Escenarios & Sociedad: SOCI-02
Falleció a los 93 años
La muerte de Adolfo Abalos deja al folclore sin piano
Fue personaje emblemático de Santiago del Estero, donde se convirtió en uno de los bastiones de la chacarera.

Adolfo Abalos, uno de los pianistas esenciales del folclore argentino y cerebro musical de la agrupación Los Hermanos Abalos, falleció ayer a los 93 años en Mar del Plata, donde residía desde 1969.

Amílcar, uno de sus seis hijos, dijo a Télam que el artista que introdujo el piano a la música folclórica, murió mientras dormía en su casa, junto a su esposa Nancy Gordillo, "el gran amor de su vida y su musa inspiradora".

Adolfo nació en Buenos Aires en 1915 pero se convirtió en personaje emblemático de Santiago del Estero, provincia a la que viajó a los 24 años, y en la que rápidamente se convirtió en uno de los bastiones de la chacarera.

Desde el liderazgo del conjunto familiar, el músico puso el toque de su piano al servicio de la música nativa generando un encuentro hasta entonces inédito.

"Fui uno de los primeros en introducir el piano, instrumento europeo, al folclore argentino. Yo digo: cuando toco el piano, al mismo tiempo toco el bombo y zapateo", comentó alguna vez al evocar esa travesura que cambió definitivamente el color de la música local.

El artista compartió grupo desde 1939 con Marcelo Raúl "Machaco", Napoleón Benjamín "Machingo", Roberto y Víctor Manuel "Vitillo", para desarrollar en una formación que abrevó en la música de campo, andina y quichua, además, de en la rica tradición folclórica.

Zambas, chacareras, vidalas, bailecitos, bagualas, pala-pala, malambos, cuando y gatos, conforman la rítmica sobre la que los Abalos desplegaron una lograda mirada propia que podría resumirse en clásicos como "Agitando pañuelos" y "Nostalgias santiagueñas".

Testimonios

"Soy un muchacho de 86 años y me han dejado solito, tengo miedo carajo", confesó "Vitillo" Abalos, único sobreviviente de los Abalos a Télam.

Al evocar a su hermano recientemente fallecido, resaltó: "Tocaba muy bien, interpretaba muy bien emocionaba con una tremenda sencillez".

Mentor del espectáculo "El Patio de "Vitillo' Abalos", el músico contó que "anteanoche estuve actuando con mi grupo en Las Perdices (Córdoba) donde me nombraron visitante ilustre. Y en la declaración me pusieron Víctor Adolfo Abalos, lo que para mí fue toda una señal, fue una manera de nombrar a mi hermano".

También en tono personal y antes de indicar la gestiones familiares para que los restos de Adolfo descansen definitivamente en el Panteón de Sadaic en el cementerio de la Chacarita, lamentó: "Pobrecito mi hermano, estuvo desde hace dos años bastante delicado por el famoso Alzheimer".

Por su parte, la pianista Hilda Herrera señaló en charla con esta agencia que "Adolfo es el causante de que yo toque folclore al piano". Para mí significó mi comienzo porque nadie sabía nada de folclore en el piano y yo aprendí de sus discos", resaltó. En el mismo sentido, consignó que "la muerte de Adolfo es para mí la pérdida de un maestro. El fue un pionero por su gracia, su conocimiento y su swing".

Al margen de su actividad dentro de los Hermanos Abalos, Adolfo publicó un álbum solista con su nombre en 2000 donde plasmó su impactante musicalidad.

Entre su obra autoral se cuentan "Chacarera del rancho", "Carnavalito quebradeño", "Zamba de los yuyos", "El gatito de Tchaikovsky" y "Casas más casas menos", por citar sólo algunos títulos.

"Yo, por sobre todo, soy músico. Soy músico ecléctico y disfruto de tocar y componer. Además de piezas folclóricas, también he compuesto cerca de 20 tangos tangos con música y letra y también escribí bossa nova, jazz y música clásica", se definió al filo de sus 90 años.