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DECORACIÓN
Al fin, la primera casa
Empezar por lo básico. La primera vivienda, un espacio propio lejos de la protección de los padres. Un lugar donde vivir, tal vez, compartir. Vértigo y muchos gastos. ¿Cómo elegir lo básico? Hay elementos esenciales en los que se hace imprescindible invertir. textos de Inmaculada Tapia.

+ por Revista Nosotros

Utensilios de cocina, ropa de cama, de baño, lámparas y el mobiliario imprescindible se acumula de pronto en la cabeza. No sabemos por dónde empezar, pero hay unos básicos que no podemos pasar por alto.

Tanto si es en alquiler o en propiedad, si es necesario hacer una pequeña reforma para instalarse no pase por alto detalles como los enchufes, después no tendrá remedio y las obras a posteriori son muy molestas. Asegúrese de que tiene los puntos de luz adecuados para la iluminación que desea colocar y los electrodomésticos que quiera instalar.

La cocina y el salón son dos de los puntos donde siempre se acaban echando de menos. El equipo de música con el que no contábamos, el exprimidor de jugo no tiene hueco después de enchufar el microondas... No se olvide, cuente bien y le será provechoso. No es recomendable el uso de enchufes múltiples, que por norma se suelen recalentar.

Revisar bien todas las instalaciones de luz y canalizaciones de agua es una forma de suprimir disgustos innecesarios en el peor de los momentos.

En el dormitorio

No minimice la importancia del descanso ni escatime gastos para ello. Para encarar el día es primordial dormir con plenitud. En este sentido no ceda a su bolsillo; quizá pueda recortar de otras cosas, quizá el sommier pueda esperar, pero no el colchón. Deje de pensar que el próximo será mejor.

Un buen colchón, incluso aunque no tenga soporte sobre el que colocarlo es fundamental, su cuerpo se lo agradecerá, su columna no admite esperas. No se dé tregua en este sentido. Las cortinas tienen otro momento, y no digamos las alfombras u otros complementos.

El látex es la estrella de los materiales en colchones, se adapta como un guante a la forma del cuerpo y facilita el descanso. Apueste por él.

No se complique con los juegos de cama, para empezar con un par de ellos de algodón es suficiente. Opte por un edredón de plumas para el invierno, los hay adaptables a cada época del año, de forma que son dobles y se colocan individualmente en función del frío o calor que sienta.

En el salón

Compre poco a poco y así será más consciente del espacio. El sofá o un sillón puede ser lo primero; la televisión suele ser vital en muchas casas y las puede encontrar económicas. Si no se ha decidido a comprar una mesa adecuada forre con papel de colores la caja en la que viene y eso le servirá de apoyo para empezar. Éste suele ser el espacio para colocar los equipos de música, así que conviene buscar el lugar adecuado.

Si ha decidido posponer vestir las ventanas, pero quiere algo de intimidad no olvide los papeles de colores transparentes con los que hacía manualidades de pequeño, pueden sacarle del apuro por un tiempo.

Compre una mesa práctica que pueda desplegarse en caso de que lleguen invitados.

En la cocina

La mejor opción es comprar según vaya necesitando, porque si se entusiasma acabará teniendo piezas que no utilizará jamás.

Una olla rápida para cocer verduras y preparar algún guiso si se atreve; un par de cazuelas de tamaño medio -nunca escoja las más pequeñas, las grandes sirven para lo abundante y para lo menudo-; dos sartenes; un par de fuentes para presentar carnes y pescados y con eso puede lanzarse a cocinar.

Seis platos hondos y llanos; seis vasos y seis copas; una pareja de fuentes para ensaladas; tenedores, cuchillos, cucharas y cucharillas pequeñas, tazas de desayuno y café, así como un juego de buenos cuchillos, un cucharón y una espumadera serán suficientes para servir. No olvide la cafetera.

Estas son sólo algunas recomendaciones para comenzar con lo básico. Luego habrá tiempo de ampliar.