La casabomba Nº 2 no funcionó durante la emergencia de 2007. La actual gestión municipal analiza encarar obras que permitan el escurrimiento por gravedad, con sistema de compuertas, cuando el río está bajo. En 45 días llegarían los primeros equipos para repotenciar el bombeo.
De la redacción de El Litoral
Hace un año, 480 milímetros de agua se precipitaron sobre la ciudad de Santa Fe, inundando por segunda vez en cuatro años a los barrios del cordón oeste y provocando serios problemas en la zona de la costa.
El estado calamitoso que presentaban las estaciones de bombeo jugaron un papel fundamental y favorecieron la permanencia de agua en áreas urbanas durante varias semanas. En una ciudad amurallada por defensas el sistema de bombeo es una opción para extraer el agua hacia el río.
Por esos días, el entonces intendente Martín Balbarrey dijo a El Litoral que "la casabomba Nº 2 está fuera de servicio porque se inundó el tablero y se quemó un transformador".
El trabajo que realizó la comisión investigadora integrada por concejales opositores determinó graves problemas de funcionamiento en el sistema en general, y en particular en la estación 2, incluso varios días antes de las intensas lluvias. Adjuntó como pruebas el libro de novedades, donde los empleados municipales anotaron "el 14 de marzo del corriente año (2007) lo siguiente: `Siendo la hora 16, la bomba 2 hizo una explosión y quedó fuera de combate. Luego quedó sin funcionar... Y el día 28 de marzo del corriente, se anota `Siendo la hora... tomo el turno con la casabomba Nº 2 totalmente inundada". Es la situación que se observa en las fotografías que acompañan la nota.
Además, la Comisión recibió el testimonio de profesionales de la ciudad. Uno de ellos fue el Ing. Marcelo Berrón, quien en plena lluvia recorrió las estaciones. En una nota publicada en este diario el 17 de abril, antes que declare antes los concejales, informó: "la casabomba Nº 1 estaba funcionando al 65 % de su capacidad total porque, de sus cinco bombas, dos no andaban. En tanto, las cinco de la estación Nº 2 no trabajaron nunca; la N° 3 trabajó al 65 %; y la N° 4, al 80 %".
Respecto de este punto, la conclusión de la comisión fue que "el 60 % del sistema de bombeo no estaba en condiciones operativas al comienzo de la crisis".
¿Cómo evitar que se repita?
Roberto Porta, actual secretario de Obras Públicas, área que tiene a su cargo la gestión del riesgo, aseguró que "esto no hubiera pasado si teníamos en este sector una salida por gravedad".
En la actualidad, se estudia la viabilidad técnica de ejecutar esa obra. Para esto se tienen en cuenta los niveles históricos medios y bajos del Salado "para ver si podemos compatibilizar el nivel freático con el nivel del río, porque tenemos que llegar con la parte inferior del caño al nivel de napa freática y considerar cuál fue el mayor tiempo del estado del río para que el sistema no esté inutilizado la mayor parte del año", explicó.
De todos modos, él insiste en los beneficios del sistema: "Aunque deba mantener cerrada la compuerta 6 meses porque el río está alto pero el resto del año el agua de lluvia pueda escurrir por gravedad, el sistema ya es beneficioso. Genera menos gasto y menos riesgo porque el agua va saliendo a medida que va llegando al reservorio".
En su opinión, la casabomba 2 se inundó por "no tener capacidad de reservorio y capacidad de bombeo". Por eso considera necesario hacer reformas de fondo: "Tenemos que readecuar todo: la obra civil, electromecánica y eléctrica porque eso así no funciona".
La repotenciación del sistema de bombeo y la profundización de los reservorios forman parte de este plan. Según el compromiso de las empresas que ganaron la licitación, en 45 días llegarían los primeros equipos.