Como desde hace 59 años, el domingo pasado se cumplió con todo éxito en esta capital, la Peregrinación de ciclistas, motociclistas y deportistas en general a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, esta vez, bajo el lema: "Jesús es nuestra vida y con María lo anunciamos".

Como es tradicional, el punto de partida fue el convento de San Francisco, en el extremo sur de nuestra ciudad, donde el párroco Francisco Mario Fuenzalida dirigió unas sentidas palabras y posterior bendición de los participantes, quienes minutos más tarde emprendieron la marcha hacia el emblemático sitio, atravesando a algunas de las principales calles y avenidas de la ciudad.

Como siempre, la caravana estuvo conformada por un gran número de peregrinos, entre los que se notó una destacada presencia de familias enteras, las que recorrieron el trayecto acompañados por las habituales oraciones, cánticos y agradecimientos a la Virgen de Guadalupe.

Encabezados por el presbítero Olidio Panigo, párroco de la Basílica de Guadalupe y Norberto Gabutti, uno de los responsables de la organización desde el 29 de mayo de 1949 cuando tuvo lugar la primera edición, los ciclistas transitaron con fervor y alegría el camino que los separaba de la basílica santafesina.

Una vez arribados a la plaza Juan Pablo López, el padre Panigo ofició el tradicional acto litúrgico de cierre de un acto de fe que supo mantenerse a través del tiempo, inmerso en el agradecimiento y la veneración que los santafesinos sienten por la Virgen de Guadalupe.

Los organizadores destacaron la colaboración recibida una vez más por la Policía de la provincia de Santa Fe, el Cobem y el personal de tránsito municipal, quienes garantizaron la seguridad.