Respetar la vida
Señores directores: Quisiera expresar mi indignación sobre un tema que está repercutiendo en la Argentina, el del aborto. En los últimos tiempos el índice de mortalidad infantil en la Argentina ha aumentado notoriamente, no sólo por la desnutrición que existe hoy en día sino también por la práctica de abortos. La interrupción voluntaria o involuntaria del embarazo aquí en nuestro país, recae bajo una ley en el artículo 88 del Código Penal que dice: "Se castigará con prisión a la mujer que que se hiciera su propio aborto o aceptara que otro se lo practique". La condena lleva de uno a cuatro años de prisión. Además, en otro pasaje del artículo penal (número 85) dice esto: "Se castigará a cuatro años de cárcel a quien lo realice [..] Y si la mujer muere son seis años".
Según trascendidos, en este momento y con dictamen favorable ya de una comisión, avanza en la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto de ley -muy cuestionado- para "no" castigar los abortos si su causa es una violación.
De acuerdo con un estudio realizado por los especialistas del Conicet y de la UBA para el Ministerio de la Nación, en la Argentina se practican cuatrocientos sesenta mil abortos anuales, en su totalidad ilegales.
En la provincia de Jujuy, recientemente, se ha duplicado el índice de mortalidad infantil por los casos de abortos en un 13,1%. Aquí en Santa Fe el nivel se ha mantenido bajo 3,6%.
Desearíamos que las personas tomen conciencia de que la vida es un don sagrado y que se debe respetar, es una gracia. No quisiéramos que nuestro querido país sea una cuna de muerte, sino cuna de procreación y vida.
(Esta carta fue producto de un trabajo práctico de Literatura de la Escuela Padre Monti, de Santa Fe. Fue elegida en nuestro curso, Tercero "Humanidades", y me siento muy orgulloso de poderme expresar en este medio).
Cristian Nahuel Arzadún - DNI: 37.146.355.
Defensas costeras
Señores directores: Por razones laborales y afectivas, viajo a diario por la Ruta Provincial 1, haciendo el trayecto Santa Fe-Cayastá. He visto que por estos días están bajando y compactando la defensa costera que, en su momento, con muy buenas intenciones, se ejecutara en la gestión de Carlos Reutemann.
Durante un largo tramo, la defensa acompaña la traza de la ruta, esto es, desde unos seis o siete kilómetros al norte de Santa Rosa de Calchines hasta antes de ingresar a Cayastá.
Sabemos por experiencia que la gente, lugareños o no, rompe esa defensa para poder pasar y hoy tenemos un talud de tierra que impide ver el hermoso paisaje costero. Creemos que sería mucho mas útil hacer la ruta misma sobre el terraplén de defensa. El terraplén existente es hoy una protección incompleta, pues en caso de crecida hay que salir a "llenarlo".
No son demasiados kilómetros (sería una obra que se podría hacer por tramos) y se gastaría una sola vez en pavimento y defensa al mismo tiempo, y no en los sucesivos arreglos de uno y otra, que hoy son constantes e ineficaces.
Horacio Rolón - DNI: 8.467.269.