Cultura: CULT-01
60º ANIVERSARIO DEL INSTITUTO SUPERIOR DE MéSICA
"Grandes músicos formadores de otros muchos grandes músicos"
Las palabras del actual director del ISM, Hugo Druetta, buscan sintetizar seis décadas de enseñanza desde la Universidad Nacional del Litoral que, desde 1948, incluye "al arte representado por la música entre sus propuestas académicas".

El último martes, tal como sesenta años atrás, en el Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral resonó la música de una institución plena en expectativas, poblada de voces y en constante movimiento.

Tal como el 6 de mayo de 1948, el Instituto Superior de Música (ISM) celebró con conciertos y reconocimientos, esta vez junto a quienes labraron su historia: integrantes de la primera promoción de la entidad, ex directores y ex alumnos, muchos convertidos en reconocidos profesionales.

"Si pudiéramos descascarar las paredes de este Paraninfo en búsqueda de los sonidos que se han ido imprimiendo en cientos y cientos de actividades, encontraríamos las huellas acústicas de aquel lejano concierto con el cual se daba inicio al primer ciclo lectivo". Las palabras del profesor Hugo Víctor Druetta, actual director del ISM, evocaron el concierto inaugural de la entonces Escuela Superior de Música y Canto de la UNL.

En sus orígenes, la propuesta constaba de un plan de estudios de cinco años de duración. De allí a esta parte, la apuesta inicial fue ampliada a seis carreras de grado, una tecnicatura de pregrado y un ciclo de licenciatura a distancia, a través de Internet. Así, el martes Druetta sostuvo que "son 60 años muy alejados de cualquier atisbo jubilatorio: es más bien la edad justa de una extraña adolescencia institucional. Los que hoy festejamos tienen la gracia desafiante del porvenir".

El acto contó con un registro que, lejos de ser un detalle, procuró reafirmar el compromiso de sus hacedores: durante la ceremonia, los presentes firmaron un pergamino con la intención de recrear la situación fundacional, cuando se generó el primero, aún intacto, que tras un vidrio exhibe en las flamantes paredes del Instituto el testimonio de quienes asistieron a aquel concierto inaugural.

ARTISTAS DOCENTES

El 13 de octubre de 1947, mediante firma de la Resolución Nº 534, la UNL autorizó la creación de la Escuela Superior de Música y Canto, que se abocó a la capacitación de intérpretes musicales. Meses después de comenzar sus actividades, el profesor Horacio Caillet-Bois, primer delegado organizador, registró en el Cuaderno Nº1 del Departamento de Musicología de la Escuela Superior de Música la urgencia por "preparar sólidamente a las nuevas generaciones en el gusto y el ejercicio de la música". Tal vez sin imaginarlo, en aquellos primeros tiempos Caillet-Bois sentó las bases de una labor que se afianzó y diversificó con el tiempo.

De este modo, la propuesta del hoy ISM amplió sus horizontes y forjó un reconocimiento nacional e incluso internacional que sus egresados consolidan en su práctica profesional. "Ejemplificar con nombres sería un acto injusto", opinó Druetta en diálogo con este diario, no sólo por cuestiones de memoria sino "porque esta casa formó compositores, arregladores e intérpretes que trascendieron e hicieron carreras muy prolíficas en Europa. También, porque sería igualmente justo nombrar a quienes confiaron su trabajo a la labor de la docencia, y tal vez no potenciaron su faceta plenamente artística en pos de realizar una importante tarea pedagógica. Hemos tenido grandes músicos formadores de otros muchos grandes músicos en el ISM".

CUESTIÓN DE PRESTIGIO

Desde su experiencia como estudiante, graduado y hoy profesional de la educación musical, sostuvo que "valoro enormemente que la UNL haya mantenido, a pesar de todos sus cambios y en sus diferentes etapas, la presencia de la música como parte de sí, del arte representado por la música entre sus propuestas académicas. Más allá de que uno se habitúe a tenerla cerca, es notable cómo esta institución se amoldó a lo largo de sesenta años a las necesidades y exigencias de cada época, de sus estudiantes y graduados. Así, hoy tenemos un Instituto que representa a la música como propuesta artística, intelectual y académica que forma y produce nuevas propuestas, incluida la investigación".

El acto aniversario reconoció a integrantes de la primera promoción del ISM, y distinguió la trayectoria de los profesores Héctor Nardi, Nelly Del Curto, Jorge Molina, Enrique Núñez y Mariano Cabral Migno. Fue a ellos, a la calidad de su plantel docente y directivo, a quienes Druetta atribuyó la jerarquía alcanzada por la casa de estudios a "la permanencia y la autoexigencia de su plantel docente. Más allá del paso del tiempo, en las aulas se nota el no decaer, el no resignarse, el pelear contra condiciones que a veces podrían hacer flaquear las fuerzas".

"Creo que el Instituto siempre tuvo una exigencia extra por mantener el nivel, el prestigio, la excelencia. Valores que, más allá de su interpretación, apuntan a no decaer, y eso a la larga construye un camino sólido. Pienso que el valor académico radica allí, en la constancia de su plantel docente que además de dictar sus cátedras conserva las energías para investigar, realizar tareas de extensión, preparar las clases y llevar adelante cátedras con excelencia universitaria. Es la conjunción de estos elementos, en esa tenacidad por la docencia artística-musical, la que produce el valor académico del ISM".

De la redacción de El Litoral