Opinión: OPIN-03 Una invitación al cambio

Muchas veces, para avanzar -en el ámbito laboral, en las relaciones personales, en los proyectos, etc.- hay que animarse a dar vuelta la página, salirse de los esquemas preestablecidos y apostar al cambio. Sin embargo, no es fácil.

Algunos se aferran a las lecciones y estilos de vida que hasta hace un tiempo llevaban adelante. Son reacios y hasta se ofuscan cuando tienen que dejar atrás las estructuras del pasado. El miedo a lo desconocido los invade y no los deja dar un paso; la lucha desenfrenada por resolver de otra manera los escollos que se les presentan no los convence y así gastan energías y se convierten en viejos -no importa la edad que tengan- rezongones que no toleran hacer las cosas de una forma distinta.

En varias circunstancias, el contacto con la tecnología expone a las personas frente a un gran avance pero también ante una sensación de incertidumbre. Es interesante, llama la atención; pero, también suele conducir al borde de la desesperación. Y, ahí es cuando los improperios -contra lo nuevo- comienzan a sucederse uno tras otro, los más eruditos dan lecciones y los quejosos se juntan para disertar sobre las bondades del viejo sistema que "era lento pero más amigable con estos usuarios que no aceptan el cambio".

Se trata de una interesante experiencia en la que se pone a prueba la paciencia y la capacidad de adaptación que cada individuo tiene; donde las reacciones suelen ser múltiples y provenir desde los lugares más inesperados.

Pero, como las novedades -en distintos ámbitos- seguirán avanzando sin cesar y lo que era nuevo, en poco tiempo, se convertirá en obsoleto, hay que estar preparados para enfrentar lo que vendrá. Y, tomarse un tiempo para descubrir en qué nivel de tolerancia está.