Sucesos: SUCE-04 El amigo de la infancia y un manager de cumbias

Buenos Aires, (Télam).- El manager de bandas de cumbia villera y un amigo de la infancia, que se sospecha pudo ser el entregador, son dos de los ocho detenidos por el secuestro extorsivo de Ariel Perretta, el hijo del empresario de La Matanza capturado hace seis días y por quien piden 3.000.000 de dólares.

Fuentes de la investigación explicaron a Télam que de los ocho detenidos tres son integrantes de un mismo grupo familiar -dos hermanos y su madre-, que habían sido amigos de la familia Perretta, pero que estaban distanciados.

Según las fuentes, uno de los hermanos comenzó en los últimos días a acercarse nuevamente a Ariel y esto despertó las sospechas de los investigadores que decidieron detener a todo el grupo familiar ante la sospecha de que el amigo de la víctima haya actuado de entregador.

En tanto, entre los otros cinco detenidos por el caso está Gustavo Sayago, manager de varios grupos bailanteros, entre ellos La Repandilla, una banda de cumbia villera, cuyos integrantes y fans se acercaron hoy a la fiscalía federal de Morón para darle su apoyo.

Es que los ocho detenidos fueron indagados durante toda la jornada por el fiscal federal a cargo del caso, Marcelo Fernández, quien mantiene el hermetismo en torno a la pesquisa.

Fuentes de la investigación indicaron a Télam que de los ocho detenidos, cinco tienen defensores particulares y sólo los dos hermanos y la madre están siendo asistidos por el defensor oficial de Morón Néstor Pablo Barral.

Los voceros agregaron que algunos de los detenidos tienen antecedentes penales.

Al margen de las detenciones, aún no hubo novedades con el paradero de Perretta, algunos allanamientos en su búsqueda no tuvieron resultado y los captores no volvieron a comunicarse para negociar el rescate de 3.000.000 de dólares que pidieron como rescate.

Perretta (24) fue secuestrado el jueves pasado cuando se dirigía a bordo de su auto Peugeot 206 negro a la empresa de su padre, una fábrica de filtros para autos ubicada en la localidad de San Justo, al oeste del conurbano, donde fue interceptado por varios delincuentes que lo interceptaron en dos autos.

Según las fuentes, tras la captura, el joven se comunicó con su padre por medio de su teléfono con handy para decirle que estaba secuestrado, mientras que su auto fue abandonado luego en la vecina localidad de Villa Madero.

Tras esa prueba de vida, los captores se comunicaron telefónicamente con la familia y exigieron 3.000.000 de dólares para liberar ileso al joven, quien reside en Ciudad Evita, dijeron los informantes.

El caso es investigado por el fiscal federal de Morón, Marcelo Fernández, y por detectives de la Superintendencia de Investigaciones en Funcional Judicial de la policía bonaerense.

El fiscal también puso a colaborar en la pesquisa a la División Antisecuestros de la Policía Federal a la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side).