Nosotros: NOS-06
Moda / Lencería
El secreto mejor guardado
Cómoda y sensual. La industria de la lencería pone a disposición de la mujer una amplia gama de productos que no sólo son funcionales al cuerpo y buscan hallar soluciones a diferentes necesidades, sino que realzan y hasta potencian las virtudes de la silueta femenina. textos de Revista Nosotros.

Sentirnos bien con nuestro cuerpo, realzar sus virtudes y hasta solucionar aquellos defectos que sólo se advierten en los propios ojos. Ésta es la materia que abarca y a la cual responde la lencería, con modelos que surgen a partir de las necesidades de un físico cambiante y que, más allá de la edad, puede sentirse cómodo y, a la vez, bello.

Para Marta Mauri, empresaria santafesina del sector, la clave es "hallar la prenda acorde al propio cuerpo, aquella que reúna comodidad y, dentro del estilo personal, aporte un toque de sensualidad". Para ello, existen una infinidad de variantes en prendas íntimas, que van desde el soutien hasta el coulotte y la bata. En todas ellas, la impronta de este otoño-invierno 2008 es el color, que fusiona en violetas, rosas y azules, para proponer al púrpura (también llamado "obispo") como el tono de la temporada.

Aún cuando el negro mantiene su lugar como clásico indiscutido para la noche y ocasiones especiales, las prendas de día diversifican opciones y permiten, hoy, combinar la ropa interior con la de calle -tanto en encaje como en algodón-, especialmente cuando se vuelven piezas visibles y, por tanto, sugerentes.

Fina y seductora

La variedad de modelos y texturas de esta temporada proponen como novedad una variación al indiscutido push-up que realza el busto: la taza soft, una taza con arco que recubre el busto casi en forma completa, con una textura suave y sólo algunos milímetros de relleno. Como es habitual en este modelo, quienes deseen enfatizar su efecto pueden incorporarle también una pequeña almohadilla que, lejos de constituir una textura dura, continúa la línea suave y anatómica de la taza.

En algodón, esta prenda puede ser acompañada por tres variantes: las más jóvenes eligen el coulotte, que puede asomarse por el pantalón y, a pesar de cubrir los glúteos mayoritariamente, favorece a realzarlos. La opción clásica es la vedettina, hoy de tiro bajo; y, para jóvenes y adultas la cola-less, una opción que aporta comodidad y evita que la prenda se marque por debajo de los pantalones o el vestido.

En los conjuntos de encaje, las opciones se completan con portaligas y medias del mismo color, incluso cuando éste sea poco habitual.

Suaves sueños

Como en todo el mundo, la industria debió adecuarse al clima de cada región y, en estas llanuras, reemplazó las texturas gruesas y abrigadas por la gasa, el polar y el algodón, con una misma impronta: aportar comodidad y calidez al cuerpo, con la suavidad y liviandad propia de los camisones y pijamas.

Así, las prendas se diferenciarán por estéticas propias para cada edad que, para las teens especialmente, propone inscripciones, estampas, colores diversos y estampados. En este segmento, especialmente, los diseños buscan potenciar la inocencia con modelos naif.

Más allá de las variantes propias de la temporada, del estilo de cada mujer y su femineidad, el desafío se mantiene: "resaltar las características del cuerpo y mejorarlo con las ventajas que propone cada prenda -sintetizó Mauri-. Más allá de elegir una linda prenda, ésta debe ser funcional al propio cuerpo para, así, permitir que nos veamos bellas, ante ojos propios y ajenos. No hay edad para estar y sentirse bien con el cuerpo".