Señores directores: Soy una dichosa madre de seis hijos. Los que me circundan, atienden siempre mi aseveración: "Cada día aprendo de ellos". Esta vez, el mayor pulsó mi maternal ser íntimo movilizando redobladamente la fibra interna de mi responsabilidad como ciudadana comprometida.
En este caso, me refiero a Mariano quien reside en Rosario desde los 18 años. Adjunto sendas notas de su autoría. La primera se titula "El país no necesita personas extraordinarias" y comienza diciendo: "El sábado 24 de mayo pasado, mientras veía por televisión el desarrollo de la reunión de las cuatro entidades del campo en la Federación Agraria de Rosario, mi esposa me hizo notar que vivimos a escasos cien metros de donde sucedía la noticia. Al acercarme descubrí que había recorrido una distancia significativamente mayor.
"Vi que se trataba de personas normales, de tipos comunes. Situaciones extraordinarias los han puesto ante la posibilidad de parecer tipos extraordinarios. Pero no me engañan. Son tipos comunes. Muchas veces los argentinos extrañamos a ciudadanos extraordinarios como René Favaloro, y nos olvidamos que lo matamos todos con el "yo qué puedo hacer' y la dureza de corazón.
"Nos enorgullecemos de un extraordinario Federico Leloir y nos olvidamos que tuvo que abandonar su tierra para superar la indiferencia y hacer realidad sus sueños.
Nos agrandamos por un irrepetible Diego Maradona y confundimos su extraordinario virtuosismo con la pelota, con nuestra necesidad de inventarnos un modelo a imitar.
"No, no necesitamos personas extraordinarias. Basta ya de argentinos extraordinarios".
La segunda nota se titula "De Angelis busca un muerto" y comienza diciendo: "La primera reacción al endurecimiento de la protesta en Gualeguaychú del día 29 de mayo no tardó en llegar. A través de un comunicado, el diputado y piquetero kirchnerista Edgardo Depetri acusó a De Angeli de estar "buscando un muerto'.
"Estimado Edgardo, permítame indicarle que está mal informado. El conflicto ya tiene un muerto desde hace varios días. Más aún, el campo ha informado su identidad ya que está "aguantando' el cuerpo, y el gobierno lo sabe. Se intentó sin éxito enfriarlo para que no se descomponga, para a esta altura ya huele muy mal.
"El responsable de esta lamentable muerte es el mismo gobierno, quien realizó la ejecución con sus propias manos desde sus niveles más altos.
"Si bien la víctima no pertenece al campo, tiene una parte de cada uno de nosotros. Es lamentable admitirlo. Se ha muerto el respeto por el que piensa distinto. El mismo gobierno lo ha matado...". Malala Stamati - L.C.: 4.968.281. Ciudad