Escenarios & Sociedad: SOCI-01
LILIANA HERRERO
La eterna búsqueda
"En este momento, me resulta grato haber hecho un disco completamente acústico, donde lo que se oye está todo tocado, no hay sobregrabaciones, ni secuencias, ni intervención electrónica. Pero eso no quiere decir que yo no haré el día de mañana un disco con guitarras sangrantes... Esto es lo que hay hoy, yo no sé qué voy a hacer después". Foto: ARCHIVO EL LITORAL

La intérprete actuará mañana en el Teatro Municipal, donde presentará temas de su último trabajo. "Igual a mi corazón". El disco plantea una búsqueda de nuevas formas y sonidos en términos acústicos, sin intervenciones tecnológicas. Inclasificable, inabordable desde los rótulos, difícil de encasillar en géneros o estilos, Herrero vuelve a Santa Fe para reencontrarse con uno de sus públicos más queridos.

Es raro percibir un matiz de enojo en la voz envolvente de Liliana Herrero. Ocurre una sola vez a lo largo de la entrevista telefónica. Es cuando cuenta su sensación al leer, en las notas que se publican sobre ella, opiniones que no comparte. "A veces dicen: "la vida discográfica de Herrero evoluciona hacia tal o cual lugar'. Y yo no creo eso. Yo no sé hacia dónde va, no sé si va hacia algún lado", se defiende.

En medio de ese río de búsqueda permanente fluye "Igual a mi corazón" (2008), disco que toma el nombre prestado de uno de los versos de "Chañarcito", de Carlos Guastavino y León Benarós. "Me gustó la expresión. No es una referencia a mi corazón en particular, sino a la condición humana misma", explica.

El disco -como el corazón- tiene "muchas texturas, es muy variado acústicamente y hace convivir muchas alternativas auditivas", define la artista.

Nacida en Villaguay, Entre Ríos, los 60 años la encuentran en una etapa que describe como "gozosa". Reposada, madurando las respuestas, diciendo y tachando y volviendo a pensar lo que dirá. "A ver: todo lo que hice anteriormente también me gustó, aun con las imperfecciones que uno pudo tener, y sigue teniendo. Ahora estoy aprendiendo a convivir más cordialmente con la idea de la imperfección. En este momento, me resulta grato haber hecho un disco completamente acústico, donde lo que se oye está todo tocado, no hay sobregrabaciones, ni secuencias, ni intervención electrónica. Pero eso no quiere decir que yo no haré el día de mañana un disco con guitarras sangrantes... Esto es lo que hay hoy, yo no sé qué voy a hacer después", sonríe.

"Los errores son siempre ejemplares. Siempre se aprende de ellos. Y esto vale para el escenario: el otro día, en La Plata, estábamos tocando uno de los temas y yo me olvidé que venía un interludio, porque estaba muy metida. Y cuando me di cuenta de que ya había empezado el solo de piano, empecé a improvisar sobre eso. Y fue muy interesante. Una vez que el disco salió, lo que uno hace arriba del escenario puede repetir eso o puede ser otra cosa. Yo me inclino porque sea otra cosa".

PROFUNDIDADES

Liliana está unida al interior por un lazo que nació en Villaguay, hizo escala en Rosario y fue uniendo cada vez más puntos del Litoral argentino. "Así como el disco "Litoral' fue hecho en Resistencia; esta vez lancé el disco en Córdoba", explica.

Con Santa Fe, particularmente, la une una relación de mucho afecto, retribuido por el público en las distintas presentaciones que realizó la artista en los últimos años. "Siempre me ayudó mucho la Universidad Nacional del Litoral, dándome un lugar de reconocimiento, hacia lo cual estoy profundamente agradecida", afirma. De Santa Fe salió también "El tiempo quizás", y el libro de Damián Rodríguez Kees sobre la obra de la artista. Ahora, la espera el Teatro Municipal. "Una sola vez estuve allí, hace varios años, invitada en un concierto de Fito Páez", confiesa.

En esta oportunidad, la acompañarán el formoseño Matías Arriazu, tocando la guitarra acústica de siete cuerdas; Mariano Cantero en percusión, y Ana Archetti, en teclados.

Los años, cierta tranquilidad espiritual, una mirada más piadosa sobre las obras propias y ajenas, son las herramientas de las que se vale Herrero para transitar esta etapa. "Creo que es tan maravilloso lograr, en un concierto de dos horas, quince minutos de pleno goce. Esos minutos son un contacto con el cielo profundo... O con la tierra profunda, mejor", dice.

El valor de las entradas es de 15 pesos; 10 para jubilados y estudiantes.

Discografía:

* "Liliana Herrero" (1987)

* "Esa fulanita" (1989)

* "Isla del tesoro" (1994)

* "El diablo me anda buscando" (1997)

* "El tiempo quizás..." (1998)

* "Recuerdos de provincia" (1999)

* "Leguizamón-Castilla" (2000)

* "Confesión del viento" (2003)

* "Falú-Dávalos" (2004)

* "Litoral" (2005)

* "Igual a mi corazón" (2008)

NATALIA PANDOLFO