Area Metropolitana: AREA-05
En las inmediaciones del estadio
Los vecinos no salen a la calle cuando juega Colón
Afirman que la situación es cada vez más delicada y tratan de no salir de sus casas antes y después del partido para evitar ser víctimas de robos o violencia.

De la Redacción de El Litoral

Catorce detenidos, policías heridos y siete negocios dañados fue el saldo que dejó el último partido que Colón jugó en el Centenario. Las corridas, arrebatos y violencia son cada vez más frecuentes cuando el equipo sabalero se mide en el estadio local. Afecta a hinchas y comerciantes, pero también a la populosa barriada de las inmediaciones.

Muchos vecinos optaron por planificar sus salidas cada vez que juega Colón. No salen ni ingresan a sus domicilios en el horario que comienza el partido y minutos después de que termina. "Para la gente es una preocupación. Esto ya no es un deporte. En la calle hay mucha violencia, robos, arrebatos. Yo no me muevo de la casa, no se puede andar cuando hay partidos", dijo Roberto, un abuelo, de 73 años.

Una mujer del Fonavi teme por la seguridad de su familia y opta por no moverse de su casa cuando el sabalero sale a su cancha. "No hay seguridad en ningún lado, pero cada vez que hay partido, hay problemas", afirma.

Otros ven vulnerados sus derechos y se sienten rehenes de una situación que los excede. "Tomo la precaución de no salir porque es imposible hacerlo. No podés ir al centro porque después los colectivos no entran. Estás cautiva dentro de la zona", opinó Teresa. La mujer no dramatiza la situación y dice que trata de asimilarlo porque "si no tendrías que irte del barrio". Otros, en cambio, sienten "miedo, bronca e impotencia".

Mirar desde la ventana

Vecinos y comerciantes de las inmediaciones del estadio observan la situación detrás de las vidrieras, de las ventanas y de las rejas. "Detrás de la puerta de la casa de mi mamá miramos las corridas y todos los desmanes porque no podés salir. Pasa de todo, pero los que generan esto no es gente que viene a la cancha a ver el partido sino que está dando vueltas y cuando termina el partido y la gente sale, la agreden y aprovechan para hacer los desmanes", dijo Brenda, cuyo hijo de 8 años le "pide a gritos ir a la cancha" pero no lo lleva por temor.

Son en su mayoría adolescentes, actúan en grupos de tres o cuatro y no desestiman nada. Celulares, dinero, zapatillas, "roban lo que pueden, no tienen preferencias", dijo Elisa, una empleada de un comercio ubicado frente al estadio.

"Cada vez que juega Colón la situación es de miedo para la gente y el tema esencial son los robos, no los hinchas. El que roba no es de Colón ni de Unión, tiene el vicio y lo hace con total impunidad. Te sacan lo que pueden y destrozan vidrieras, estén o no abiertos los locales".

Otro vecino afirma que la violencia y los desmanes son "algo premeditado" y tienen "otro trasfondo"."No es que la gente salga con bronca de la cancha porque el que roba lo hace por otra cosa", dijo Juan, tras señalar que los vecinos están preocupados y temen que "si nadie toma cartas en el asunto la situación se agrave".

Algunos afirman que "hay operativos policiales" que son "relativamente buenos del lado del Fonavi", pero el problema es que hay gente "que viene predispuesta a hacer lío". Otros, en cambio, tienen una posición más dura. "Cuando juega Colón la calle es un desastre. Hacen operativos policiales antes y durante el partido y dos minutos antes de que termine el partido la policía desaparece".