Opinión: OPIN-04
Al margen de la crónica
Democracia en vivo y en directo

El mal funcionamiento de las instituciones del sistema democrático en la Argentina se exterioriza en el permanente estado de asamblea en el que se encuentran diversos sectores sociales y que se potencian con la televisación en vivo y en directo de su accionar. Esta transmisión hace personajes por algunas semanas a dirigentes que son empujados a encabezar la protesta y que al cabo de un tiempo son devorados por la misma maquinaria mediática.

Tal vez habría que buscar el origen de este fenómeno en los efectos económicos y sociales que generó el modelo económico menemista con sus ajustes y privatizaciones. Los primeros grupos piqueteros aparecieron lejos de Buenos Aires, en Salta o en Neuquén cuando la transformación de YPF, hizo sentir los primeros efectos.

De aquella época habrá que recordar las movilizaciones de jubilados en Buenos Aires que encabezó Norma Plá y Raúl Castells al edificio donde vivía el entonces superministro Domingo Cavallo.

Más acá y sobre el final del gobierno de la Alianza, también los piqueteros fueron ganando espacio debido a las escasas expectativas laborales y la degradación social de amplios sectores de la sociedad argentina. De esa etapa, no son pocos los dirigentes sociales que pasaron a integrar el gobierno de Néstor Kirchner ya sea en cargos ejecutivos o en los parlamentos y uno de ellos ÄLuis D'ElíaÄ llegó a la osadía de tomar una comisaría porteña sin que aún se haya hecho justicia por ese grave suceso.

De allí a los cortes de rutas producidos por docentes, trabajadores despedidos de una fábrica, productores rurales, camioneros que quieren cambiar de convenio o que exigen un aumento salarial, hay sólo un paso. Además, muchos de ellos han logrado el objetivo perseguido con su protesta fuerte, que afecta el derecho de muchos a circular libremente por el territorio.

El episodio del jueves pasado en el Senado, cuando un grupo de vecinos ingresó en malón al recinto para exigir mano dura a los delincuentes es una muestra más de esta situación, en que las instituciones funcionaron mal y el grupo afectado exige la rectificación de una situación o de normas. En política, como en física, los vacíos siempre son ocupados, más cuando algunos quieren tener superpoderes.