Pese a la incertidumbre del contexto político con el sector, las trilladoras arrancaron su marcha en toda la provincia. Las condiciones del tiempo cooperan para anticipar -hasta ahora- una muy buena cosecha.
El sol de otoño golpea duro los quebrados campos de la Colonia Cavour. Las lluvias tan temidas de marzo y abril, hasta ahora no han descargado su furia sobre la región, por lo que los chacareros apuran la cosecha de las sojas más tempranas.
En un contexto más enrarecido que nunca, los productores y contratistas debieron salir al campo sin saber muy bien qué puede llegar a ocurrir. Según indicó la Bolsa de Cereales en su relevamiento semanal, sólo en cuatro días se había adelantado 14,3 puntos la cosecha de soja y 15 puntos la cosecha de maíz, hasta el viernes pasado.
En Cavour, Hugo Bologna trabaja un campo que era en su totalidad tambero y que hoy es mixto. Con respecto a la cosecha le comentó a Campolitoral que se trata de una soja provista por AFA Humboldt sembrada en los primeros días de noviembre. "Se trata de variedad del grupo 6 (Asgrow 6126). Este es un lote que años atrás estaba destinado a las vaquillonas de recría y vacas secas, y en el que hace dos años empezamos con rotación agrícola. Acá también hacemos maíz para el tambo, pero con el aumento de los alquileres, encerramos las vaquillonas para liberar campos a la agricultura. Esta es menos difícil y por eso tomamos la decisión empresarial al respecto. Hacemos agricultura de primera tratando de lograr los mejores rindes posibles. Esperemos tener un buen rinde para poder pagar al contratista, al gobierno y tratar de mantener la rentabilidad", dice.
Historia tambera
La historia del campo arranca en 1987 con una explotación tambera, con le que seguimos hasta el año '98, cuando tuvimos el primer traspié, después vino el cambio del dinero y mejoró nuestra rentabilidad, la que hoy está baja de nuevo. Por eso fuimos cambiando tanto, adaptándonos a una realidad muy compleja y dinámica. Pese a ser 100% tamberos, hoy tenemos un 40 % del campo destinado a la agricultura. Nosotros decidimos seguir apostando al tambo por las generaciones que me anteceden, los que siempre hicieron producción láctea, tenemos nuestro corazoncito puesto en el tambo, y por eso seguimos adelante", asegura.
A trillar
"A la hora de tomar decisiones, nos inclinamos por cosechar, pese a que un 15 % de los granos no están listos, pero la experiencia adquirida con los años me hace inclinar a cosechar con un poco de humedad en el grano", nos dice.
Con respecto a la actualidad política, Bologna asegura que el gobierno debe conocer mejor al campo argentino, ya que provee gran parte del alimento para el país y el mundo. "Los dirigentes deben comprometerse más para representarnos mejor, como en otros países del mundo, pero a la larga y más allá de las diferencias de criterio, creo que este es un país que tiene el éxito asegurado. Nosotros seguimos defendiendo nuestra postura para que en las grandes ciudades sepan la importancia del campo en la realidad nacional. El campo tiene que tener rentabilidad para renovar la maquinaria y el gobierno debe también cobrar sus impuestos en beneficio del resto de la población, pero en una medida que sea armónica para todos", finalizó.
La opinión del contratista
Juan Carlos Senn trabaja como contratista en la zona de Humboldt. Le contó a Campolitoral que trataron de apurar la cosecha por los pronósticos de mal tiempo. "A priori se estima una soja con un promedio de 16% de humedad, con un rinde estimado bastante bueno. Tenemos muchas expectativas, pero también muy pocas ganas, ya que no hay medidas ni puntos claros, nadie sabe cómo va a seguir esto. Estamos viendo, seguimos trabajando aunque con un margen menor de ganancias. Tenemos que achicar los números al máximo para cerrar a fin de año. Tomamos créditos que no sabemos cómo los vamos a pagar. Se está achicando el paquete de trabajo, antes estaba menos dividido y había menos máquinas, pero hoy la incertidumbre de los mercados mundiales, sumada a lo que pasa en el país, hacen que no sepamos cómo hacer para proyectar el trabajo. Se pararon las inversiones, gastamos lo menos posible y hasta que esto no se solucione no podemos proyectar nada. Yo compré una cosechadora 0 Km. y no se cómo hacer para pagarla. Los rindes que estamos viendo parecen prometer una buena cosecha, pero todavía falta juntarla, y hasta que no esté en la bolsa no se pueden hacer números", se lamentó.
Números
Apurando la cosecha, los contratistas están optando por levantar los granos mientras renegocian los contratos, que habían sido cerrados en $ 250 por hectárea para un rendimiento de 3.000 kilos de soja y en $ 280 por un maíz de 7.000 kilos por hectárea.
Federico Aguer[email protected]