Cultura: CULT-02
ANALISIS
Por el impulso de la pasión
Por Mariano Cabral Migno

La sola presencia de un centro de estudios superiores con el prestigio nacional e internacional alcanzado por el Instituto Superior de Música, es suficiente marco para justificar un gesto de asombro. Si además se valora esta presencia por la trayectoria duramente recorrida y las metas que presagian las señales dejadas en el camino por su comunidad académica a lo largo de seis décadas, el asombro da paso a la admiración. Sobreviviente de graves momentos de crisis, es posible que la explicación de su tenaz progreso se halle en la esencia misma de aquello que define su campo disciplinar.

La música no constituye ante todo un saber erudito sino una apasionada vocación, cuya racionalidad más profunda deviene de la apropiación emocional de lo insondable que anima todo cuanto existe. Desde la expresión animal de nuestros ancestros a la acerada intelectualidad de las músicas de vanguardia, desde la ternura de una canción de cuna a la desgarradora muerte por Amor, o desde la violencia de una tempestad a la ingrávida neblina impresionista, el más abstracto de los lenguajes artísticos se sostiene ante todo por la inconfesa necesidad del hombre de trascender a su prisión conciente y por la apasionada entrega de sus obreros que hacen sonido el tiempo.

Esa voluntad de ser de la música misma es la que ha hecho del ISM un cuerpo capaz de liberar su voluntad de expansión hasta ocupar gran parte del espacio que la Universidad Nacional del Litoral le reconoce como propio, y que aguarda cauteloso la incorporación de sus diversos campos afines, sean éstos de naturaleza puramente artística como también científica o tecnológica. La música como arte, como recurso terapéutico, como actividad cultural que moviliza una inmensa cantidad de recursos económicos que demanda entre otras cosas el constante perfeccionamiento de las técnicas vinculadas al tratamiento del sonido, constituyen apenas algunos de los intereses directos del ISM que se proyectan inevitablemente hacia el punto de encuentro con las artes combinadas que tienen a la música como soporte imprescindible.

Crítico de sí mismo, el ISM no duda en rever su oferta académica y sus planes de estudios, desde la seguridad que supone saberse formador a lo largo de su historia, de gran cantidad de profesionales reconocidos en centros de excelencia y como necesarios referentes en los equipos conductivos y docentes de todas las instituciones de formación o actividad musical de nuestra región.

Así, el ISM no es únicamente una dependencia académica que, como todas, se nutre de la entrega de sus cotidianos hacedores. Es, íntimamente, lugar de convergencia de una caleidoscópica heterogeneidad de talentos, egos, dolores y sueños, incomprensible por momentos para extraños, que casi sin advertirlo destila día a día el laborioso fruto de la cultura artística vista desde su gestación y no desde su mero consumo.