas. No sólo por el equipo, sino también por él mismo.

Enrique Cruz (h)